La ironía de los Simpson no deja títere con cabeza. El 14 de enero de 1990 fue el primer episodio de una serie de dibujos animados protagonizada por una familia de individuos amarillos. Ese día cambió la historia de la televisión.
Los Simpson se han convertido en una de las series mas famosas y de las que mas han dado que hablar. Esto es debido a que son originales y además entretenidos, aunque tiene contenidos que no son siempre actos para todos.
Es una serie que no se pasa de moda y que hoy sigue vigente en nuestras televisiones. La ve todo el mundo, tanto padres como hijos. Por ello, tras los primeros episodios se vio que no eran unos simples dibujos que pasarían desapercibidos sin dejar huella alguna entre los telespectadores: bajo las gamberradas de Bart y la estupidez de Homer, se disparaban ráfagas de humor dedicadas especialmente a la familia.
Esta serie refleja hechos de la vida cotidiana pero con grandes rasgos caracterizados. Es una exageración de la realidad.
Homer, es un padre que ama, incluso por encima de sus hijos, la televisión, los donuts y la cerveza; su trabajo se encuentra en una central nuclear en donde pasa la mayor parte del tiempo durmiendo (otro de sus hobbies), y odia a su católico y perfecto vecino Ned Flanders (el cual tiene la molesta manía de acabar sus palabras en diminutivo). Le hace la vida imposible siempre que puede.
Marge, la madre. Tiene un espectacular moño azul y es la causa de que tenga tanto éxito entre los amigos de Homer y a pesar de que Homer no la da todo el cariño q se merece, ella le ama igual que el día en que se casó con él tras quedarse embarazada de Bart. Este niño de 10 años es el mayor de sus tres hermanos y, según el médico que atendió el parto de Marge, un niño normal: con cuatro dedos en cada mano y cuatro en cada pie y con una piel amarilla como cualquier niño. Aunque siendo realistas muy normal no es (bueno, todo depende de lo que consideremos normal), ya que es un niño problemático, con una alto fracaso escolar e inadaptación. Eso sí, tiene una imaginación capaz de dejar perplejo a cualquiera y lo demuestra en cada barbaridad que comete en el colegio (como eructar el himno nacional o hacerse pasar por admirador secreto de su amargada profesora).
Su hermana Lisa sin embargo, es el único miembro familiar que tiene un futuro brillante ante sí, es la mas normal de todos: inteligente y concienciada, adora tocar jazz con su saxofón. Además falta por añadir a Maggie, un bebé muy unido a su chupete, y a una generación de personajes secundarios desde el siniestro y avaro millonario, el señor Burns, a un alcohólico que se comunica con eructos, Barney.
Si juntamos todo esto que he mencionado anteriormente tendremos los 30 minutos de risas más inteligentes de la televisión.
Después de que Los Simpson demostró ser uno de los programas más inteligentes (y más vistos) de Estados Unidos, diversos famosos no pudieron resistirse a aparecer; es más, algunos incluso era ellos mismo los que se ofrecían a Matt Groening.
Odiados o amados, los Simpson son ya una referencia cultural indispensable.