Ernesto Flankenthal es uno de los históricos del tenis en nuestra ciudad. Responsable de la Escuela Municipal de Tenis de Torrelavega, entre otras ocupaciones, ha dedicado muchos años de su vida a la formación de jóvenes deportistas, lo que es tanto como decir a la educación de los jóvenes de esta ciudad. Ernesto, y los demás profesores que constituyen esta escuela, son los culpables del éxito de una de las principales canteras del tenis regional, de donde han salido figuras recientes cono Natalia Martínez o Gabriel Perez Carral.
Volcados en el aspecto formativo, han visto cómo sus grandes jugadores recalan posteriormente en otros equipos, mas volcados en la competición. Son días estos en los que la EMD de Tenis de Torrelavega, se mantiene expectante ante la reforma de unas instalaciones que, por obsoletas, limitan en gran medida la labor de estos grandes profesionales. A finales del año pasado, el Ayuntamiento anunció, con gran publicidad, el inminente inicio de las obras de construcción de un nuevo complejo de pistas de tenis de carácter sumamente innovador. Una singular estructura formada por un techo ondulado de madera y amplias cristaleras a modo de paredes, que albergaría tres pistas centrales, según un diseño de los ingenieros torrelaveguenses Carlos Liaño y Carlos Iturregui, de la empresa Ingenia.
El proyecto, que aun no se ha iniciado, permitirá actualizar unas instalaciones muy demandadas y deterioradas, desde su inauguración en 1988, y dotar de medios a la escuela municipal. Pero hoy no hablamos del cuerpo del tenis torrelaveguense, sino de su espíritu, de Ernesto Flankenthal.
Pregunta.- ¿Cuánto tiempo llevas dedicado al tenis?
Respuesta.- Pues empecé a jugar al tenis a los once años y, bueno, pues de ahí en equipos de alevines, infantiles, cadetes, junior y luego en absoluto y ya, a partir de una edad, me dediqué a la enseñanza, o sea, que desde los once hasta ahora que tengo cuarenta y cinco.
P.- ¿Has necesitado alguna acreditación para dar clases?
R.- Si, claro hemos tenido que ir a Madrid a dar unos cursos y hemos estado dos años yendo cuatro semanas y luego otras cuatro semanas otro año.
P.- ¿Desde cuándo formas parte de la Escuela Deportiva Municipal?
R.- Formo parte de esta escuela desde 1988.
P.-¿Cuántos alumnos forman parte de esta escuela?
R.- Ahora mismo forman parte 120 alumnos de escuela municipal y luego de adultos hay 58.
P.-¿Hay que hacerse socio para acceder a esta escuela?
R.- No, sencillamente te tienes que apuntar en las oficinas del IMD, en el complejo deportivo Oscar Freire, y con eso ya puedes venir a dar clases si hay plazas, claro.
P.-¿Cuál es la edad ideal para empezar a aprender a jugar al tenis?
R.- Para empezar a jugar, pues desde los cinco-seis años.
P.- ¿Hay que reunir alguna condición especial?
R.- No, ninguna, que te guste hacer deporte y nada más, tener ganas.
P.-¿Se nota enseguida a quién se le va a dar bien jugar a este deporte?
R.-Si, se nota enseguida, en una semanita los tienes a todos más o menos controlados.
P.- ¿Pensaste alguna vez en llegar a ser un tenista famoso?
R.-Tuve la oportunidad a los quince años cuando me llamaron de Barcelona, pero mis padres me dijeron que “tururú, tururú” que me dedicase a estudiar (risas).
P.- ¿Ha habido campeones regionales en Torrelavega?
R.- ¿Que si en Torrelavega ha habido campeones regionales?, pues sí, ha habido bastantes campeones regionales, desde 1988, más o menos. En el 92 hubo dos chicas, Tamara González y Sandra González, en unos años en los que la diferencia con los equipos de Santander era notable, por su mayor experiencia de competición y su participación en torneos fuera de la región, lo cual le da más mérito al triunfo. Tamara fue campeona regional infantil. También fue campeón regional benjamín Jorge Ruiz, también en edades tempranas, a los 8-9 años. También este Abascal, Gabriel Fernández-Abascal que fue campeón regional benjamín y luego ya Jorge fue alevín también. También recuerdo a María Rivas que fue campeona absoluta y campeona regional en varias categorías. También fue campeona absoluta de Cantabria Aroa González, que ha sido campeona alevín, infantil, cadete, junior, y buenos jugadores como María Torio, del club Círculo de Recreo, y María Martínez.
P.- ¿Algunos de ellos han llegado a ser profesionales?
R.- Pues sí, Jorge Ruiz, que estuvo en Madrid dos años como mínimo y luego ya se ha venido para acá, que ha estado entre los mejores jugadores alevines de España. También Gabriel Fernández-Abascal, que se fue a Barcelona. Lo que pasa es que se ha ido ya de cadete y sigue allí todavía. Lo que no sé es qué es de su vida, no he oído grandes logros de él, por el momento, vamos.
P.- ¿Se han ido algunos a otros clubes?
R.- Pues ha habido una racha en la cual clubes como los de Santander, sobre todo un club que es muy verde, llamaba la gente que jugaba bien de los clubes, no sólo de los nuestros sino también de Parayas y otros clubes, y les ofrecía raquetas, chándal y se pasaban para allá y se llevaron a los mejores jugadores. Nos quedamos un año sin ningún jugador para poder competir en condiciones. Ahora por ejemplo, hay jugadores como Cristina Bucsa, que está jugando muy bien y a la que ya están mirando en Barcelona para ver su seguimiento en España. Hemos tenido un buen jugador que ha sido Ramón Toyos, pero que ha tenido una enfermedad de la cadera y por el momento no puede jugar y no sabemos si se podrá recuperar o no, pero que ha sido campeón regional y luego del Círculo de Recreo. Está Alberto González, que va a tener muy buena proyección, de igual manera hay un grupo de benjamines que están jugando bastante bien. En cadetes y junior la verdad es que, ahora mismo, todo el mundo prefiere otro tipo de actividades.
P.- ¿Es gratificante enseñar este deporte?
R.- Sí, sí, bastante. Tiene ratos no divertidos, pero tiene otros que los compensan.
P.- ¿Cuántas horas dedicas a la enseñanza del tenis?
R.- Ahora mismo estoy dedicando a enseñanza en la pista 25 horas y luego lo que trabajo en casa.
P.- ¿Tienes intención de enseñar a tu hija a jugar al tenis?
R.- Sí, si me deja ella y está capacitada, desde luego que sí, y se la dejaré a Javi también para que la riña un poquito.