Harry Dickson, llamado el Sherlock Holmes Americano, es un detective surgido de la tradición del relato Pulp, creado por el belga Jean Ray (1887-1964), autor de literatura fantástica. Las aventuras de Dickson son dinámicas y fantásticas, como en ‘La casa de las alucinaciones’. En Francia, las editoriales Dargaud y Soleil han adaptado sus aventuras, con el ya clásico estilo de línea clara. Como producto de una época y portador de un carácter emblemático, Dickson fuma pipa.

Título: ‘La Casa de las Alucinaciones’.
Autor: Jean Ray.
Editorial: Júcar.

Tanto en este libro de suspense, La casa de las alucinaciones, como en otros muchos (El Canto del vampiro, La banda de la Araña, La venganza de las siete sillas), nuestro protagonista es siempre el mismo: el gran héroe Harry Dickson.
En cualquiera de estos ejemplares, nuestro protagonista pone en juego su inteligencia y audacia para prevenir y solucionar los problemas que irán aflorando a lo largo de las historias presentadas. Para todos, Harry Dickson no es más que un héroe que vive de las más leves sospechas que dejan el rastro de sus ineptos temerarios.

La Casa de las alucinaciones es el escenario donde se desarrollan una serie de extraños sucesos relacionados con las ciencias ocultas, lo espiritual y, en cierto modo, con lo mágico.
Trata este libro sobre una casa abandonada, la llamada casa Pratt, la cual se localiza en Old Jewrystreet, una calle corta y de poca importancia.
Un personaje de la alta sociedad, el señor MaxweIl, perdió todo su dinero a causa del juego y la bebida, a la vez que perdió a su familia.
Solo y desamparado el señor Maxwell, Félix Maxwell, decidió asentarse en la antigua casa de Old Jewrystreet. Su primera y última noche de existencia en la casa fue algo tremendo.
Desde un primer momento el cebo de aquellos seres extraños que con él se encontraban, notó la impresión de una presencia indefinida a su lado a la cual no puedo ver, ya que no había luz en aquella longeva casa. Al rato, algo subía por las escaleras dirigido al lugar en el que el Sr. Maxwell se encontraba; un par de pinzas provenientes de la cocina, subían por las escaleras, después un atizador estaba en el aire enfrente de Félix Maxwell moviéndose sin cesar. Hasta que una herramienta de fontanería lo golpeó en la cabeza y quedó inconsciente. Al día siguiente apareció en el banco que se encontraba en frente de la horrible y catastrófica casa abandonada.
Harry Dickson, nuestro fiel detective, encontró al ahora vagabundo, tendido en el banco de la calle Old Jewrystreet. A partir de aquí comienza una larga aventura para Harry Dickson motivada por el suceso. El genial Harry Dickson habrá de enfrentarse a una banda de peligrosos espiritistas empeñados en poseer, al precio que sea, el secreto de la vida y de la muerte.

Este es un libro el cual recomiendo a personas a las que les guste la intriga, el suspense y, por supuesto, lo espiritual. Pero … Ahora en la realidad… ¿Existen los espíritus? ¿Hay espíritus entre nosotros? ¡Contestad vosotros, yo no me atrevo!

Trabajo original