Algunos estudiantes de 3º y 4º de la ESO del IES Santa Clara fuimos el pasado mes de abril de viaje de estudios a París. Estuvimos allí un total de seis días que aprovechamos para visitar las zonas más importantes de la ciudad.

Salimos la mañana del jueves 8 y pasamos todo el día de viaje en el autobús, parando tan sólo en algunas áreas de servicio. Llegamos a París al anochecer, y pudimos ver la Torre Eiffel de camino a nuestro hotel.

El viernes tuvimos nuestra primera vista panorámica de la ciudad. Dedicamos la mañana a recorrer los lugares más importantes desde el autobús, acompañados de una guía francesa, y visitamos la plaza de la Concordia, donde se encuentra un monumento de 27 metros de altura que los egipcios regalaron al gobierno francés, el obelisco de Ramsés.

También visitamos los Campos Elíseos (les Champs-Élysées) donde, rodeado de edificios y estatuas militares, se alza un moderno monumento por la paz. Nos acercamos al Arco del Triunfo, construido por orden de Napoleón para dejar constancia de su victoria en la batalla de Austerlitz. Desde allí fuimos al Museo del Louvre, cerca del cual se encuentra el Arco de Carrusel. El gigantesco edificio que alberga el museo fue, hasta la Revolución Francesa, hogar de numerosos reyes y reinas franceses. A su entrada, se encuentra la famosa pirámide de cristal del Louvre, diseñada en 1989 por Ieoh Ming Pei.

Aunque la visita del museo no estaba prevista, varios alumnos aprovechamos el tiempo libre de la comida para ver algunas de las obras más importantes del lugar, como la Mona Lisa, la Venus de Milo, el Escriba Sentado, etc. Por supuesto, no tuvimos tiempo para ver todo el museo, que está organizado en siete grandes secciones: las Antigüedades Orientales y las Artes del Islam, las Egipcias, las Griegas, las Etruscas y Romanas, los Objetos de Arte en general, las Esculturas, las Artes Gráficas y la gran colección de Pintura. Volveremos…

Por la tarde, recorrimos a pie la misma ruta que habíamos realizado en autobús esa misma mañana, lo que nos permitió conocer la ciudad mucho mejor, y sacar fotos en los puentes y edificios más importantes.

La mañana siguiente, visitamos la Torre Eiffel. La mayoría de nosotros decidimos subir hasta el tercer y último piso de la torre, desde donde aprovechamos las vistas de la ciudad. La verdad es que la panorámica de Paris desde esa altura era impresionante, y a pesar del frío que pasamos, mereció la pena.

Después de un par de horas de tiempo libre que dedicamos a comer y visitar alguna tienda, fuimos en autobús al Barrio Latino, le Quartier Latin. Nos hubiera gustado ver de cerca la Sorbona, famosa universidad de Francia, pero debido a las manifestaciones y movilizaciones de los estudiantes, la calle tenía cortado el paso, así que sólo pudimos verla de lejos desde el autobús. Desde allí, fuimos a la colina de Montmatre, en lo alto de la cual se encuentra le Sacre Coeur, el Sagrado Corazón, una importante basílica del s.XIX que fue construida como monumento a los caídos en la guerra franco-prusiana.

Tuvimos también la ocasión de ver un espectáculo callejero en las escaleras de subida a la basílica, donde un chico se dedicaba a hacer acrobacias con un balón y nos sentamos a verle durante un rato.

El tercer día pasamos la mañana nuevamente con la guía, visitando más lugares importantes de París como le Petit Palace, le Grand Palace, algunos de los puentes del Sena más importantes, o el barrio financiero de la ciudad, una zona sin viviendas, compuesta por decenas de rascacielos con fachadas modernistas recubiertas con espejos.

La tarde la pasamos recorriendo a pie los Campos Elíseos, y la Plaza de Los Inválidos, donde se encuentra la tumba de Napoleón en el interior de una iglesia de grandes cúpulas doradas. En el centro del edificio, rodeada de una exposición sobre el general francés, se encuentra el enorme ataúd de Napoleón y la tumba (mucho más modesta) de su hijo.

Nuestro cuarto y último día en Paris visitamos una de las construcciones más importantes de la ciudad: la catedral de Notre Dame. De estilo gótico, es probablemente una de las catedrales más famosas y bonitas del mundo. Tuvimos la ocasión de visitar la catedral por dentro y ver las impresionantes vidrieras. Una anécdota: algunos de nosotros nos quedamos con ganas de subir a su torre, ya que después de hacer cola durante más de una hora, la seguridad de la catedral nos informó de que no podíamos subir sin la compañía de un adulto responsable.

Más tarde, nos acercamos al centro Pompidou, que se encuentra a tan sólo un par de calles de distancia, muy cerca del ayuntamiento. El centro Pompidou es un peculiar edificio que tiene todos sus conductos de aire, agua y electricidad a la vista, pintados de colores muy llamativos. Es realmente curioso, y desde luego, llama la atención.

Después de comer, fuimos al paseo por el Sena. Navegamos río arriba durante media hora y disfrutamos las vistas del parlamento, Notre Dame, los grandes puentes… Estuvo muy bien, ¡pero hacía muchísimo frío!

Al día siguiente, pasamos la mañana en el autobús hasta que, a mediodía, llegamos a Poitiers, y allí visitamos el centro Futuroscope, donde pasamos la tarde. El centro es un parque temático dedicado a la ciencia y la tecnología. La mayor parte de las actividades consisten en películas en 3D, muchas de ellas con sistemas de vibración en los asientos; también hay un par de actividades relacionadas con el agua y las fuentes del parque, y al anochecer pudimos ver un espectáculo de luces.

Desde luego, ha sido un gran viaje en el que nos hemos divertido tanto como hemos podido. Todos nosotros lo repetiríamos encantados, ¡y las horas de autobús valieron la pena!

Trabajo original