Durante el mes de marzo nuestro colegio acogió una exposición sobre el arte religioso y su restauración, dentro del ciclo de exposiciones denominado ‘Todos enseñamos, todos aprendemos’. Con este motivo hemos entrevistado a uno de los más importantes restauradores de Cantabria, Fermín Reguilón Rivero, organizador de la muestra. Este hombre forma parte de una cooperativa de cinco socios que tiene su taller establecido en Santillana del Mar.

Nombre: Fermín
Apellidos: Reguilón Rivero
Fecha de nacimiento: 26-12-61
Edad: 44 años
Estado civil: casado y con dos hijas
Profesión: restaurador

Pregunta.- ¿Cuánto llevas en este empleo?
Respuesta.- Pues ha hecho 25 años que trabajamos como restauradores en Cantabria.

P.- ¿Cómo llegaste al mundo de la restauración?
R.- Pues fue gracias a un amigo mío que me dijo de hacer unos cursos de restauración en Santillana promovidos por Caja Cantabria y entonces formamos un grupo para trabajar en unas obras de aquí, en la diócesis de Santander.

P.-¿Qué estudiaste?
R.-Estudie bachiller en el instituto Besaya y a partir de hay hicimos tres cursillos consecutivos de restauración con un profesor de Bellas Artes que venía de Madrid y un profesor de Historia del Arte de aquí, de Cantabria.

P.-¿Es muy difícil entrar en el mundo de la restauración?
R.-Ha sido un mundo bastante cerrado, pero hoy en día es una profesión que está muy abierta y difundida. Se puede decir que está de moda y es bastante asequible.

P.-¿En qué consiste?
R.-Lo más importante de la restauración es la conservación y esto conlleva que todo lo que tratamos e intervengamos es para que la gente lo disfrute el mayor tiempo posible.

P.-¿Se puede vivir de este trabajo?
R.-Si, yo estoy viviendo de ello, gracias a Dios, y sinceramente creo que sí.

P.-¿Cuál es tu especialidad en la restauración?
R.-Bueno pues nosotros en el taller somos una cooperativa de cinco socios y nos hemos especializado más que nada, debido a la formación que nos dieron, en retablos e imágenes, lo que es restauración de madera y bultos.

P.-¿Esta bien visto?
R.-Socialmente es una profesión que está muy bien vista.

P.-¿Cómo conociste a tus compañeros de la cooperativa?
R.-Fue por una inquietud que hubo aquí en Cantabria desde el Obispado de Santander. Éramos amigos y como nos gustaba y teníamos inquietudes por este arte decidimos comenzar unos cursos y, más tarde, montar una empresa.

P.-¿Desde pequeño se te dieron bien las manualidades?
R.-Bien… no lo sé, pero lo que es cierto es que siempre me han gustado mucho los trabajos manuales, la marquetería me encantaba desde muy pequeño y eso fue una de las cosas que me animó mucho a introducirme un poco en lo que es la restauración por las posibilidades creativas que tiene y lleva en sí ese trabajo.

P.-¿En qué estas trabajando ahora?
R.-Ahora mismo estamos trabajando en un retablo en la iglesia de Queveda. Es un retablo al que, por una mala intervención, se le dio purpurina desde arriba hasta lo que es la prevela. Otro compañero y yo estamos ahora quitándole toda la purpurina para poder verle en su estado original.

P.-¿Qué instrumentos se suelen usar?
R.-Lo que más se utiliza en la conservación, el primer paso, son unas pinzas por las que se hacen con algodón unos isojos para eliminar barnices y repintes y un bisturí. Pero lo más importante en la conservación es la desinfección de las obras y consolidar y endurecer esa madera para que no se deteriore más.

P.-¿Cuáles son los materiales que empleáis?
R.-Hay un abanico de materiales que son de toda la vida, productos que se han utilizado en la composición de las obras y hoy en día se siguen utilizando, aunque hay alguna innovación y productos químicos para la eliminación de esos barnices y repintes que han dado posteriormente. Pero la mayoría de lo que se utiliza son disolventes.

P.-¿Qué ha sido lo más difícil que has restaurado hasta ahora?
R.-Lo mas difícil fue el retablo de Rasines, que es de gran tamaño y el estado en el que se encontraba era muy malo, ya que se le había caído una bóveda encima y tuvimos que reconstruirla mediante fotografías.

P.-¿Cuál ha sido la restauración que más te ha impactado?
R.- En particular no sabría cuál decir, casi todas tienen «algo». Debido a que son diferentes tienen sus peculiaridades y podemos hablar del retablo de la Buena Aparecida por su importancia, por ser el retablo en el que se encuentra la patrona de Cantabria y es uno de los que te dejan con buen sabor de boca.

P.-¿Qué te gustaría restaurar?
R.-No sé, yo creo que soy poco ambicioso, me conformo con lo que hay en Cantabria, que me parece bastante bueno, y con que podamos seguir teniéndolo para poder disfrutar de ello. Pero no tengo ninguna ambición en especial.

P.-¿Más o menos, cuánto tiempo te lleva restaurar una pieza pequeña?
R.-Pues todo depende del estado en el que se encuentre, porque puedes tener una pieza pequeña que esté muy bien de estado y de conservación y entonces lo puedes hacer en un tiempo reducido. Pero lo más normal en una pieza que mide unos 50 centímetros, y que su estado de conservación no sea ni malo ni bueno, puede durar mes o mes y medio…

P.-¿Cómo te dio por hacer una exposición en nuestro colegio?
R.-Pues me animaron dos compañeros que están aquí en la APA, que son Nilo Merino y Mauricio, y me convencieron porque como mi trabajo es diferente quisieron que me animase a exponer y entonces un día lo hablé con la directora, Charo Cagigas, y al final me decidí y estoy muy contento por haberlo hecho, porque parece que ha tenido una buena aceptación.

P.-¿Qué les dirías a los jóvenes que quieren realizar esta carrera?
R.-Pues yo creo que es interesante y todo aquel que tenga actitudes, que se encuentre más o menos familiarizado con los trabajos de manualidades, que lo intente, porque es una satisfacción el ver como empiezas con obras bastante deterioradas y luego el acabado final te da una satisfacción del trabajo realizado.

P.-¿Para ser un buen restaurador que consejos darías?
R.-Yo creo que lo más importante es que te guste el arte y tener muchísima paciencia, porque es un trabajo en el que las prisas no conducen a nada.

P.-¿Tiene salida?
R.- A largo plazo. Cada vez vivimos mejor y el dinero parece que es una de las bases más importantes para que la restauración tenga salida. Hoy en día entiendo que se cumple muchas necesidades básicas que tenemos cubiertas, sobre todo hace tiempo en las iglesias. Hoy en día se tiende más a restaurar y los retablos e imágenes son el futuro de la restauración.

Desde aquí te queremos agradecer a Fermín Reguilón la gran exposición que puso en nuestro colegio y que gracias a tu colaboración muchos alumnos han resuelto muchas dudas de este bonito y, a la vez, un poco olvidado trabajo… Esperamos que la restauración salga adelante y que Reguilón siga pudiendo disfrutar tanto arreglando estas obras de arte como nosotros mirándolas.

Trabajo original