El ajedrez es un deporte que me gusta por ser silencioso y agresivo, aunque también se puede ser tímido y defensivo. Hay muchas leyendas en torno a su origen y para algunos es un juego muy violento que está discriminado por la ausencia de esfuerzo físico.

Me llamo Francisco y soy alumno del Colegio Miguel Bravo–AA La Salle de Santander, y os quiero contar mi experiencia con el ajedrez.

Muchas son las leyendas que se han tejido en torno al origen del ajedrez y distintos los países que se atribuyen su procedencia; hoy se cree que el ajedrez procede de la India (200-700 EC) con el nombre de chatrng, y que su creador los ideó para entretener al rey, quien le pidió como recompensa un grano de trigo por la primera casilla, dos por la segunda, cuatro por la tercera hasta cubrir las 64 de que consta el tablero. Hecho el cálculo se descubrió que los graneros del imperio, de 16.384 ciudades de 4.080 ganaderos, no hubieran bastado para contener la cantidad de trigo pedida, pues equivalía a un cubo de más de un kilómetro de lado.

El objetivo básico de la partida de ajedrez es dar mate al rey adversario, y eso sólo puede lograrse mediante la colaboración de todas las piezas y el juego correcto basado en planes estratégicos.

A mí el ajedrez es un deporte que me gusta por ser silencioso y agresivo, aunque también se puede ser tímido y defensivo.

Me inicié en el ajedrez por mi padre, que me enseñó en casa, y luego mi madre comenzó a llevarme a cursos y escuelas al ver mi interés.

Hay quien cree que exige mucho sacrificio, pero la verdad, yo no creo que se necesite tanto. Lo que hace falta es dedicación y ganas para poder mejorar.

El juego del ajedrez se puede compaginar con los estudios, además en mi caso me ayuda en matemáticas y plástica (dibujo técnico). En mate por los cálculos y en plástica para la paciencia que requiere lo técnico.

Hay algunos que dicen que es un juego muy violento (no físico, claro), y tienen cierta razón. Esto depende de la persona, porque si te lo tomas demasiado en serio te vuelves muy agresivo durante el juego intentando dar mate al rival. Si además vas perdiendo, la agresividad y tensión provocan que se sude mucho y que te pongas colorado.

El ajedrez lo puede practicar todo el mundo, pero es un juego muy discriminado por la gente porque no hay que realizar esfuerzo físico. Hay que tener mucha paciencia o ser rápido para jugar en partidas rápidas. Para aprender sólo tienes que prestar atención a las reglas y practicar.

Hay cursos por niveles, pero la verdad es que no voy mucho porque no tengo tiempo. Voy dos días a la escuela municipal, uno a entrenar, a algún curso especial y lo que estudio yo solo.

Entreno con mi padre, Jesús Ángel García, Pedro García y Julio Velasco, aunque Daniel Ceballos me enseña muchas cosas. De pequeño mis entrenadores fueron Ramón Polidura y Julio Monar.

También hay muchos campeonatos en lo que se puede participar además del campeonato regional. Yo ya he ido tres veces al Campeonato de España, cuatro al regional por edades, seis al escolar por edades, al Campeonato de Gijón, Cigales, Benidorm, al Peón de Oro, a Baracaldo, etc. Es la mejor manera de adquirir un buen nivel.

En Cantabria creo que el número de practicantes federados está entre 500 y 750. A nivel nacional en chavales estamos en muchas categorías a un alto nivel, y en adultos estamos por la mitad, así que para Cantabria está bien.

La Federación Cántabra de Ajedrez tiene una página Web por si la queréis visitar: http://personales.mundivia.es/fca

A los que les interese les animo a aprender a jugar, y si quieren se pueden apuntar a algún club de los que existen. Yo pertenezco al Club Gambito. También se puede jugar en internet.

 

Trabajo original