Francisco Javier López Marcano (PRC), Ildefonso Calderón (PP) y Pedro Lobeto (IU-Bloque Regeneración) son candidatos de las elecciones municipales que se celebrarán el 27 de mayo determinarán quién gobernará en el Ayuntamiento de Torrelavega los próximos cuatro años. Los alumnos del colegio La Paz de Torrelavega les han entrevistado.

Taniego a mucha honra, Francisco Javier López Marcano no es el mayor de los candidatos, pero sí, como tiene a gala recordar, el decano, en cuanto a número de comparecencias. Amante de la palabra y dominador de ella, su carrera de Filología Hispánica le ha hecho, junto a su ambición por la cultura, ser tenido por un hombre culto, ecléctico, pausado, locuaz, minucioso, ambicioso para su ciudad e incisivo. Amparado en su experiencia, su don de gentes y su claridad de objetivos, domina la la escena política como nadie, sin estridencias, pero con contundencia y rigor. Hoy es el candidato del PRC a la alcaldía de Torrelavega.

Pregunta.- Usted que le conoce bien, ¿quién es Francisco Javier López Marcano?
Respuesta.- No creas que le conozco muy bien (risas), eso llevo intentando muchos años. Pues es un taniego, torrelaveguense, cántabro, español, dicho en ese orden, pero con el mismo sentimiento. Es un enamorado de la vida y de su tierra y que desde hace más de 20 años dedica su vida al servicio a los demás. Es también una persona de energía, de vehemencia, una persona de carácter, que aspira a ser profesor de energía.

P.- Al margen de la política, ¿cuál es su profesión?
R.- La política. Pertenezco a un grupo más o menos reducido de personas que han hecho, para lo bueno y para lo malo, de su trabajo su vida. Y a ese trabajo y a esa vida le dedicamos 24 horas diarias. Pero también soy un filólogo que hace muchos años que no ejerce y que, sin embargo, estaría dispuesto a ejercer en cualquier momento, a regresar a mi instituto, en cuanto los ciudadanos o los responsables de los proyectos colectivos a los que pertenezco decidan que se me han acabado las ideas, que se me agotaron las energías, etc.

P.- ¿Qué es lo que más le seduce de su trabajo en su profesión, al margen de la política?
R.- Es una pregunta que tiene muchas respuestas. La primera, la poco común sensación de ser útil a los demás.

P.- Sin embargo, la política ocupa ahora una parte importante de su actividad. ¿Qué le llevó al mundo de la política, qué le ha empujado hasta aquí?
R.- En el año 1979 ingresé en el ADIC (Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria) y en el año 87 pasé a engrosar las filas del PRC, el brazo político de esa asociación cultural. Por aquel entonces lo hice invitado por un grupo de torrelaveguenses, liderados por Manuel Rotella, a participar en una lista electoral local, en la que yo era el número tres. Desde entonces hasta ahora todo ha sucedido ininterrumpidamente.

P.-¿Por qué hacer política desde el PRC?
R.- No lo entendería fuera del PRC, por un sentimiento muy acendrado, no de independencia, pero sí de fe en los rasgos de identidad de la tierra a la que pertenezco. Y esos rasgos se defienden con más intensidad sin dependencias nacionales o transnacionales. Porque hay partidos cuyas decisiones puede que ni siquiera se tomen en Madrid, puede que se tomen en otros lugares, puesto que pertenecen a grandes grupos o confederaciones. El Parlamento Europeo está integrado por un grupo popular, por un grupo socialista, por un grupo del Arco Iris… Si yo fuera parlamentario europeo sería del Arco Iris, pero nunca sería del grupo popular o socialista porque me parece que los intereses de tu tierra se defienden con mucha más energía.

P.- ¿Por qué cree que su partido ha confiado en usted para llevar a cabo sus proyectos en nuestra ciudad?, ¿qué valores cree que aporta usted a su grupo político?
R.-Fundamentalmente porque en el año 1987, cuando yo me hice cargo de nuestra agrupación local en Torrelavega, éramos 23 militantes. Hoy somos más de 900. Ha sido un trabajo muy constante e intenso que ha permitido que el partido pasara de ser una fuerza casi testimonial en Torrelavega a tener una época gloriosa, que fue la legislatura del 79 con tres concejales, pero en el 83 desaparecimos del arco político local. Digamos que a través de esos 20 años nos hemos consolidado como propuesta política, hasta el día de hoy que somos la segunda fuerza política de la ciudad. Y esa es una razón. He entregado una parte importante de mi vida a la causa regionalista y, seguramente, en lógica correspondencia, el propio partido ha depositado su confianza en mí para llegar hasta hoy, el día en que me temo que sea el decano de los candidatos de Torrelavega. Opto a la alcaldía por quinta vez. Y mucho me temo que sea ya el decano de los candidatos del partido en Cantabria. Y ser el decano cuando uno se enfrenta a ello con espíritu juvenil y edad adulta es un auténtico regalo.

P.- Fuera del trabajo y de la política ¿cómo es Javier López Marcano, cuáles son sus pasiones?
R.- Las comunes. Soy un enamorado de la vida, una persona vitalista, dinámica y activa hasta la hiperactividad. El peor día de mi vida es el segundo de vacaciones, que no tengo hace muchos años para desdicha de los míos. Y creo ser una persona con una dosis de entusiasmo por encima de lo normal y cierta capacidad disuasoria para embarcar a los demás en mis propias aventuras. Y también soy una persona de carácter.

P.- La Universidad de Cantabria se queja de la mala preparación de los alumnos de Bachillerato y los centros de Bachillerato se quejan de los de Secundaria. Desde su ámbito, ¿puede un ayuntamiento como el nuestro favorecer el desarrollo de un sistema educativo más efectivo en la formación académica y personal?, ¿con qué medidas concretas?
R.- Sistemáticamente no creo en esas apreciaciones. Creo que todos somos demasiado dados a pensar que vivimos en estado de crisis permanente, que todo está mal. Y eso sucede en el mundo de la educación, pero también en el de la cultura, en el del deporte y en todos los mundos. Tenemos la época que nosotros mismos nos construimos y no sé si es la mejor o la peor, pero sí estoy seguro de que es la mejor de cuantas vamos a poder vivir. Y eso es toda una filosofía. Si es la mejor de cuantas vamos a poder vivir, está claro que algo podemos hacer para mejorar. El mundo que nos ha tocado es un mundo definido por muchos conceptos, pero uno de ellos es la transversalidad. Sería necio decir que no se puede mejorar la calidad de servicios que se prestan a los alumnos de cualquier nivel. Podemos mejorar los equipamientos, el acceso a la información, las instalaciones, los campus… Y a todos nos corresponde hacer algo, pero no por eso ya que los alumnos de hoy están en cualquiera de los niveles, muchísimo mejor preparados para afrontar el nivel superior de lo que lo estuvieron las generaciones pasadas. Son más versátiles, son más plurales, hablan más y mejor, dominan más lenguas y no me refiero a ser políglota.

P.- Se han dado pasos importantes, pero la situación de los lugares y zonas de la ciudad frecuentados por jóvenes en sus momentos de ocio, dista de ser ideal. ¿Se pueden evitar los lugares de la ciudad donde se practica botellón libre, las reyertas o las coacciones en las zonas de copas, o el deterioro del mobiliario urbano?, ¿cómo lograrlo?
R.- Las reyertas y peleas son alteraciones de una conducta cívica deseable para todos. Pero los botellones son modas más que modos de entender cierta época de la vida. Creo que hay necesidad de hacer un esfuerzo colectivo, del que tienen que formar parte todos los educadores, no sólo los ambientes familiares, que deben ser lo más saludables posibles. Lo deseable para todos sería no aplicar medidas coactivas ni disuasorias, sino medidas educativas para que al tiempo se diseñaran las soluciones hasta descubrir una verdadera alternativa. Pero hay muchos jóvenes que tienen esa alternativa y otros, los más ruidosos, que buscan epicentros en la ciudades para convertirlas en escenarios de sus alteraciones, pero esos no son ni con mucho todos los jóvenes. Sin embargo debe hacerse un esfuerzo desde la responsabilidad pública para que la convivencia ciudadana sea saludable.
El fenómeno de los botellones es, en principio, un problema cultural, que no es singular en España. Se inicia en los países nórdicos y nos invade por todo el área anglosajona. Es muy difícil de erradicar. Sin embargo, cuando se han puesto en marcha determinadas medidas, sin que esto signifique contradicción con lo que he dicho antes, se han detectado los resultados. Si los policías de Torrelavega patrullan la zona, el nivel de disturbios es menor, el control de los establecimientos es mucho mayor, si los jóvenes tienen alternativas porque los pabellones o las bibliotecas están abiertas por la tarde y por las noches siempre diseminas ese foco de gente que va a esos lugares. Creo que hay una pluralidad de medidas, pero en el fondo hay una cuestión de carácter cultural que hay que comenzar a cultivar en los domicilios de cada cual. Si mis hijos ven libros en mi casa acabarán leyendo, si ven que sus padres no se emborrachan, sin lugar a dudas, no se emborracharán y si ven que no discuten, no sólo que no se pegan, hasta ahí podríamos llegar, sino que ni siquiera discuten, es muy difícil que ellos sean dados a pegarse o a discutir.

P.- Hay programas de educación de calle de resultados muy positivos, como el que desarrollan los amigonianos. Otros como el programa Entreluces han recibido división de opiniones. Si es alcalde, ¿qué cambios introducirá en las políticas de juventud y ocio del ayuntamiento?
R.- Los amigonianos llevan 25 años en nuestra ciudad y fueron reclamados por la parroquia de la Asunción. Pero prestan en Torrelavega un servicio muy concreto hacia unos jóvenes muy especiales, aquellos jóvenes con problemas de afecto o integración, mucho antes de que los problemas de integración fueran un lenguaje y un discurso comunes. Y no tienen nada en común un proyecto con otro, a pesar de que fueron los amigonianos quienes han puesto en marcha experiencias pioneras como los campamentos de verano etc. Y el otro es el programa Entreluces que es una actividad puntual que ofrece a los jóvenes la oportunidad de realizar talleres artísticos y demás los fines de semana. Siempre ha sido un programa discutible que se hacía como una propuesta más.
La legislatura que nos viene es la de la calidad de vida. Es en la que hay que conseguir que los torrelaveguenses se sientan en la calle como en el sofá de su casa y para mí ese es el objetivo prioritario en estas elecciones. Me voy a proponer a los torrelaveguenses para liderar un proyecto de ciudad, no sólo un proyecto. Lo que le falta a Torrelavega es una Casa de la Juventud. Pero si damos una gran cantidad de alternativas puntuales conseguiremos un aire más respirable en la ciudad y disminuiremos esos focos de conflictos.

P.- Se han hecho míticas en la ciudad las obras cíclicas, aquellas que llevan a un levantamiento impenitente de las calles. Una normativa municipal lo limita y, sin embargo, hay calles que se levantan varias veces, al menos una por legislatura, para rediseñarla, no por canalizaciones, o porque existen serios defectos de construcción (Menéndez Pelayo, Fernando Arce, Mártires..). ¿No podría haber un consenso entre los partidos para llevar a cabo las obras de la ciudad y evitar esta política de construir calles y rotondas para volver a tirarlas?, ¿no se podría llevar un poco más de control en las obras?, ¿y no podrían ser las glorietas más grandes?.
R.- Prometo solemnemente no hacer obras los tres últimos meses de la legislatura (risas). Yo creo que en verdad parece que estamos buscando el tesoro perdido en todos los lugares de la ciudad. Bueno, yo voy a responder tomando como referencia algo que ha sucedido en la calle Félix Apellániz la pasada semana. En esta calle unos operarios del servicio de aguas buscaban una tubería e, intentando picar en una tubería del abastecimiento de aguas, rompieron una tubería de gas. Ese hecho ya es relativamente grave, pero es muchísimo más grave que tardaran en encontrar los planos de la red de gas casi cuatro horas. Y eso pone de manifiesto una carencia, que es el plan de emergencia de la ciudad, que está todavía sin aprobar. Si tuviéramos un plan de emergencias coherente y un plan de riesgos riguroso sabríamos todos los torrelavenguenses interesados, porque hay medios técnicos para ello, dónde están todas las canalizaciones, las tuberías, etc. Y eso hay que hacerlo si queremos asegurarnos una calidad de vida. Otra cosa muy distinta, pero relacionada con ésta, es que las obras se planteen de manera racional. Pero hay obras en la ciudad en las que las tuberías tienen una acepción inimaginable para ubicar en ellas todos los saneamientos. Hay obras en la ciudad en las que una persona puede caminar por esa tubería para centralizar allí todos los servicios necesarios.

P.- ¿Por qué se invierte tanto dinero en obras como la realizada en el Parque de La Viesca y luego se abandonan, como demostró un reciente reportaje de Interaulas?
R.-Eso es fundamentalmente por dos razones. Primero, porque no hay una vigilancia necesaria y, segundo, porque no hay un acuerdo. Porque alguien debe ocuparse de ello. Imaginemos que en el entorno de La Viesca hubiera un voluntariado ambiental que le hiciera funcionar. Lo que hay que hacer es ocuparse de que exista ese tejido, esa gestión. Muchas veces las obras públicas tienen una segunda parte más difícil que la inversión, que es el mantenimiento. Para hacer esta gestión hay que tener voluntad.

P.- La gestión de obras también ha recibido algunas críticas. Recientemente varios vecinos mostraron en los periódicos locales su malestar con el parking de La Llama, su precio, su falta de personal y el funcionamiento de los cajeros, que aplican redondeos impropios. ¿Piensa el Ayuntamiento controlar mejor la concesión de servicios públicos?
R.- Dos cosas. Primera, lo que hoy el es aparcamiento de La Llama y lo que son los viarios de La Llama, fueron proyectos expuestos a todos los vecinos de la zona en el salón de plenos del Ayuntamiento, en actos públicos, y hubo la suficiente información para que todo el que lo deseara fuera al salón de plenos a ver toda la planimetría, todas las gráficas, todas las unidades de obra de esos proyectos, incluido el segundo parking de la ciudad construido en un lugar en el que los socialistas dijeron que era imposible hacer un parking. Por otra parte, está el funcionamiento diario, que es uno de los mejores en aparcamientos subterráneos, por lo menos de los que yo conozco, de los mejor construidos, de los que permiten mejor la conducción, la movilidad… Pero del funcionamiento diario del párking no tengo muchos datos en este momento, pero sí es cierto que eso es una concesión administrativa y que el Ayuntamiento tiene instrumentos para controlar esa gestión. Y no es menos cierto que el Ayuntamiento se relaciona con los ciudadanos de dos maneras. Una, decidiéndolo el propio Ayuntamiento y, otra, a petición de partes, porque los ciudadanos individual o colectivamente presentan iniciativas al Ayuntamiento para que éste les de respuestas.

P.- ¿Qué ocurre con el Consejo Vecinal?, ¿cuál es la causa del abandono de algunos miembros?
R.- No sé si sois conscientes de la dualidad que se produce aquí. Estáis hablando con alguien que fue alcalde y que ahora vuelve a ser candidato. Al consejo vecinal lamentablemente se le han hurtado los contenidos, se le ha desnutrido. El consejo vecinal que se constituyó cuando había un alcalde, en la pasada legislatura, que funcionó más o menos bien, que tenía contenidos porque también tenía otro soporte. Y es que en la pasada legislatura junto a ese consejo vecinal había una Concejalía de Barrios. Y en la presente legislatura, los torrelaveguenses en su mayoría quisieron que no hubiera Concejalía de Barrios y eso desnutrió de contenidos a un consejo vecinal cuyos portavoces siempre recurrían a la esta Concejalía, que era como una especie de brazo armado del consejo vecinal para canalizar sus reivindicaciones y sus peticiones. Lo que ha pasado en Torrelavega es que un número importante de asociaciones vecinales ha abandonado el consejo vecinal porque no tiene contenidos y porque han convertido los socialistas de Torrelavega en una figura decorativa aquello que es un órgano para la participación.

P.- ¿Piensa tomar su partido, en caso de llegar al poder, algún cambio de directriz en el polígono industrial?
R.- Total. No creemos que la solución a las carencias del suelo industrial de Torrelavega sea el polígono industrial de Tanos-Viérnoles, en el que se han vendido exclusivamente 38.000 metros cuadrados. Es un polígono demasiado pequeño para nuestras necesidades, un polígono que solamente en las necesidades de urbanización, en los equipamientos de servicios, agua, luz, energía más los diarios, más o menos se ve reducido al 50%, con lo cual vamos a tener ahí un poligonillo que va a ser válido para cuatro o cinco talleres. Todo eso después de poner freno a otro tipo de desarrollo de la ciudad en la parte sur, que es Tanos-Viérnoles, la falda del Dobra en la que había unos terrenos más propicios para otro tipo de desarrollo que el desarrollo industrial. Es una solución muy parcial. Nosotros seguimos creyendo que el gran proyecto industrial de Torrelavega es el corredor Sniace-Solvay, con lo cual estaríamos hablando de los 534.000 metros cuadrados del propio corredor más el millón de metros cuadrados que ocupa Sniace, y que es una empresa que tiene que adaptar su funcionamiento a la normativa europea imperiosamente.

P.- En el caso de ganar las elecciones, ¿llegará a algún acuerdo su partido para mejorar los servicios de la Casa de Cultura y coordinarlos con los municipales?
R.- La Casa de Cultura funciona muy bien. Tiene la única sala de cine de Torrelavega, que es una subsede de la filmoteca regional los jueves y una sala de cine comercial los sábados y los domingos, con películas de muchísima actualidad; tiene una sala de exposiciones, allí se imparten cursos, talleres y también tiene locales sociales para muchos colectivos que necesitaban una sede. La Casa de Cultura lo que tiene que hacer es prestar servicio a los torrelaveguenses. La titularidad y la propiedad a mí me parece que es una nadería. Yo, del edificio de Correos que está en Torrelavega, lo que me preocupa es que dé servicio a los torrelaveguenses, no que sea propiedad del Ayuntamiento o del estado… Con la Casa de Cultura pasa lo mismo. Es un equipamiento cultural que ahora tiene más contenidos que nunca y que presta más servicios que nunca.

P.- ¿Cuál sería con usted la política municipal para impulsar el campus universitario, aun no siendo de su competencia?
R.- Sí, sí es de mi competencia y voy a explicar por qué. Primero, por vocación, por mi condición de torrelaveguense y por mi condición de persona muy vinculada al mundo universitario, al mundo de la cultura y al mundo de la educación. Segundo, porque en la legislatura pasada la ciudad hizo un esfuerzo y cedió a la universidad por convenio muchísimos metros cuadrados para la implantación de un campus universitario y la ciudad se gastó unos doscientos millones de pesetas para ceder esos terrenos a la universidad. La ciudad de aquel entonces hizo un esfuerzo y puso un poco todas sus dotes de persuasión para convencer al rector de que la diplomatura de Relaciones Laborales se quedara en Torrelavega. Sin embargo, en esta legislatura se ha permitido que se traslade a Santander la diplomatura de Relaciones Laborales, que no se haya implantado definitivamente, al menos, las especialidades en Terapéutica ni ninguna nueva especialidad, que no se ocupen los terrenos cedidos por la ciudad, que no haya un proyecto de desarrollo de su campus universitario. Campus universitario que, por otra parte, se ha permitido en esta legislatura que se entremezcle con otras historias.

P.- Prometidas para enero, las obras de remodelación de las pistas de tenis de La Lechera aun no han comenzado. ¿Qué ocurre, cuál es su proyecto para esa zona de servicios, incluida la piscina, desbordada por la demanda de usuarios?
R.- Aún a riesgo de ser pesado una vez más, en la legislatura pasada se cubrió la última pista de tenis. En la legislatura pasada se crearon allí los dos mil metros de skate-park mejores que hay en Cantabria. Y en la legislatura pasada hicimos la ampliación de la piscina con un fin social que es increíble, que no existe en muchas ciudades, con actividades especiales para mujeres embarazadas y para gente menos válida. Todo eso es la ampliación que hicimos de la piscina. Nuestro gran proyecto es la piscina olímpica que va precisamente en el campus universitario y es un proyecto pactado por los arquitectos torrelaveguenses. Y ahora mismo se esta construyendo un consorcio integrado por cinco ayuntamientos para ejecutar esa obra que financiaremos nosotros, la Consejería de Cultura. Lo que se hizo en deportes en la legislatura pasada sostiene cualquier comparación con lo que se ha hecho en esta legislatura, desde el punto de vista deportivo y en otros muchos aspectos también, pero desde el punto de vista deportivo ha sido una legislatura calamitosa. Esa es la respuesta para responder a la saturación de la piscina.

P.- Un ciudad pionera en equipamientos deportivos como fue Torrelavega, ¿por qué se ha quedado estancada en este ámbito?
R.- En los anales de Torrelavega, la legislatura que ahora finaliza quedará como la más desastrosa y, si se me permite, voy a compararla con la pasada, cuando la ciudad hizo un esfuerzo increíble, con 500 millones de pesetas para el complejo Oscar Freire, con la creación del Instituto Municipal de Deportes, etc. y todas las mejoras que se hicieron no han visto este año su continuidad. Yo también lo lamento muchísimo, porque todo lo que se hizo en la pasada legislatura se hizo con una inversión de mucho dinero.
Desde luego volvemos a hablar de lo mismo: una ciudad con un dinamismo deportivo ejemplar es una ciudad con una política juvenil.

P.- La Inmobiliaria se está convirtiendo en los últimos años en el barrio oscuro de Torrelavega, con graves problemas de orden público y consumo, que han llevado al abaratamiento de las viviendas, la caída del comercio y el abandono de algunas familias ante el miedo. ¿Qué medidas piensan tomar para que La Inmobiliaria resurja y los vecinos puedan vivir con normalidad y, en general, para luchar contra las bolsas de marginalidad que se están produciendo entre el colectivo de inmigrantes?
R.- Sin embargo, los portavoces de la asociación de vecinos dicen que todo está maravillosamente. Hay un concepto nuevo que responde a una filosofía no tan nueva, que es el de la interculturalidad. El actual gobierno ha abierto una oficina de veinte metros a la que ha puesto por nombre oficina intercultural o algo parecido, pero no han hecho nada por acercar la Administración a los nuevos administrados. En la ciudad hay en estos momentos 367 ciudadanos rumanos censados y hay unos 700 ciudadanos básicamente magrebíes y sudamericanos y nadie se ha preocupado por acercar a todas esas personas.
Por otro lado, seguramente el barrio más necesitado de servicios sociales y también de servicios de seguridad sea La Inmobiliaria. Hay que volcar en él los esfuerzos, porque es la zona que más rápidamente está cambiando y en la que están apareciendo nuevos pobladores, necesita una política integral.

P.- ¿Para cuándo una solución para el tráfico de mercancías peligrosas en Tanos?
R.- No puedo evitar hacer alusiones. Quienes gobiernan hoy Torrelavega, la alcaldesa de Torrelavega para ser mucho más directo, en la pasada legislatura lideraba las manifestaciones en contra de las mercancías peligrosas con la firme promesa de que ellos lo iban a resolver. Eso sí que es una cuestión de estado para los torrelaveguenses, pero la solución a eso, que no depende exclusivamente del Ayuntamiento de Torrelavega, es mucho más fácil cuando las puertas a las que tiene que llamar una alcaldesa socialista son socialistas en Cantabria y socialistas en España y, en este sentido, no se ha hecho nada. Los grupos políticos tienen que conjurarse en la próxima legislatura para resolver los grandes problemas históricos de la ciudad y mi obligación como candidato es proponerme para liderar un proyecto para crear un consenso que trabaje para encontrar la solución definitiva de los grandes problemas de Torrelavega

P.- Después de que un escape en Sniace hiciera ver a principios de marzo la deficiencias del sistema de alerta del CIMA, ¿qué medidas se van a tomar para corregir este problema?
R.- Tres fundamentales. No se ha constituido la mesa de la sostenibilidad, no se ha constituido en el Ayuntamiento de Torrelavega el Consejo del Medio Ambiente. En segundo lugar, dotar de medios técnicos a los estamentos oficiales y una tercera muy importante: en el mes de octubre de este año acaba el plazo que Sniace tiene para adaptar su normativa a la normativa de vertidos europea y todo eso hay que hacerlo en esta legislatura. Esta tiene que ser la legislatura de la calidad de vida.

P.- Además de por un milagro, ¿cómo puede un joven conseguir una vivienda en Torrelavega?
R.- La ley está muy clara. Dice que el 25% de las viviendas que se construyan han de tener un régimen de protección y en áreas peri-urbanas ese 25% se eleva al 30%. Eso significa que si los ayuntamientos activan su plan general de ordenación urbana, como mínimo un 25% de las viviendas que se construyan tienen que ser viviendas con algún régimen de protección al alcance de nuestros jóvenes.

 

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