Desde hace un año Endesa es la cabecera en todos los informativos y comentarios de las bolsas europeas y de ultramar. ¿Por qué? por las OPAS que recibió y está recibiendo por parte de la empresa alemana E.ON, de la española Gas Natural y de Acciona.
Endesa es la mayor empresa eléctrica de España y la primera compañía eléctrica privada de Iberoamérica. Es uno de los operadores eléctricos más relevantes en el Mediterráneo, especialmente en Italia, y realiza actividades en otros países europeos. Además, tiene una presencia creciente en el mercado ibérico de gas natural, disponiendo de un importante nivel de desarrollo en el terreno de las energías renovables, y posee participaciones en empresas del sector de telecomunicaciones.
¿Qué es una OPA? os estaréis preguntando (igual me lo preguntaba yo…). Una OPA es una Oferta Pública de Adquisición de acciones u otros valores. Se trata de una propuesta que puede ser aceptada, o no, por la sociedad afectada. La OPA se produce cuando alguien quiere adquirir acciones de una sociedad cuyo capital está, todo o una parte, admitido a negociación en la Bolsa de Valores.
Con una OPA el comprador consigue, o intenta conseguir, una participación importante (del 25%) del capital con derecho a voto en la sociedad. Si el objetivo de la OPA es la toma de control (es lo que está ocurriendo en este caso con Endesa) puede ser pactada con quienes dirigen la sociedad; el problema aparece cuando no hay acuerdo y el comprador quiere tomar el control, de manera que el accionista que lanza la OPA plantea un precio de compra superior al que tiene en bolsa. Ante un precio mejor que el actual, muchos son los accionistas que deciden vender sus títulos. De esta forma, los gestores que rechazan la OPA están obligados a mantener el apoyo de la mayoría del capital o, por contra, perderán el control de la sociedad. Generalmente, la oferta de compra de acciones suele darse en los momentos en los que las cotizaciones en bolsa están más bajas. Una OPA baja puede provocar el lanzamiento de una contra-OPA por parte de la sociedad.
Una guerra claramente desigual entre las dos primeras compañías que realizaron la OPA. En un principio… La alemana E.ON hizo una OPA claramente superior y por la cual yo me hubiera inclinado, pero en fin… El gobierno español, vulnerando la legislación comunitaria para favorecer a una empresa, impuso una serie de inconvenientes para que la empresa extranjera no pudiera hacerse con la española. Las ofertas fueron muy claras; la empresa española fue la primera en realizar la OPA por valor de 21,3 euros por acción (precio claramente inferior al marcado) para comprar el 100% de Endesa, mientras que la empresa alemana ofreció 27,5 euros por acción (creo que no hay nada que explicar sobre las ofertas…) para comprar el 70% de las acciones de la empresa española y así convertirse en la principal empresa eléctrica europea. Hasta aquí está todo claro, una guerra entre dos grandes compañías con intereses económicos por medio.
Pero de repente apareció el gobierno poniendo una serie de trabas y, lo más impresionante todavía, quebrantando la legislación comunitaria (es decir violando la ley); por lo que no es de extrañar que el PSOE mantenga una serie de intereses ocultos con la compañía catalana para ganarse el «cariño» de los diferentes partidos catalanes. Y a partir de aquí es donde surge el dilema: dejar que la empresa alemana adquiera Endesa o, por el contrario, que se la lleve Gas natural y que se quede en España. Cualquier persona, a poco sentido común que tenga, sabría diferenciar entre las diferentes ofertas. Y, por supuesto, las personas que dirigen Endesa en estos momentos no están donde están regalando dinero. Está bien claro que a los accionistas de Endesa les interesa mucho más la oferta de la compañía alemana, porque ofrece más dinero por acción y por tanto aumentará su riqueza económica.
Pese a lo anterior y ante la posibilidad de que la empresa favorecida por el gobierno español no obtenga el resultado pretendido, el gobierno pone más inconvenientes, argumentando que para un país como España conviene tener una empresa nacional en un sector estratégico, aunque sea a costa de enturbiar la libre competencia.
Mi postura es totalmente a favor de la OPA de E.ON y en contra de las estratagemas que está realizando el gobierno. Como futuro consumidor, me interesa mil veces más la oferta de la empresa alemana puesto que, en el caso de que Gas Natural se haga con las acciones de Endesa, se produciría un claro monopolio por parte de Gas Natural en España, y por lo tanto una subida importante en los precios y la disminución de la competencia existente. Por otra parte, si la empresa alemana consigue hacerse con la española perderemos una gran empresa a nivel internacional.
El tiempo pasa y por supuesto las fichas se han ido moviendo, las ofertas han ido cambiando y de repente, sin que nadie lo esperase, apareció Acciona y compró el 10% de la empresa eléctrica española. Nadie sabe como acabará esto… Sólo hay una cuestión evidente: que dejando actuar al mercado, sin tasas ni intenciones políticas por medio, el que gana es el accionista y al final el consumidor. Hoy quien está feliz es el accionista de Endesa, pero como acabará esta historia…