Así es el interior del Palacio de Festivales, polémico edificio situado en la bahía de la capital cántabra desde 1991 y en el que se celebran numerosas actividades culturales.

Desde 1991 tenemos en Cantabria un edificio en el cual están presentes la cultura y el espectáculo. Es el Palacio de Festivales de Cantabria, diseñado por el arquitecto Sáenz de Oiza, creado para hacer llegar a Santander las más variadas actividades culturales, tales como la música, el teatro, la ópera, la danza, conferencias, presentaciones, exposiciones, etc. Con él se ha contribuido a la potenciación de la vida cultural de Santander y Cantabria, dando al público la posibilidad de encontrar, en cualquier época del año, conciertos, representaciones teatrales, óperas, congresos, etc.

Situado en la calle Gamazo, el edificio, al que se accede por esta misma calle y por Reina Victoria, alberga tres grandes salas.

Las Salas: Argenta, Pereda y Griega

La más grande es la Sala Argenta, llamada así en honor al famoso director de orquesta castreño Ataúlfo Argenta.
Consta de 1.648 localidades, un escenario de 580 metros cuadrados con una cristalera orientada hacia la bahía, y de doce camerinos, situados debajo mismo de la Sala. Junto a estos camerinos hay otros dos grandes habilitados para grupos de unas 50 personas y una sala-gimnasio.

Seguida en tamaño está la Sala Pereda, cuyo nombre le fue dado en recuerdo al escritor montañés José María de Pereda. Tiene 570 localidades y diez camerinos, situados detrás del escenario. Éste, de 215 metros cuadrados, tiene una estructura, llamada pistón, que le permite ganar superficie. En el techo de la sala hay una pintura al fresco que representa las artes escénicas (música, danza y teatro), y que fue realizada por Raúl Fuentes.

Y la más pequeña es la Sala Griega, llamada así por su disposición en forma de anfiteatro. En la parte superior de las gradas hay unos paneles que, cuando se abren, dan paso al foso de la Sala Argenta. Estos paneles han sido pintados con alegorías de danza por la artista cántabra Susana Reberdito.

Además de estas salas, en el Palacio también hay un gran número de oficinas, salas más pequeñas y talleres donde se preparan los decorados y el vestuario de las representaciones.

El «vestíbulo» de la Sala Pereda, con entrada por la calle Gamazo, es la Sala de Exposiciones «Gutiérrez Solana», cuyo nombre nos recuerda a uno de nuestros más conocidos y destacados artistas plásticos. Cada sala posee, además, una cafetería propia, y una red de ascensores y escaleras mecánicas, destinados a mejorar los accesos.

Ahora que ya conoces las infraestructuras, ¡dedícate a disfrutarlas!

Trabajo original