Tratar el tema de la salud mental está de moda. Después de la pandemia y de la crisis de la covid-19 que hemos sufrido, se ha dado más importancia que nunca a la salud mental y al bienestar emocional de las personas. Hablar de la salud mental ha dejado de ser un tabú y todos hablamos abiertamente de trastornos psicológicos y emocionales que nos afectan cada día: miedos, ansiedad, depresión, complejos, adicciones…

En la Agenda 2030 se incluyen 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Objetivo 3 (Salud y bienestar), está centrado en garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos, lo que implica, necesariamente, contribuir con medios materiales y humanos a que toda la población cuide su salud mental.

Por otra parte, también se habla de las Competencias para la vida, que los expertos señalan como elementos fundamentales en la educación del siglo XXI. Estas competencias se articulan en tres áreas en las que distinguen varios elementos, dinámicos y en interconexión.

  1. Área personal: Incluye la autorregulación (conciencia y gestión de las emociones, pensamientos y conducta); la flexibilidad (habilidad para gestionar cambios e incertidumbre, y para enfrentarse a retos)y el bienestar (aspiración a una vida satisfactoria, cuidado de la salud física, mental y social, y adopción de un estilo de vida sostenible).
  2. Área social: Incluye la empatía (comprensión de las emociones, las experiencias y los valores de los demás, y provisión de respuestas adecuadas); la comunicación (uso de estrategias relevantes de comunicación, dominio de códigos y herramientas dependiendo del contexto y del contenido) y la colaboración (compromiso con el grupo, trabajo en equipo y respeto mutuo).
  3. Área de aprender a aprender: Incluye la mentalidad de crecimiento personal (creencia en el potencial de uno mismo y de los demás); el pensamiento crítico (análisis de la información y de los argumentos para llegar a conclusiones razonadas y desarrollar soluciones innovadoras) y la gestión del aprendizaje (planificación, organización, supervisión y revisión del propio aprendizaje).

Como vemos, la educación y el aprendizaje en el siglo XXI tienen que prestar especial atención a la salud socio-emocional del alumnado y de toda la comunidad educativa, al bienestar en los centros educativos en los que la transmisión de conocimientos no es ya, solamente, el objetivo prioritario.

Alumnado de Psicología exponiendo sus trabajos sobre la inteligencia emocional.

 

PROYECTOS QUE FOMENTAN EL DESARROLLO DE LAS COMPETENCIAS PARA LA VIDA

En los proyectos eTwinning que hacemos en el IES Cantabria tenemos muy en cuenta todo esto, promovemos las competencias para la vida y contribuimos, activamente, al bienestar emocional del alumnado y a su éxito personal y escolar. Por lo menos, lo intentamos…

‘Lo confieso: ¡no puedo vivir sin ti!’ (2017-18), ‘Yo-Persona’ (2018-19), ‘Un mundo mejor empieza… conmigo’ (2019-20), ‘El arte de…’ (2020-21) y ‘Coge el miedo de la mano’ (2021-22) son los proyectos que el alumnado de Psicología del instituto ha desarrollado en los últimos años y en ellos hemos trabajado las competencias emocionales y sociales. Hemos aprendido a conocernos y a relacionarnos mejor con los demás, a entender nuestras circunstancias, a enfrentarnos a las dificultades y a potenciar la inteligencia emocional. Todo un reto; no es nada fácil.

 

Competencias desarrolladas en ‘Coge el miedo de la mano’.

El proyecto ‘Coge el miedo de la mano’ nos dio la ocasión de hablar con libertad de la salud mental e hicimos estas reflexiones:

“La salud mental es fundamental para tener una buena calidad de vida y muchos trastornos se producen por una falta de gestión de las emociones o, incluso, por no saber identificarlas”.
Karen

 “La salud mental es uno de los factores más importantes de nuestra vida porque determina nuestro bienestar personal”.
Sofía

“Tener una buena salud mental favorece nuestro ánimo y nos ayuda en muchos ámbitos: escolar, laboral, familiar… Se debería de dar más importancia a este tema y tener acceso rápido a especialistas en la sanidad pública”.
Melissa

¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra salud mental y mantener nuestro bienestar socio-emocional? Hacer ejercicio físico, tener una buena alimentación, cambiar los entornos negativos, evitar las personas tóxicas, rodearse de personas que te entiendan y, cuando sea necesario, buscar ayuda profesional.

Tenemos que poner en práctica estas recomendaciones y tomarlas en muy en serio porque nuestra salud mental importa.

 

Más información sobre este proyecto:

https://interaulas.org/actualidad/coge-el-miedo-de-la-mano/