Iñigo de la Serna Hernáiz iba de camino de ser, y no es poco, un brillante ingeniero de caminos, hasta que en 1999 el entonces consejero de Medio Ambiente, José Luis Gil, se cruzó en su camino y dejó de construir puentes, para construir el futuro, o eso anhela. Figura relevante del Partido Popular y alcalde de Santander desde 2007, De la Serna ha crecido en política desde la base. Jefe de gabinete del consejero, concejal de Medio ambiente, Agua y Playas en el Ayuntamiento de Santander, vicesecretario del Partido Popular de Cantabria desde 2004 y ahora alcalde electo por mayoría absoluta.
Pese a su destreza para manejarse en los vericuetos de la política, nos recibe en su despacho un hombre sencillo, hasta un pelin tímido. Familiar, dialogante y pendiente hasta el extremo de todo lo que le rodea, como deseoso de que no se le escape ningún detalle, presto a aprender de todo. Son las 11,15 horas y nos recibe, como casi siempre, a la carrera, en una mañana más para él, repleta de trabajo.
Pregunta.- ¿Quién es Iñigo de la Serna?
Respuesta.– En estos momentos se me conoce como alcalde de Santander, pero no dejo de ser una persona más de las que viven en esta ciudad y que se siente muy santanderino.
P.- ¿Qué ideales le empujaron hacia el Partido Popular?
R.- La ideología la tenía desde hace muchísimo tiempo, pero entré en política de la mano de José Luis Gil, que era en aquellos momentos consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria y vicesecretario del Partido Popular. Entré en su Gabinete como director en un proyecto concreto que era el saneamiento de la Bahía de Santander. Mi vinculación y mi lealtad hacia él me hicieron afiliarme al Partido Popular.
P.- ¿Qué cargos políticos ha ocupado antes de ser alcalde de Santander?
R.– Director de Gabinete de la Consejería de Medio Ambiente hace dos legislaturas con José Luis Gil de Consejero, concejal de Medio Ambiente y Aguas en la anterior legislatura ya en el Ayuntamiento de Santander, diputado en el Parlamento y ahora alcalde.
P.- ¿Cómo decidió usted meterse en la política siendo ingeniero de Caminos?
R.- Di el salto dentro de un proyecto de ingeniería en el que ya había participado en la empresa en la que trabajaba, Apia XXI. Yo estaba un poco a cargo del resto del saneamiento de la Bahía y entré en la administración, pero en un puesto relativamente técnico, para seguir participando de ese gran proyecto de la ciudad de Santander. Es ahí cuando se produce el salto a la política con un perfil muy técnico inicialmente, que luego cuando uno es concejal cada vez es más político.
P.-¿Qué es lo que necesita Santander para convertirse en la Capital Cultural Europea 2016?
R.- Sobre todo necesita creérselo, que todos los ciudadanos y los vecinos estén convencidos de que podemos llegar a conseguir la capitalidad; después, que exista una programación cultural ambiciosa y, sobre todo, que sea capaz de generar ilusión, pero también de cubrir algunos de los déficits que tenemos tanto en dotaciones culturales como en eventos de carácter cultural. Si somos capaces de poner todo eso en marcha seremos o estaremos por lo menos entre las ciudades que pueden optar a ser candidatas.
P.-Tras los sucesos en el Cabildo de Arriba en estos años y el reciente de Tetuán, ¿está tan enfermo el corazón de Santander?
R.-Todas las ciudades necesitan procesos de renovación de la trama urbana, especialmente aquellas que cuentan con espacios en los que existe una clara necesidad de actuar. Este Ayuntamiento lo que está haciendo desde el primer día es actuar sobre esos barrios, no sólo a nivel de inversión, que se están haciendo inversiones importantes, sino también en procesos de renovación integral, como en el Cabildo. Están a punto de iniciarse las obras de renovación urbanística y además se han acordado las bases de un plan especial para modificar los espacios y los usos dentro del Cabildo, al igual que en la zona del Río de la Pila o de la calle San Sebastián. También hay proyectos de rehabilitación integral con ayudas a los vecinos para modificar las viviendas y con ayudas también para hacer actuaciones urbanísticas importantes que renueven la imagen de Santander.
P.-¿Por qué están paralizadas las obras del subterráneo de Tetuán?
R.- Por una cuestión absolutamente ajena al Ayuntamiento. Una empresa está en suspensión de pagos y no puede continuar porque así se indica por parte del administrador al entrar en un concurso de acreedores. A pesar de que haya gente que piense que es una cuestión del Ayuntamiento, nosotros somos perjudicados y nos vemos sorprendidos por una situación que no esperábamos, como consecuencia de la crisis económica existente. Se está intentando en estos meses poderle dar continuidad a la concesión, aunque fueran otras empresas las que pudieran hacerlo, y si ese proceso no resulta, habrá que extinguir el contrato y sacar uno nuevo, pero parece que lo más prudente y adecuado es darle continuidad para no tener que iniciar un nuevo proceso.
P.- Ante estos problemas, ¿es más urgente la remodelación de la fachada marítima que ahora se proyecta?
R.-Bueno, eso es urgente desde hace muchísimos años. Llevamos en esta legislatura un año y medio intentando hablar con la Autoridad Portuaria, algo que ha sido imposible, y el primer contacto que hemos tenido más que para hablar de proyectos concretos, que es lo que a los santanderinos les interesa, ha sido para hablar de la creación de una sociedad en la que el Ayuntamiento, a nuestro juicio, queda totalmente arrinconado. Es fundamental ponerse a trabajar ya. Hay proyectos ahí que se podrían iniciar ya mismo si hubiera voluntad política, como por ejemplo el carril-bici o el paseo marítimo, como ya se iniciaron en la etapa anterior. Nosotros lo que queremos es que se hable de proyectos beneficiosos para los santanderinos, por eso nos preocupa mucho que dentro de ese protocolo surja un proyecto del que no se había hablado hasta la fecha y que además se ha ocultado, como es la construcción de un gran edificio para despachos de los cargos de la Autoridad Portuaria y de los trabajadores, en plena fachada marítima en algún lugar que desconocemos y, sobre todo, pagado con los ingresos y plusvalías que se generen en San Martín o en paradero cuando esa no era la idea inicial, sino que los ingresos iban a ser para mejorar la fachada marítima y para mejorar también la urbanización de los edificios.
P.-¿Dónde tropieza el Estatuto de Capitalidad de Santander?
R.- Tropieza en el Gobierno de Cantabria y, especialmente, en la Vicepresidencia del Gobierno de Cantabria. El Estatuto de Capitalidad está siendo recurrentemente solicitado por el Ayuntamiento desde el inicio de esta legislatura y ya lo veníamos haciendo en legislaturas anteriores, por una razón muy sencilla, porque es absolutamente justo. En estos momentos, los santanderinos están pagando con sus tasas y con sus impuestos servicios que disfrutan diariamente el resto de los cántabros y que se producen por el hecho de que aquí acuden diariamente muchas personas que no tributan porque no están empadronadas en la ciudad, pero demandan servicios como el transporte en autobús, la limpieza y el mantenimiento de las calles. Ese esfuerzo que sólo realizan en este momento los santanderinos, entendemos que debía ser recompensado por la comunidad autónoma, como ya ocurre en muchísimas capitales de provincia. Hasta la fecha, la comunidad autónoma se ha negado sistemáticamente a reconocer esa condición de capital jurídica, financiera y económica, y estamos en un proceso en el que todavía nos queda por ver si verdaderamente hay voluntad, un proceso de negociación. Habrá que esperar un poco más para saber si esas reuniones terminan en lo que debe ser ese reconocimiento o, muy al contrario, vuelven a ser una maniobra dilatoria para ralentizar el proceso y para que no se haga.
P.- ¿Se llevan tal mal los tres partidos de la comunidad autónoma, como los cántabros lo percibimos?
R.- El Partido Socialista y el Partido Regionalista se llevan muy bien, por eso están gobernando juntos. La postura que nosotros tenemos, hablando con clave más personal del Ayuntamiento, es tratar de tener un diálogo con todas las Administraciones y responsables políticos, independientemente del partido al que pertenezcan, por el bien de los ciudadanos de Santander y de Cantabria. Eso es lo que nos preocupa, por eso hay consejeros del Gobierno Regional que han entendido que no se puede estar politizando la vida pública permanentemente y que hay que hablar de proyectos, que hay que sacar las cosas adelante, en un marco de negociación y de diálogo; a esos consejeros siempre les hemos estado agradecidos y lo seguiremos estando por esa colaboración, que no significa que simplemente aporten ayudas al Ayuntamiento sino también al contrario, el Ayuntamiento también les ofrece colaboración en aquellos proyectos que ellos quieran desarrollar en la ciudad. Hay otros consejeros del Gobierno Regional, otros responsables políticos, que siguen en la idea de que obstaculizando al Ayuntamiento y poniendo permanentemente piedras en el camino van a conseguir hacer daño político y mayor rédito personal. Yo creo que la historia ha demostrado que esto no es así, ya que perjudicar a un Ayuntamiento pensando en intereses políticos perjudica al conjunto de los ciudadanos, y esos ciudadanos son lo suficientemente responsables y maduros como para entender quiénes hacen por sacar los proyectos adelante y quiénes utilizan las instituciones con carácter partidista.
P.- Algunos clubes y asociaciones se quejan de que para una ciudad de esta importancia las infraestructuras deportivas al alcance del deporte base y los ciudadanos (pabellones municipales, La Albericia…) son muy escasas, ¿qué planea el Ayuntamiento en este sentido?
R.- No comparto esa opinión. Tenemos un Complejo Municipal en La Albericia, en donde hay un apoyo al deporte base reconocido por toda la Sociedad. Pocas ciudades en España pueden contar con unos espacios de convivencia en el ámbito deportivo como ese. Tenemos un Palacio de Deportes con capacidad y dimensiones para albergar eventos de gran importancia, a lo que hay que sumar la red de polideportivos que se han ido poniendo en marcha progresivamente y los espacios que este año se han inaugurado (centros deportivos de carácter privado que ofrecen una alternativa de deporte, los campos de fútbol de Monte, las pistas de pádel y de tenis en el complejo de La Albericia y la adjudicación del proyecto y el nuevo centro deportivo en Monte también). Todo ello indica que seguimos creciendo con un nivel y un ritmo muy acelerado para conseguir mejores resultados.
P.- ¿Qué tal llevó los estudios durante su época de estudiante?
R.- Como todos los estudiantes, unas veces bien y otras veces no tan bien, con mucho esfuerzo y tratando de compaginar eso con las vivencias que tiene que pasar uno de joven, que supongo que vosotros estéis en ello.
P.-¿Cuántas veces le ha pedido su familia que abandone la política?
R.- La verdad es que ninguna.
P.- Usted tiene fama de ser buen samaritano, habiendo protagonizado varios episodios de auxilio a otras personas, pero eso no es muy conocido, ¿no?
R.- No. La verdad es que se habla de una anécdota concreta que hubiera hecho cualquier otra persona en el momento en que se produjo. Yo creo que no tiene ningún mérito, salvo el haber coincidido al estar allí en ese instante. Lo que en su momento hice yo lo podía haber hecho y lo habría hecho cualquier otra persona, lo que ocurre es que quizá por tener el cargo que tengo, tuvo mayor trascendencia. Lo importante es que la niña, que supongo que es a la que te refieres en esa anécdota, esté bien, como así es, y eso es lo importante para la familia a la que les estoy por otro lado muy agradecido, porque creo que no me merezco la palabras de elogio que me dan.
P.-¿Qué sueño aún no ha realizado?
R.-Bueno, pues no sé, uno no tiene todos los días sueños de cosas que le gustaría hacer. A mi me hubiera gustado hacer algo relacionado con la dirección y producción del cine; soy un apasionado del cine, pero no sé si algún día tendré la oportunidad de hacer algo en ese ámbito. Pero bueno, sueños se han cumplido muchos, y el mejor y el más bonito es, sin lugar a duda, mis hijos.
P.- ¿Cuándo será usted presidente de Cantabria?
R.- (Se ríe) Creo que el próximo presidente de Cantabria es una persona que reúne mejores condiciones que yo, es mejor político y, sobre todo, tiene más intuición política de la que tengo yo. Hablo de Ignacio Diego, que es el presidente del Partido Popular y que tiene una capacidad de gestión que es lo que más valoro en un político, sobradamente probada en su etapa de alcalde de El Astillero. El será el próximo presidente de Cantabria y además tengo la sensación de que si entra de presidente lo va a ser por muchísimos años, en cuanto le dejen un mes para que la gente pueda comprobar cómo puede ser el mejor presidente de una comunidad autónoma.
P.-¿Cómo le gustaría que fuese el Santander de sus hijos y cómo le gustaría ser recordado?
R.- Por nada especial. Creo que un alcalde tiene que tratar de hacer las cosas en una proporción, porque yo aquí soy el alcalde, pero cuento con la ayuda de los 15 concejales que están todos los días peleando y luchando y dejando, eso sí, una parte importante de su ocio y de su vida familiar aparte por hacer cosas en Santander. Creo que lo importante es tratar de hacer las cosas bien, con errores, como se tienen cuando uno ejerce la política, y tratar de que esos errores sean los mínimos para que los aciertos predominen; trabajar para que Santander vaya mejorando, reivindicar lo que entendemos que otras Administraciones tienen que hacer y luchar a pesar de las dificultades que se pongan para conseguir lo mejor para los santanderinos y tratar de hacer las cosas lo mejor posible, pero no por nada en especial. No creo que nadie deba ser recordado por nada en especial, porque lo importante es la ciudad y no las personas que gobernamos, que hoy estamos aquí, pero mañana podemos no estarlo.