Los alumnos de 4º de ESO del IES Manuel Gutiérrez Aragón despidieron la enseñanza secundaria obligatoria con una excursión a Picos de Europa, con una travesía de dieciséis kilómetros entre el valle de de Polaciones y el de Liébana.

El IES Manuel Gutiérrez Aragón organizó el pasado 31 de mayo la última de las actividades al aire libre del presente curso 2000-2001. En este caso los protagonistas fueron los alumnos de 4º de ESO y cuatro profesores que imparten clases en el mismo nivel.

Para los alumnos de cuarto fue ésta una jornada especial, pues además de lo que suponía en sí misma la actividad también era la despedida de un curso y de un nivel educativo como es la ESO. Para muchos ésta era la última de las jornadas de convivencia, ya con el curso casi finalizado y con perspectivas de estar el año próximo en otro tipo de centro o simplemente preparados para afrontar la actividad laboral en cualquier sitio.

Pues, con todas estas emociones a cuestas, comenzamos la marcha desde el pueblo de San Mamés (a 1.000 m de altitud) a las 11, 30 horas del mencionado día, en dirección a la localidad de Luriezo (Liébana), objetivo final de nuestro recorrido. Los primeros pasos fueron para ascender nada menos que la ladera sur de Peña Sagra. Fueron ciertamente los 8 km más duros de una marcha con una longitud prevista de 16 km.

Afortunadamente, el día era agradable pues no hacía sol y la temperatura era más o menos aceptable para este tipo de recorridos.

El paisaje nos pareció desde el primer momento precioso pues estábamos rodeados de naturaleza pura. En el paso de las Invernillas (1.500 m), la vertiente de Peña Sagra se nos aparecía desprovista de bosque puesto que se la dedica intensivamente a pastos de animales. Una vez alcanzado este collado, descendimos a la Ermita de la Virgen de la Luz, ya en Liébana, donde hicimos un alto para comer.

 A partir de aquí, y durante dos horas, el descenso hasta el pueblo de Luriezo transcurre por hermosos bosques de robles y algún hayedo con impresionantes vistas de los Picos de Europa y el valle de Liébana. En resumen, ¡una jornada fabulosa…! Lo peor vino al día siguiente, con las agujetas y el dolor por todo el cuerpo. Apenas nos podíamos mover pero, a pesar de todo, estábamos contentos de haber hecho juntos la última excursión del curso.

 

Trabajo original