Es indudable que Cantabria ha dado en la última década un salto cualitativo y cuantitativo muy destacado en el campo educativo, tanto en la generalización del sistema educativo como en la dotación de medios, la preparación de profesionales o el desarrollo de programas y políticas educativas. Convertida en máxima responsable del sistema educativo cántabro en el verano de 2003, Rosa Eva Díaz Tezanos es, sin duda, una de las ‘culpables’ de ese éxito.
Díaz Tezanos es, además, uno de los personajes políticos más importante de la región. Miembro del partido socialista, en el que ha desempeñado desde la base numerosos cargos, es la actual vicesecretaria general del partido, cargo surgido en el reciente Congreso Regional, y desde el que ha asumido la responsabilidad de coordinar el partido y el gobierno, así como las Agrupaciones Locales y el Grupo Parlamentario, entre otros.
Su labor ha estado marcada desde el principio por dos máximas que rigen actualmente el sistema educativo cántabro. Los poderes públicos deben erigirse en puente y aglutinador de todos los actores (familias, escuelas, sociedad) del proceso educativo. En segundo lugar, la administración debe esforzarse en el desarrollo de una educación de calidad, donde prime la equidad. Principios ambos reflejados en el conocido libro La reforma necesaria, de José Gimeno Sacristán, cuyo prólogo, del que es autora, ha convertido en su ideario.
Pregunta.- ¿Cree que le influyó en su desarrollo personal y profesional la educación que recibió de niña?
Respuesta.- Creo que la educación, los valores que nos enseñan de niños, luego tienen repercusión en nuestra vida personal y en nuestra vida profesional. En mi caso yo estoy orgullosa de la educación que recibí por parte de mi familia y de los valores que me inculcaron. La honradez, las cosas bien hechas, el cumplimiento de los compromisos…; en este sentido tengo que decir que han sido determinantes a la hora de mi desarrollo posterior personal y vital, al tiempo que esos valores han tenido una gran influencia en mi desarrollo profesional.
P.- ¿En qué consiste su trabajo actual?
R.-Es un trabajo complicado, difícil, pero al tiempo el mundo de la educación es un trabajo apasionante. Fundamentalmente consiste en que yo, y no solamente yo sino todo el equipo de personas que me rodean, todo el equipo directivo de la Consejería, tenemos como objetivo proporcionar y dar a la infancia, a los niños y niñas de Cantabria, la mejor educación y la mejor formación posible. Creo que básicamente es eso. De ahí se deriva que los centros educativos, colegios e institutos tienen que estar en las mejores condiciones; hay que hacer obras, dotarles de equipamientos, además tiene que haber suficiente profesorado en los centros para que os atiendan cada vez mejor y de manera más individualizada y personalizada; y tiene que haber también políticas educativas que afiancen y que nos permitan conseguir ese objetivo de daros la mejor educación posible.
P.- ¿Cree usted que hoy en día las familias educan de forma responsable a los adolescentes?
R.- Las familias, cualquier padre, cualquier madre, cualquier familia, quiere y desea lo mejor para sus hijos e hijas; y en función de ese objetivo que yo estoy segura que tienen todas las familias, intentan a sus hijos enseñarles, inculcarles los mejores valores y la mejor educación. Por otro lado, sí que es verdad que la sociedad ha cambiado y que hoy en día hay opciones, muchas más. Tenemos más acceso a la información, y eso indudablemente también influye en la educación que las familias dan a sus hijos, pero partiendo siempre de esa premisa de que las familias, los padres, las madres, desean los mejor para sus hijos y, por lo tanto, les educan de la mejor manera posible y desde la responsabilidad siempre.
P.- ¿Qué está cambiando, las medidas o nosotros los adolescentes?
R.- Bueno, yo creo que ha cambiado la sociedad, y al cambiar la sociedad lógicamente los adolescentes también habéis cambiado. Eso, ¿qué conlleva? Pues que ha cambiado la manera de educar, y además una manera de educar en la cual están por una lado la escuela, por otro las familias, también los medios de comunicación. El contexto que os rodea es determinante en vuestra educación. Lo que sí que es verdad es que la adolescencia es un momento de eclosión de la personalidad y, por lo tanto, también es un periodo complejo, un periodo difícil en el que lógicamente tiene que haber mucha comprensión por parte de los padres hacia los hijos, y de los hijos hacia los padres; en ese sentido también debe de haber unas normas, unos límites que también se tienen que consensuar. Se tienen que pactar en casa para que vosotros sepáis que no se puede hacer todo y que hay unos límites que marcan vuestras familias, vuestros padres y vuestras madres en beneficio vuestro.
P.- Un consejo para los profesores.
R.-Yo no soy muy dada a dar consejos, porque creo que cada persona es responsable para saber lo que tiene que hacer. Pero en este caso yo sí diría a los profesores, a los docentes de Cantabria, a los cuales les reconozco cada día la labor que llevan a cabo, que amen su profesión que, yo creo, que es la profesión más bonita que existe; que tengan vocación, que se interesen por todos y cada uno de sus alumnos, porque además cada niño, cada niña, es distinto niño tiene un potencial que en la mayoría de los casos son ellos los que le descubren y los que le tienen que desarrollar.
P.- Un consejo para los padres.
R.- Sobre todo que haya una continuidad entre lo que pasa en la escuela y lo que pasa en las familias; que las familias cada vez se impliquen más en los centros educativos, pero no solamente como ocurre muchas veces, que se implican para ver cómo va su hijo, para las calificaciones… para ir en un momento determinado a hablar con el tutor/a, sino que se impliquen en conocer el proyecto educativo, participando en las actividades y relacionándose con el profesorado. ¿Por qué? Porque los adolescentes pasáis muchas horas, una gran parte de vuestra vida, en el centro educativo, y las familias tienen que saber que tiene que haber una continuidad y un seguimiento de todo ese tiempo.
P.- Un consejo para los alumnos.
R.- Sin duda, que aprovechéis al máximo las oportunidades que tenéis ahora mismo porque son enormes, son probablemente como nunca han existido, en este caso en Cantabria, pero que hagáis sin duda los máximos esfuerzos porque la educación es la mejor herramienta para vuestro futuro.
P.- Los medios de comunicación tienen una gran influencia en la educación ¿Cree usted que actúan en consecuencia?
R.-Pues mira, este verano tuvimos un seminario en la UIMP sobre medios de comunicación y educación y una de las conclusiones que se sacó de allí fue que los medios de comunicación no reflejan la educación en nuestra comunidad autónoma o en nuestro país. Los medios de comunicación hoy día no reflejan lo mucho y lo bueno que todos los días se realiza en los centros educativos, en los institutos, en los proyectos, el trabajo del profesorado, de los alumnos y toda esa creatividad y potencialidad que existe. Al mínimo fallo que existe esa es la noticia, no la cotidianeidad de lo bueno. En ese sentido, creo que los medios son una parte muy importante para la formación y para la educación de todas las personas y creo que tienen que poner más en valor todo lo que se hace en materia educativa. Yo destacaría que la educación es una tarea compartida de todos y que todos tenemos una cuota de responsabilidad y una de protagonismo, y que ahí los medios tienen una muy importante labor, por lo que debieran cuidar algunos mensajes que se lanzan. Algunas series que los adolescentes veis, por ejemplo, no reflejan verdaderamente la realidad y no tienen continuidad con lo que pasa en la escuela y en las familias. Luego resulta que erstos mensajes que os llegan por los medios, por la red, contradicen los valores que deseamos trasmitiros y que la sociedad precisa.
P.- A pesar del bajo nivel que presenta España en el ámbito de la educación, según los últimos índices europeos, ¿cómo cree que se encuentra Cantabria, cuál es el nivel?
R.- Se encuentra bien y, sobre todo, porque Cantabria ha tenido la posibilidad en los últimos años de evaluarse a nivel internacional desde la evaluación PISA 2006, y no solamente con las comunidades autónomas de nuestro país sino también con otros países de la UE y de la OCD. ¿Esto qué supone? Que tenemos la posibilidad de que desde una evaluación externa nos hagan una fotografía de cómo estamos, de cuál es nuestro nivel y, sobre todo, nos permite aprovechar esas recomendaciones que nos hacen esos informes. Y Cantabria está bien, porque justo hace un año que conocimos esos resultados de esa última evaluación que nos dice que nuestros alumnos tienen un buen nivel en cuanto a competencia científica y competencia matemática, si bien es necesario que hagamos un esfuerzo todavía en la competencia lectora, pero vamos avanzando año tras año. En este aspecto, aún sabiendo los retos de futuro que se nos plantean, nuestra comunidad está por encima de la media nacional y de la media de la OCD.
P.- ¿Cuál cree usted que es la causa del fracaso escolar?
R.- Pienso que no hay una causa única, hay muchas variables y muy distintas. Algunas son familiares, sociales, económicas y de contexto, ya sea urbano o rural. Por esta razón yo creo que el fracaso tiene múltiples factores que pueden influir en que un alumno de un grupo determinado no tenga ese éxito educativo que pretendemos que tengan o que tengáis todos los niños en la educación obligatoria.
P.- ¿Qué opina sobre las numerosas huelgas sucedidas en los últimos meses? ¿Tienen todas sentido o se están convirtiendo en una nueva forma de perder horas de clase?
R.- Las últimas huelgas, que han sido dos, fundamentalmente han venido determinadas por la nueva prueba de acceso a la universidad (PAU) y por el Proceso de Bolonia, el nuevo proceso de adaptación al espacio europeo de educación superior. Yo respeto el derecho de huelga que tiene todo el mundo, y que tienen también los estudiantes, pero creo que también ha sido producto de una desinformación importante, porque la nueva PAU posibilita al alumno muchas más posibilidades, opciones universitarias posteriores. Y además les permite, si quieren, tener la posibilidad de subir nota presentándose voluntariamente a una prueba. En cuanto al llamado Proceso de Bolonia tengo que decir que el Espacio Europeo de Educación Superior, en el cual se encuentra inmerso nuestro país junto a cuarenta y tantos países más, lo que pretende es que haya una homologación de titulaciones, más movilidad para el alumnado, más oportunidades para vosotros y, sobre todo, que los alumnos universitarios seáis el centro de atención del proceso de aprendizaje. En ese sentido creo que en esas huelgas a veces los estudiantes no tenéis o no os damos la información necesaria para que podáis valorar absolutamente toda la información que os llega.
P.- En la educación de hoy en día se da mucha importancia a las nuevas tecnologías. ¿Están todos los centros adecuadamente equipados para que se pueda desarrollar?
R.-Pienso que en Cantabria hemos dado un paso importante. Cuando yo llegué aquí no todos los centros educativos tenían conectividad a internet, no existía un plan propiamente dicho sobre las Tecnologías de la Información y la Comunicación y desde entonces hemos elaborado un plan, Educantabria, que ha permitido que hoy el 100% de los centros educativos de Cantabria cuenten con acceso a internet gratuito, a través de banda ancha, y que en aquellas zonas del mundo rural en donde es muy complicado, lo tengan a través de vía satélite, como es el caso de Polaciones. Esto ha supuesto también una dotación importante de ordenadores, proyectores, pizarras digitales… Tal es así que la pasada legislatura se invirtieron mas de ocho millones de euros en estos equipamientos. Y luego se están desarrollando proyectos institucionales en los que se pretende que el ordenador, las Tecnologías de la Información y la Comunicación sean una herramienta cotidiana en el proceso de aprendizaje de los alumnos y alumnas. Hemos creado una figura nueva que no existía que es un coordinador TIC, de los que hay más de 200 en toda Cantabria, y en sentido creo que hemos dado un salto importante. Creo recordar que nuestra ratio estaba aproximadamente en 6.5 alumnos por ordenador y hoy en día ya es habitual ver en casi todas las aulas ordenadores; hemos ido pasando del aula de informática, a la informática en el aula. Sobre todo porque vosotros estáis muy en contacto con las nuevas tecnologías y vosotros habéis nacido con ellas, crecéis con ellas y nosotros tenemos que ir adaptándonos.
P.- Al día de hoy, ¿cuál es su asignatura pendiente, su gran preocupación?
R.-La verdad, yo creo que asignaturas pendientes no hay; lo que quiero decir es que tenemos retos de futuro que, lógicamente, a mí como Consejera y máxima responsable de la educación en Cantabria, me preocupan, sobre todo porque yo quiero y personalmente creo que podemos dar la mejor formación y la mejor educación a los jóvenes de Cantabria. Tenemos varios retos, que sobre todo vienen determinados por los que tiene nuestro país y que nos marca Europa. Tenemos el reto de la escolarización temprana, que un ciclo tan importante y tan vital para el desarrollo de los niños que transcurre en el periodo que va de los cero a los tres años, sigamos avanzando, como lo hemos ido haciendo estos años. Tenemos el reto de seguir aumentando la titulación en Educación Secundaria Obligatoria; hemos recuperado en cinco años 6.5 puntos en esta titulación y es muy importante porque además es el título básico que tiene que tener una persona en nuestro país, y tenemos que conseguir que la tengan todos los estudiantes. Tenemos además el reto de modernizar más la Formación Profesional, de adaptarla más a las necesidades de los estudiantes, pero también de los trabajadores y de las empresas de nuestra comunidad autónoma. Conseguir que se sigan formando los jóvenes en enseñanzas post-obligatorias y que también el aprendizaje sea algo habitual a lo largo de la vida… con lo que yo creo que tenemos retos importantes en los que vamos avanzando con las propuestas educativas que hemos puesto en marcha en nuestra comunidad.
P.- ¿Qué cree que puede aportar a Cantabria el desarrollo del proyecto del Campus Comillas?
R.-Pienso que va a ser, y está ya empezando a serlo, un proyecto importante. Cantabria, Comillas en este caso, creo que va a ser un referente a nivel nacional e internacional en la enseñanza del español. En estos momentos se está llevando a cabo la rehabilitación de los edificios, pero ya se desarrollan actividades, las cuales van dirigidas a colectivos de estudiantes de universidades de otros países que vienen aquí a aprender el español para, posteriormente y en muchos casos, enseñar ellos el español en su países de origen como segunda lengua, también a profesionales, técnicos que necesitan conocer nuestra lengua para estudiarla en profundidad. En estos momentos se está realizando el Plan Académico que se impartirá allí en el futuro y que va a suponer también, sin duda, a nivel cultural algo muy importante para Cantabria.
P.- Un proyecto de su equipo que haya visto la luz y del cual se sientan orgullosos.
R.- De lo que hemos hecho hasta ahora yo aprecio mucho la escolarización de los niños y niñas de dos años. Antes, comentaba el reto que tenemos de seguir avanzando en la educación temprana, pero quizás ésta ha sido una de las políticas de las que me siento más orgullosa. Llegar aquí en el verano de 2003 y en febrero de 2004 poder abrir las siete primeras aulas para escolarizar a nuestros niños y niñas de dos años fue una satisfacción. Aulas que en este momento se han convertido en 150 y que, por lo tanto, creo que en el futuro veremos cómo estos niños que desde los dos años están en los colegios van a tener menos dificultades que los que no han tenido esa oportunidad; esto, además, nos ha permitido aportar a las familias la facilidad de compaginar vida laboral y familiar y, a su vez, hemos creado empleo… Por otro lado, nos senmtimos orgullosos también de la interculturalidad; cualquier aula, cualquier centro educativo, es una explosión de culturas, niños y niñas de distintos países, y hemos puesto en marcha una serie de medidas que están ayudando a dar respuesta a estos niños que llegan a nuestras aulas, a nuestros centros, que en muchos casos no conocen nuestro idioma y necesitan un apoyo especial, un refuerzo especial por parte de los centros. Por eso también me siento orgullosa de que Cantabria tenga una escuela más inclusiva, en la que caben todos, pero en la que cada día se atiende mejor a los niños.