Los alumnos del CP Fernando de los Ríos han pasado una semana en Polientes. Desde allí han realizado excursiones, rutas para conocer y entender la naturaleza, han participado en diversos talleres y, sobre todo, han disfrutado del tiempo de ocio con los compañeros del cole.
Lunes, 7 de abril
El día 7 de abril salimos de Torrelavega a las 8:45. A las 10:00 nos recibieron Nacho y María Jesús. A las 10:30 llegamos a Orbaneja del Castillo*. Allí visitamos el pueblo y nos dimos cuenta de que era muy poco habitado y las calles estaban hechas de piedra.
Subimos una pequeña cuesta y estuvimos contemplando los buitres. Desde allí pudimos ver el pueblo y observamos que estaba muy concentrado y entre dos paredones de piedra caliza que filtra muy bien el agua.
La gente del pueblo se dedica principalmente al turismo. Nos contaron que la gente que sabía mucho sobre las plantas se les consideraba brujas.
Vimos las aulagas y los eléboros, que son plantas alucinógenas que consumidas en pequeñas dosis son medicinales y en grandes dosis pueden ser mortales. Más adelante vimos los huesos de unas ovejas. También había muchas encinas que les gustan los climas secos y con precipitaciones escasas. Sus hojas tienen pelillos para protegerse del frío. Después estuvimos en una cueva por donde pasaba el río.
Después de comer tuvimos tiempo libre. A las 16:15 hicimos un juego de presentación donde nos mandaban buscar niños del otro colegio que supieran hacer determinadas cosas. A las 17:30 merendamos. Una hora después tuvimos el taller de consumo con Celeste y nos contaron las trampas que hacen los supermercados para que compremos lo que ellos quieren. A las 20:30 cenamos. Después hicimos una gymkhana. Un rato después vimos la película de Shreck en el cine. A las 24:00 a la cama.
(*) Ruta Orbaneja del Castillo. Por Esther Gutiérrez, Esther Ceballos, Andrea Díaz y Marta Fernández
Nacho y María Jesús nos recibieron a las 10:30 horas. A la clase de 6º A nos tocó como monitor Nacho.
Comenzamos paseando por las calles del pueblo. A continuación nos paramos en la plaza y observamos el río que pasaba por ella.
Después subimos por un sendero, tal fue nuestra sorpresa cuando al hacer una parada vimos un buitre en un posadero.
Le observamos con unos prismáticos. Pudimos ver la flora de los alrededores. Había pocos elévoros y muchas aulagas.
Llegamos a una pradera donde pudimos divisar los «Cañones del Ebro». Caminando por aquella pradera hicimos una parada y Nacho nos enseñó unas encinas y unos esqueletos de ovejas muertas, ya que los buitres comieron su carne.
Olimos lavanda y emprendimos el viaje de regreso al pueblo. Una vez que llegamos nos dirigimos a la cueva. En su interior oímos un río subterráneo, también vimos pequeñas formaciones de estalactitas. El río se encuentra al final de la cueva. Al cabo de un rato salimos de la cueva y nos dirigimos hacia el albergue.
Martes, 8 de abril
A las 10:00 salimos del centro para hacer la ruta de los pueblos* con Nuria. El primer pueblo que visitamos fue Rocamundo. Allí encontramos una bolera de pasabolo tablón. Poco después visitamos un pinar. Los pinos son árboles no autóctonos que están quitando el lugar al roble. Mucha gente planta pinos debido a que crece mucho más rápido que el roble y se usa para hacer madera.
Vimos unas tumbas excavadas en la roca que se usaban como las tumbas actuales. En el pueblo tuvimos que hacer una encuesta y nos costó mucho debido a la poca gente que hay. Vimos que en la parte delantera de la casa las piedras están muy bien colocadas. Se llaman sillares. La parte trasera está poco cuidada. Se llaman sillarejos. El siguiente pueblo fue Rebollar del Ebro que debe su nombre al rebollo. Allí hay un potro que se usa para inmovilizar a los animales y ponerles las herraduras.
También vimos el tele-club que era el punto de reunión del pueblo para ver la televisión. En el siguiente pueblo vimos una iglesia rupestre que habían construido los primeros cristianos. Volvimos al centro sobre las 13:30.
Después de comer tuvimos tiempo libre. A las 16:15 fuimos al único molino de agua que sigue funcionando y allí nos explicaron como funciona. Volvimos a las 17:45 a merendar. A las 18:30 hicimos el taller de jabón donde nos enseñaron a hacer jabón. Cuando acabamos cenamos. Después jugamos a un juego en el que teníamos que atraparnos. Un rato después vimos el partido del Madrid y la película de Atlantis. Cuando acabamos fuimos a la cama.
(*) Ruta de los pueblos. Por Esther Gutiérrez, Esther Ceballos, Andrea Díaz y Marta Fernández.
Monitora que nos acompaña: Nuria
Recorrido: Polientes – Rocamundo – Rebollar de Ebro – Campo de Ebro – Polientes.
Salida: 10 de la mañana.
Llegada: 13:40
Kilómetros recorridos: siete.
Comenzamos el recorrido visitando la ermita de la Virgen de la Velilla. Esta ermita está situada cerca de Rocamundo, un pueblo pequeño en el que hay muy pocos habitantes.
Todos los 8 de Septiembre se reúnen en torno a la ermita los 53 pueblos de Valderredible. Esta construida en piedra y teja y tiene más de 100 años.
Aquí encontramos tumbas escavadas en roca arenisca. Estas tumbas tienen forma humana y se llaman antropoformas, y son del siglo VIII y IX. Hay bastantes tumbas repartidas por Valderredible.
Después visitamos Rebollar de Ebro, un pueblo en el que se conserva un potro que es un objeto donde se ponían las herraduras a los caballos, yeguas o potros. También había un teleclub, un lugar donde la gente iba a ver la televisión porque mucha gente no la tenía. El nombre de Rebollar de Ebro viene del roble rebollo o melojo.
A continuación vamos a Campo de Ebro, allí visitamos las cuevas rupestres. Las construyeron en el siglo VIII y IX los monjes cristianos que se cree que vinieron desde La Rioja siguiendo el curso del río Ebro para llegar hasta Cantabria y que la gente crea en el cristianismo. Las iglesias rupestres están escavadas en roca arenisca y a elevada altitud.
Miércoles, 9 de abril
A las 10:00 salimos del centro para ir a Salcedo*. Por el camino vimos unos rebollos y como el pino está invadiendo el hábitat del rebollo o melojo. Pero también vimos como el roble rebollo se defiende del pino porque aunque lo talen rebrota. Más adelante contemplamos unos líquenes que se forman cuando se une un alga a un hongo. El hongo le da agua al alga y el alga le proporciona alimento al hongo. Indican si el aire está sucio o no. Más adelante vimos unos robles centenarios y algún roble albar, que es la mezcla entre el roble melojo y el rebollo. Después vimos una trampa para lobos. Luego leímos un texto muy antiguo con unas palabras muy raras. Regresamos al centro sobre las 13:30.
Después de comer tuvimos tiempo libre. A las 16:15 hicimos el taller de egagrópilas, que son las bolas compactas que regurgita la lechuza por la boca. Están compuestas por huesos y pelos que no puede digerir. Tuvimos que buscar estos elementos dentro de la egagrópila. Después nos tocó hacer el taller de juegos. Hicimos muchos juegos sobre las cadenas alimentarías y que pasaría si hubiera muchos seres vivos y pocos recursos o al revés. Después de cenar hicimos una pequeña fiesta de disfraces. Más tarde vimos la película de Límite vertical. Cuando se acabó la película fuimos a nuestras habitaciones para ir a la cama.
(*) Ruta a Salcedo. Por Esther Gutiérrez, Esther Ceballos, Andrea Díaz y Marta Fernández.
Salida:10:00
Llegada:13:30
Monitora: Nuria
Comenzamos la ruta por el bosque. Como en toda esta zona, dominaba el roble Rebollo; aunque los dueños de las plantaciones de pinos no dejan que los Rebollos crezcan.
También pudimos observar un roble Albar centenario. En uno de los campos ya deshabitados vimos un gran agujero en el que antes se hacía carbón vegetal. Había robles híbridos. Dichos robles son una mezcla entre un Rebollo y un Albar.
Encontramos muchos líquenes en las ramas y troncos de los árboles. Son un conjunto entre un hongo y un alga. El hongo da de beber al alga y el alga da de comer al hongo. Donde hay líquenes podemos estar seguros de que el aire está limpio porque ellos son incapaces de vivir en un lugar en el que el aire esté contaminado.
Al llegar al pueblo pudimos observar la iglesia y el teleclub. Cada casa tenía su propia era. El camino de regreso no fue tan bonito como el de ida porque fue por carretera.
Jueves, 10 de abril
Salimos del centro a las 10:00 para hacer la ruta del río con Nacho. Más adelante vimos la depuradora de Polientes que sólo funciona en verano. Luego vimos que el hombre ha cambiado muchas cosas que perjudican a todos los seres vivos, excepto al ser humano. Después vimos que los ganaderos habían cortado árboles para que sus animales pudieran alimentarse.
Un rato después vimos otro claro ejemplo de que el hombre hace las cosas pensando en él mismo. Había hecho un camino entre el bosque para poder pasar y así había perjudicado a muchos animales. Por último vimos un pinar. Llegamos sobre las 13:30.
Después de comer tuvimos tiempo libre. A las 16:15 hicimos el taller de lana. Teñimos la lana con plantas. Cuando acabamos merendamos. A las 18:30 hicimos el taller de energía. Nos llevaron a una casa y tuvimos que buscar unos derroches de energía en siete minutos. Después nos hicieron unas preguntas. Cuando acabamos cenamos. Después de cenar, subimos a la habitación a arreglarnos. Cuando acabamos tocaba la fiesta y estuvimos bailando hasta que nos tuvimos que ir a la cama.
(*) Excursión al río. Por Pablo Quintanal Junquera
Día 10 de abril: hoy vamos al río con un monitor llamado Nacho, con nosotros vendrán dos perros: Arón y Mustafá.
La primera parada la hemos realizado alrededor de una alcantarilla (algo que a mí me extrañó mucho) pero cuando empezó a explicar ya no me extrañaba. Trataba de todas las cosas que tiramos por los desagües que luego van a parar al río: papeles de todas las clases, restos de comida, líquidos, las cositas que soltamos en el baño etc. Menos mal que cuando seguimos andando nos encontramos con una depuradora que lo limpia, pero a mí me pareció que en ese pueblo son unos guarros porque… ¡La depuradora sólo funciona en julio y agosto! Entonces Nacho nos explicó que la ponen solo dos meses, porque es cuando llegan los turistas.
Apartamos ese tema a un lado y seguimos caminando hasta que llegamos a un bosque de ribera donde Nacho nos mandó buscar varias hojas de árboles diferentes pero por mucho que buscamos sólo encontramos tres hojas diferentes: la hoja del sauce, la hoja del chopo y la hoja del aliso que son los árboles y el arbusto más típicos en los bosques de ribera del valle de Valderredible.
Proseguimos nuestra marcha y nos metimos por un sendero un poco embarrado y a unos cien metros del comienzo del sendero nos encontramos con unas huellas, entonces Nacho nos dio por grupos unas plantillas de huellas de animales y vimos que esa huella era de jabalí. Cuando se terminaba el sendero vimos en un barrizal donde volvimos a ver huellas que esta vez eran de corzo.
Nos adentramos en un melojar o rebolledo (bosque de roble melojo o rebollar), donde el monitor nos enseñó una bolita pegada a una hoja de roble llamada agalla que es el lugar donde está metido el huevo de un insecto.
De repente nos encontramos con un llano con matorrales y arbustos y algún que otro árbol y como era de esperar Nacho se puso a explicar el motivo de aquel terreno, que era sencillo… era causado por la ganadería y la agricultura.
Antes de empezar a subir una montaña el monitor nos dividió en grupos y a cada grupo nos dio un animal y mientras subíamos cada grupo tenía que pensar si a su animal le venía mejor o peor el talado de bosques y las pistas forestales y como era de esperar todos los grupos estaban en contra.
Arriba del todo también nos encontramos con un terreno de matorrales también causado por la agricultura y la ganadería.
Empezamos a bajar y nos encontramos con una plantación de pinos (no se le puede llamar bosque porque no son árboles autóctonos) y nos encontramos con más huellas de corzo, salimos a la carretera y llegamos al albergue.
Viernes, 11 de abril
A las 10:15 salimos del centro para ir al Museo Etnográfico de Polientes con María Jesús. En la primera sala pudimos observar barreños, una escupidera, trébedes, una chocolatera, botellas de cristal, un fuelle, cucharas de madera y pucheros. En la segunda sala vimos una nasa, un escaño, una pica, una zoqueta y una orca. Y en la tercera sala había una cabecera de una cama, un rabel, una mascara para carnaval, cencerros, campanos, un martillo, una cuna y varios taburetes.
Cuando regresamos al centro jugamos a un juego que hacía referencia a todo lo que habíamos aprendido en la semana. Al acabar comimos y un rato después volvimos a nuestras casas.