El jueves 19 de mayo David Bustamante acudía al centro comercial Carrefour de Peñacastillo para firmar ejemplares de su tercer trabajo ‘Caricias al alma’, que ya es número 1 en ventas. Tres alumnas del IES Peñacastillo estuvieron allí y nos cuentan en primera persona su experiencia.

Había llegado el jueves 19 de mayo, el día que David Bustamante firmaba discos en Santander. Cuando llegué a Carrefour, algunas de mis amigas ya estaban allí, con mantas y sacos después de pasar la noche. Habían estado esperando desde la tarde del día anterior para ser las primeras en la cola. El resto de mis amigas y yo estábamos un poco más atrás, pero cerca. No podíamos quedarnos sin esa firma y esos dos besos que tanto deseábamos. Yo tuve que estar en el instituto porque tenía un examen de inglés. Menos mal que estaba cerca, porque si no… Estuvimos tomando el sol tiradas sobre una toalla porque hacía un día estupendo, pero un rato después nos colocaron a todas en una fila y nos metieron dentro del centro, donde las filas estaban organizadas con unas barandillas.

Pronto empezamos a comer en un restaurante de comida rápida de Carrefour, y cuando estábamos en la mesa nos tuvimos que ir sin terminar de comer, porque nos llamaron al móvil para decirnos que ‘Busta’ había cogido ya el vuelo en Madrid y se dirigía hacia Santander. Llamamos al hermano de Susi, una de nuestras amigas, y nos fuimos muy rápido al aeropuerto. Estuvimos esperando unos 15 minutos y por fin apareció; llevaba una cazadora y un pantalón vaquero, estaba muy guapo. Allí le pudimos dar un beso las que tuvimos suerte y sacarle alguna foto.

Al llegar la tarde, la cola ya daba la vuelta al centro comercial y los nervios poco a poco se iban apoderando de nosotras.

Cuando se iba aproximando la hora los policías y los antidisturbios comenzaron a rodear el recinto donde estábamos nosotras, nos empujaron y todo el mundo empezó a estar muy nervioso. Todas con el disco y la cámara de fotos en la mano, estábamos ansiosas por poder verle y poder tenerle cerca y darle ese pedazo de beso que tanto tiempo llevábamos esperando.

Por fin llegó el momento, eran las 7 y ‘Busta’ apareció por el balcón de los cines, con un micro en la mano y cantando su nuevo single: ‘Devuélveme la vida’. Empecé a llorar al verle, y toda la gente empezó a gritar su nombre, pero yo de los nervios no hacía mas que llorar, ¡que guapo estaba!. Llevaba puesto un pantalón vaquero, una camiseta sin mangas blanca a juego con sus botas blancas de punta y una americana azul de raya diplomática. Apareció con el pelo suelto pero mientras fue firmando y cantando se hizo una coleta.

Llegó la hora, ¡me tocaba subir!. Mis amigas y yo subimos las escaleras lo más rápido que pudimos, sacamos todas las fotos posibles… Cuando llegué junto a él, pedí por favor que me dedicase el disco, pero no pudo ser por la cantidad de gente que había.

Me firmó, salí de Carrefour y volví a entrar para volver a verle, pero ya más triste porque ya no volvería a tenerle tan cerca. Allí estaban sus hermanos mirándole orgullosos mientras él seguía firmando y firmando discos. Se quedó un poco más de lo previsto.

Cuando él se marchó, todo el ambiente se quedó más triste y las más rápidas consiguieron unos grandes pósters que colgaban del balcón. Yo desafortunadamente no conseguí ninguno.

Trabajo original