Estos alumnos han elegido un monumento ubicado en el municipio vecino donde está instalado su instituto: el Capricho de Gaudí, en Comillas. Su historia, las remodelaciones, entrevistas y conclusiones personales forman parte de este reportaje, en el que se destaca la compra del monumento por una empresa japonesa y su utilización como un restaurante de lujo.

Pocos datos seguros se tienen sobre la Villa Quijano. Mas conocida, desde fecha incierta, como «El Capricho de Gaudí». Todos los datos documentales sobre este edificio han desaparecido con la perdida de los archivos de Gaudí y de Cascante durante la Guerra Civil.

Poco se sabe sobre el promotor de las obras D. Máximo Díaz de Quijano, apodado «el rico indiano». Se sabe que Máximo Díaz de Quijano estaba en posesión de una mediana fortuna, por lo que tendría ciertos problemas económicos para concluir las obras.

Los Díaz de Quijano eran originarios de Comillas, donde habían alcanzado cierta notoriedad. Máximo y el primer marqués de la villa eran concuñados, esto explica la tolerancia de los López para con la proximidad de «El Capricho» respecto a Sobrellano y a las fincas familiares, a cuyo círculo íntimo pertenecía.

Máximo Díaz de Quijano era abogado de profesión y se dedicaba a la música de forma aficionada.

El marcado orientalismo de las visitas regias a Comillas conduce a Máximo Díaz de Quijano a concebir su casa de Comillas como un palacete oriental, expresión estilística de lo que él mismo entendía como imagen arquitectónica de España.

Fascinación por Gaudí

En 1881 y 1882, Quijano había visto ya algunas obras del joven arquitecto Antonio Gaudí, obras en las que se construyeron unos hermosos kioscos exóticos, los cuales fascinaron a Quijano.

Pero, el parecer Gaudí eludía la relación con Quijano, así que la única forma de realizar el edificio sin toparse con él, era haciéndolo a distancia y sin conocerlo. Este miedo de Gaudí a toparse con Quijano era un tanto misterioso, puesto que se trataba de uno de sus encargos más importantes.

Es posible que el Gaudí anticlerical de aquellos años quisiese evitar encuentros desagradables con Quijano, el católico y apostólico. Además cabe pensar que un artista aficionado como Quijano, probablemente muy entusiasmado con la obra, quisiera influir en exceso en el desarrollo del proyecto. Ésta es una cuestión que Gaudí con toda seguridad no toleraría.

Pese a todo Gaudí se volcó en el proyecto para «Villa Quijano». Recibía fotografías del entorno y al parecer recibía detallados informes topográficos y climatológicos sobre la finca.

De la direcci6n de las obras se encargo Cristóbal Cascante, su condiscípulo en la Escuela de Arquitectura, por eso, Gaudí debió enviar abundantes planos de detalles, una maqueta y mantener una frecuente correspondencia con Cascante. 

De todas maneras, el encargo era problemático, puesto que Gaudí no conocía el norte de España y las descripciones climatológicas que debía recibir entraban en abierta contradicción con el estilo elegido. Gaudí convertiría la búsqueda de luz y calor en el principal programa del edificio.

Casa como organismo vivo

Gaudí concebía la casa unifamiliar como un organismo vivo en el que las actividades diarias deben seguir el recorrido del sol, como un girasol. Por eso, los espacios donde se concentran las actividades domésticas durante la mañana y el mediodía (despacho y sala de familia) se orientan al sur, y los ocupados por la tarde (comedor de invierno salo de visitas) a poniente; dejando la fachada norte como zona fresca (comedor de verano) o para espacios auxiliares (cocina).

En el intento de recoger en la decoración todo lo que tiene significación, es particularmente apreciable el homenaje a las aficiones musicales del propietario; desde la abeja guitarrista y el pájaro organista de las vidrieras del cuarto del ángulo EN, hasta las famosas ventanas musicales del gran salón.

El aspecto arborescente de la torre indica el intencionado mimetismo natural del edificio, previsto para ser visualmente devorado por la vegetación, sobre todo la hiedra que subía por los muros.

En general, el proyecto de Gaudí observa una estrecha relación arquitectura-naturaleza, evidente en la integración del edificio en la masa del bosque ordenado, la decoración vegetal, los perfiles redondeados, etc.

La mayoría de las autores señalan que el edificio fue construido sin que Gaudí visitara Comillas pero, sin embargo, Bassegoda apunta la posibilidad de que el arquitecto pasara por la villa camino de Santiago de Compostela.

Se trata de una obra desconcertante y esotérica, difícil de conocer documentalmente, pero que nos acerca, probablemente mejor que cualquier otra, a lo que fue el Gaudí joven, sonriente y optimista, en el trabajo despreocupado de las arquitecturas del veraneo.

El Capricho, hoy

Este es el edificio mas importante a nivel nacional e internacional que se encuentra en Comillas, ya que todos los monumentos realizados por Antonio Gaudí son patrimonio mundial.

Este monumento heredado por la nieta del marqués de Comillas fue vendido al estar en ruinas a la empresa Cuatro Caños en unos 45.000.000 de pesetas. Esta empresa en 1988 bajo el control de Bellas Artes y el Ayuntamiento de Comillas, a través de sus técnicos urbanísticos, conceden la licencia para la restauración del Capricho de Gaudí, debido a su estado en ruinas, el valor de esta restauración ascendió a los 200 millones de pesetas, hasta que los propietarios del Capricho de Gaudí en el mes de Octubre de 1990 vendieron este preciado monumento al grupo japonés MIDO (dedicado al ocio y al turismo en todo el mundo) por un valor aproximado de 1.000 millones de pesetas.

De monumento cántabro a restaurante japonés

El grupo MIIDO realizo una segunda restauración convirtiendo el Capricho en un lujoso restaurante de gran éxito entre los turistas, especialmente los extranjeros, siendo visitado por miles de personas durante las épocas vacacionales.

Los monumentos de Comillas y en especial El Capricho de Gaudí, han hecho que esta villa turística cada año sea más visitada lo que favorece a la hostelería a la que mayoritariamente esta dedicada lo población de la villa comillana.

Entrevista a Luciano Vega, promotor de Hnos. Vega Díaz Rehabilitaciones SL.

Pregunta.- ¿Qué significa para usted el Capricho de Gaudí.
Respuesta:- Para mí el Capricho es sinónimo de rocambolesco y algo pasado para el enclave en el que está situado pero, en definitiva, es algo que atrae a la gente, así que, eso es bueno.

P.- ¿Lo ha visitado alguna vez? ¿Qué es lo que más le gustó de su visita?
R.- Si, he estado muchas veces sobre todo a partir de su transformación en restaurante. Lo que más me gustó del edificio fue su gran pórtico principal, formado por esas grandes columnas, y quizá también las barandillas de forja situadas en las tachadas.

P.- ¿Qué le parece el estilo utilizado por Gaudí en su obras?
R.- A mí, personalmente, no me gusta demasiado la forma que tiene este personaje para realizar sus proyectos, son demasiado modernos y demasiado raros para lo que estoy acostumbrado a ver.

P.- ¿Usted cree que ha supuesto el Capricho de Gaudí algún cambio en el entorno de Comillas?
R.- Pienso que ha sufrido un cambio bastante positivo para el entorno y, sobre todo, para la misma villa de Comillas. Son miles las personas que durante el verano y también el invierno, las que se acercan, bien a conocer simplemente el edificio o bien a probar su cocina. Estas personas son en su mayor parte jubilados y extranjeros que viajan a Comillas solamente para visitar el Capricho.

P.- ¿Qué le parece la restauración del Capricho que se realizó en 1988?
R.- La verdad es que esta restauración vino muy bien para la estructura del edifico. puesto que, ya se estaba derrumbando una parte de él y podría hacer que la parte que estaba más o menos sana también se viniera abajo. Pienso que ha sido una buena decisión.

P.- ¿Qué le parece que hayamos «perdido» los cántabros un monumento tan espectacular como este, en favor de una empresa japonesa?
R.- Hombre, como buen cántabro, a nadie le gusta que teniendo un edificio de estas características y de esta fama nacional e internacional en la villa de Comillas, tenga que ser arrebatado por una empresa que no solo no viene de este continente, sino que se trata de una empresa asiática. Pero me parece que están haciendo una buena labor y que están poniendo el nombre del Capricho en un alto nivel.

P.- ¿Qué le inspira a usted tanto girasol en el edificio?
R.- Bueno, la presencia en la mayor parte de los huecos de las fachadas de estos adornos florales con motivos de girasoles, me parece algo que no pega con lo que es el edificio, pero el arquitecto en su afán por buscar la luz y el calor del sol, creo que tuvo una buena idea tratando de construir un edificio con formas de girasol.

P.- ¿Qué le parece la figura de Antonio Gaudí como arquitecto?
R.- Lo verdad es que no tengo demasiados datos de este arquitecto, pero los pocos que tengo se tratan de alabanzas hacia su arquitectura.

Encuesta a Cristina Sánchez Gómez, una estudiante de C.O.U.

Pregunta.- ¿Qué significa para usted el capricho de Gaudí?
Respuesta.- Pues el capricho de Gaudí es un monumento muy representativo de Comillas pero que a causa de ello se ha convertido en un negocio.

P.- ¿Lo ha visitado alguna vez? ¿Qué es lo que más le gustó de la visita?
R.- Si lo he visitado, y lo que más me gustó fue la fachada principal.

P.- ¿Qué le parece el estilo utilizado por Gaudí en sus obras?
R.- Llamativo y muy original.

P.- ¿Usted cree que ha supuesto el Capricho de Gaudí algún cambio en el entorno de Comillas?
R.- Si, pero no solo el Capricho de Gaudí sino también el resto de monumentos de Comillas.

P.- ¿Qué le parece la restauración del Capricho que se realizó en 1988?
R.- Bien, porque sino se hubiera derrumbado, esa restauración se debería haber realizado antes.

P.- ¿Qué le parece que hayamos perdido los cántabros un monumento tan espectacular como este, en favor de una empresa japonesa?
R.- Pues mal porque es una obra de gran importancia, pero si eso beneficia al Capricho pues bueno, ni tan mal.

P.- ¿Qué le inspira a usted tanto girasol en el edificio?
R.- Muy bonitos y aporta originalidad y luz al conjunto de la obra.

P.- ¿Qué le parece la figura de Antonio Gaudí como arquitecto?
R.- Es muy interesante y original y además debería tener más importancia de la que se le ha dado.
 
Conclusiones de Luciano Vega

En mi opinión este trabajo nos ha servido de mucho para conocer cosas de nuestro entorno que prácticamente desconocíamos. Además de aprender nuevas cosas sobre el Capricho de Gaudí, hay que añadir el interés de nuestra parte ya que es un tema que nos gusta y además se trata de un trabajo que tiene mucho que ver con todo nuestro entorno puesto que vivimos muy cerca de él.

Aunque la escasez de datos acerca del arquitecto de esta obra, Antonio Gaudí, nos ha impedido encontrar todos los datos que desearíamos, pienso que el trabajo está bastante bien contenido con todos los datos mas importantes de el Capricho, desde la época en que fue construido hasta la época de su restauración para la posterior apertura de un restaurante de lujo.

En lo que respecta al trabajo de El Capricho de Gaudí creo que se trata de una obra en la que su arquitecto Antonio Gaudí ha hecho uno de sus más deseados trabajos, pese a que, al parecer, no visitaba demasiado la ejecuci6n de la obra, según algunos, debido a su enemistad con el propietario de dicho edificio Antonio Díaz de Quijano.

En mi opinión, el Capricho es el símbolo más representativo de todas sus obras, por eso de la búsqueda de luz y calor que él tanto buscaba en todas sus construcciones, y también porque a pesar de no visitarlo mucho y no querer dirigir las obras en un principio, creo que Gaudí se ha sentido muy personalizado con el edificio y pienso que se sintió muy satisfecho el poder proyectar un edificio tan importante como es El Capricho de Gaudí.

No cabe duda de que el Capricho es una de las mejores construcciones de toda la parte norte de España, por no decir la mejor de las construcciones de todos los tiempos y que pienso que no tiene nada que envidiar al resto de obras de Antonio Gaudi como el parque Güell, la casa Viçens, etc, sino todo lo contrario, El Capricho tiene que tomarse como una gran obra dentro de la época del modernismo en España.
 
Conclusiones de Pedro Álvarez
 
Con este trabajo he aprendido muchas más cosas del Capricho y de Gaudí de las que yo pensaba. Me ha parecido algo muy interesante ya que el capricho de Gaudí forma parte del lugar en el que vivo y creo que documentarse sobre el lugar en el que vives, personas más conocidas, monumentos, cosas antiguas, etc, es importante saberlo ya que todo lo pasado son tus raíces y esta bien saber cómo fueron evolucionando nuestros antepasados.

Yo vivo al lado del Capricho y he evolucionado con él desde sus ruinas hasta ahora. Un vecino ya fallecido se encargaba de abrírselo a los turistas por lo que lo conocí tanto por dentro como por fuera cuando aún no estaba hecha la restauración.

A mí de pequeño ya me gustaba mucho, pero con los años aprendes a apreciar y admirar las obras de arte. Como podemos ver en todas las obras de Gaudí, su arquitectura es atrevida y modernista, lo que hace que sus proyectos sean impresionantes. Con este trabajo he aprendido que lo más importante para Gaudí era la búsqueda de luz y calor para finalmente poder distribuir un reparto adecuado en la casa (habitaciones, salón…) en la cual todas las zonas tuviesen luz y calor.

Conclusiones de Fernando Sánchez

En general este trabajo me ha servido para aprender bastante más de lo que ya sabía del Capricho de Gaudí. Antes de hacer este trabajo yo sabía del Capricho lo que la mayoría de los comillanos, pues que es una magnífica obra de Gaudí y que es un girasol gigante, ahora he aprendido rasgos más concretos e interesantes del Capricho que no sabía y eso me gusta ya que son datos de la obra de mi pueblo, los comillanos deberíamos mas a menudo documentarnos sobre los monumentos tan importantes que tiene nuestro pueblo.

Aparte de los datos históricos del Capricho sobre su dueño, la finca, etc, hemos aprendido un poco sobre el estilo que usa Gaudí en sus obras; todo lo fundamental en la búsqueda de la luz y así lo manifestó en el Capricho, en la colocación de las habitaciones, para que les diera el sol a cada una a la hora que más era frecuentada esa parte de la casa.

Luego tenemos la fachada que está compuesta por azulejos de girasol, lo que hace al Capricho un girasol gigante, que da un toque de luz y calor muy original y llamativo, no muy peculiar en nuestra región, ya que este monumento estaba formado por las características de obras del sur de España donde hay más luz y calor y no en el Cantábrico, donde no destacan tanto esos factores.

Es una pena que el Capricho nos lo hayan arrebatado los japoneses, ya que es una obra de Gaudí, algo muy importante aunque los japoneses a mi forma de ver, están haciendo un buen uso de éste, lucrativo, por supuesto, pero bueno al fin y al cabo. El Capricho esta mejor con ellos que como hace unos años: cerrado y en ruinas.

Esta obra, como todas las de Gaudí, despiertan algo diferente, algo como fantástico, eso es lo que mas me gusta de Gaudí, que piensa algo y sin seguir ninguna regla lo hace y punto. Sus obras son como sacadas de cuento, son muy imaginativas, para mí Gaudí es de los mejores arquitectos ya que es diferente al resto, hace lo que le da la gana y eso despierta mucha originalidad.

Antes de acabar querría decir que es un monumento del que los comillanos tendrían que apreciarlo más de lo que lo están haciendo.  

Trabajo original