Sabíamos que la guerra entre la eléctrica Endesa y la caja de ahorros La Caixa iba a dar que hablar durante mucho tiempo. La guerra por el control del sector energético en España está ya más que comenzada y nadie se quiere quedar fuera, de hecho los bandos cada vez se hacen más y más fuertes.
Así que el culebrón continúa, pero hay cambios: por un lado en los aspectos económicos de la OPA, ya que se baraja la posibilidad de que exista una nueva oferta, en la que las acciones serían pagadas al precio de 24,8 € y además la nueva oferta establecería el pago en metálico del 80% de la misma y el resto en acciones de Gas Natural, por otro lado se nos presentan los cambios más sustanciales, que se nos presentan en el ámbito político.
En principio la OPA parecía tener un claro interés económico, pero a día de hoy es el carácter político el que rige todo el desarrollo de ésta, ahora diremos que es una OPA politizada al 100%, tanto en los aspectos que rigen la OPA (motivaciones, causas, objetivos) como en los aspectos y escándalos que por el momento la OPA ha levantado. Quizá la parte más interesante sea esta última, ya que en las últimas semanas los periódicos nacionales se han hecho eco en sus portadas de escándalos relacionados con la OPA, como es el caso del denominado “Caso Montilla” o el hecho de que curiosamente algunos de los posibles responsables de que la OPA salga o no adelante ya sea directa o indirectamente son políticos catalanes, “ex” del PSC, como es el caso de el propio ministro de industria José Montilla, Maite Costa, presidenta de la Comisión Nacional de Energía (CNE), o el posible ponente –que es el encargado de coordinar los informes que los miembros del Consejo solicitan a los servicios técnicos de la CNE- Sebastiá Ruscalleda i Gallart (sí, es Catalán).
Otro de los escándalos, éste más sonado, es el del “Caso Montilla” tal y como lo han denominado algunos políticos del PP en el intento de darle un toque sensacionalista al asunto. Pues bien, el “caso” está en que hubo una deuda por parte del PSC (el partido socialista Catalán) de unos 6,57 millones de euros y la Caixa la condonó a finales de 2004. Además, otros 7,81 millones fueron renegociados con un tipo de interés tres veces inferior al aplicable aquel año, cuando Montilla era aún consejero de La Caixa.
Por otra parte, hemos de tener en cuenta el hecho de que Zapatero no ganó las elecciones por mayoría absoluta, asi como quiénes le ayudaron en su momento a acceder al gobierno (los catalanes); los favores se pagan, tal y como posiblemente ocurrirá con el Estatut Catalán.
Así nos encontramos con un panorama que, en principio, no parece muy parcial, pues se nos presenta una OPA hostil de una empresa Catalana, Gas Natural, que esta controlada por una Caja también Catalana (La Caixa), contra una empresa prácticamente Madrileña, Endesa, que está controlada por una caja también Madrileña (Caja Madrid), si a esto le añadimos que el hecho de que salga adelante o no la OPA recae sobre políticos o responsables catalanes (Montilla, Costa, Ruscalleda), el escándalo provocado por la condonación de la deuda al PSC, y las “deudas” de Zapatero con Cataluña, la OPA deja de ser una incógnita y pasa a ser un mero trámite: vini, vidi, vinci pensará Ricardo Fornesa (presidente de La Caixa).
Por parte de Endesa, es destacable que ésta lo ve francamente mal, y que en estos momentos intenta probar todas las salidas posibles al problema, aunque es más que probable que no consiga evitar la OPA. Pese a ello agota las posibilidades demandando por motivos diversos a Gas Natural y a La Caixa.
Por el momento su intento de que el asunto fuese llevado por las autoridades europeas ha sido fallido, algo bastante predecible: el comisario europeo de Asuntos Económicos es Joaquín Almunia.
Pizarro ve casi todo perdido y accede a arreglar las cosas con Gas Natural siempre que retiren la OPA, algo que parece nada probable.
Así que tal y como marchan las cosas la historia continuará por los siguientes derroteros:
El tribunal de defensa de la Competencia deberá emitir un informe sobre el impacto que causará la fusión en el ámbito energético español.
Tras esto, el Gobierno deberá aprobarlo en el Consejo de Ministros, así que la OPA tendrá luz verde a partir de enero de 2006.
Aquí entrarán la CNMV (comisión nacional del mercado de valores) y su homologa estadounidense la SEC, con lo que la OPA comenzara sobre principios de febrero, así los accionistas de Endesa darán (o no) el visto bueno a la venta de las acciones, cerrándose el proceso alrededor de marzo.
Tal y como van las cosas es muy probable que en poco tiempo un elevado tanto por ciento de la energía que consumamos en España provenga o al menos cause beneficios en Cataluña.