Existen diferentes opiniones acerca del Área 51, un extenso terreno situado en el desierto de Nevada, en el cual se afirma que el gobierno estadounidense está realizando experimentos con material extraterrestre.

En los mapas publicados por el gobierno, hay una sección curiosamente exenta de detalles denominada sencillamente Área 51. Según estos mapas, no hay carreteras en su interior y el terreno es uniformemente llano. Esta base, denominada también Dreamland, está ubicada dentro del campo de pruebas de Mellis. Es una sección de las instalaciones de alta seguridad de las Fuerzas Armadas estadounidenses.

El Área 51 es, al mismo tiempo, el secreto mejor guardado de las últimas  décadas. Con carteles de seguridad advirtiendo a los visitantes que se mantengan alejados y de mantener toda cámara fotográfica o de vídeo alejada de aquello, resultaría difícil negar que ahí hay algo. Desde los escasos puntos panorámicos fuera de sus fronteras se pueden ver unos pocos edificios, una pista de aterrizaje y bastantes antenas de telecomunicaciones. Cuando algo se mantiene oculto de un modo tan evidente, a la gente le entra la curiosidad.

Bob Lazar produjo un gran asombro entre la gente que estaba intentando descubrir lo que ocurría en Dremland. Se trataba de un hombre que no sólo afirmaba haber trabajado en las instalaciones secretas, sino que parecía dispuesto a describirlo todo.
Sus descripciones encajaban con las de los observadores, y produjeron la duda a escépticos. Estos estaban impresionados por el descaro de Lazar al afirmar no sólo que había visto naves extraterrestres, sino que las había tocado. Los creyentes creyeron al pie de letra todas y cada una de las palabras de Lazar. Si todo era cierto se trataba de la primera prueba irrefutable de que el gobierno estaba realizando pruebas con material desconocido. 

Lazar afirma tener títulos de varias universidades, mientras que éstas niegan que haya asistido ni que se licenciase en alguna de sus facultades. Afirma haber trabajado en otra instalación de alta seguridad, Los Álamos, pero ésta niega de nuevo su versión. Sin embargo, en la guía de teléfonos de las Instalaciones de Pruebas de Los Álamos, el nombre de Lazar aparece en el lugar donde éste dijo que estaría. Aun así la dirección de Los Álamos sigue firme en su postura de que ninguna persona llamada Lazar ha trabajado nunca allí.

Si Lazar dice la verdad, se trata de la primera fisura en un silencio que ha durado más de medio siglo.

 

Trabajo original