La Reserva Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel fue creada en 1992 para preservar una de las zonas húmedas más importantes de la Península Ibérica el denominado Doñana del Norte, un punto de especial importancia en las rutas migratorias de numerosas especies de aves.

El río Asón, en su desembocadura entre Santoña y Laredo forma un importante estuario ocupado por las marismas más destacadas del Cantábrico, completándose el enorme interés ecológico de este espacio natural con un marco paisajístico realmente privilegiado , todo ello en el corazón de unas de las zonas más turísticas y atractivas de Cantabria.

El núcleo de la Reserva Natural está formado por la bahía de Santoña y las rías que afluyen a ella , unas 3000 ha de extensión descubierta en la bajamar que albergan una enorme riqueza biológica . Para entender está afirmación debe recordarse que las zonas de marismas son las áreas de mayor productividad biológica. El espacio protegido también engloba el interesantísimo Monte Buciero , cubierto por un magnífico encinar y cortado hacia el mar en los acantilados más espectaculares de la costa cántabra .
Así mismo, queda dentro de la zona protegida de Montehano, una curiosa montaña de forma piramidal que fue objeto de veneración y de diversos restos de interés arqueológicos. Desde el punto de vista geomorfológico , el estuario del Asón tiene como punto clave el Monte Buciero antiguo tómbolo o isla
Unida a tierra firme por una flecha de arena.
La vegetación está adaptada a la gran humedad y salinidad de esos medios.
En la zona barrida por las mareas los factores ambientales, como mareas, corrientes, oleaje, tipo de fondo… , afectan directamente la vida de las especies que sobre ésta se asientan.
El oleaje, tan importante en la costa, aquí no se deja sentir.
La marea hace que los organismos estén a tiempos de inmersión o bajo el agua y otros fuera de ella o eversión, durante el primer periodo en cuanto comen , se mueven y realizan sus actividades mientras que durante el segundo, buscan refugio para escapar de la deshidratación; problema que se soluciona de muchas maneras, encerrándose en una concha enterrándose, desarrollando caparazones, buscando zonas más húmedas, etc.
Las corrientes son débiles, las producidas por la marea en su descanso son las más importantes ya que erosionan los sedimentos.
El tipo de substrato es quizá uno de los factores más importantes, los fondos blandos formados por sedimentación , se definen por el tamaño del grano.

Otro caso son los fondos de piedra, donde los organismos habitan sobre la superficie salvo un escaso grupo de bivalvos que son capaces de perforar las rocas blandas.
Los organismos que habitan los fondos intermareales pueden ser clasificados por su tamaño o lugar donde viven; entre los granos del sedimento enterrados en el sedimento o sobre la superficie del fondo. El primero de los conjuntos se conoce como comunidad intersticial, sus especies son de tamaño muy pequeño o casi microscópicos y la aportación que realizan al ecosistema es fundamental ya que se encuentran de reciclar la materia orgánica que se encuentra en el fondo.
El último conjunto es el que habita sobre el fondo para lo cual necesitan un sistema de fijación, hay algas microscópicas, bivalvos, fijos como ostras y mejillones, crustáceos, cirrípedos, esponjas, etc…, otra fauna aprovecha los resquicios.

IMPACTO AMBIENTAL
Redactores: Janette Alonso Guerra, Laura González Menéndez, Sara Migueláñez Espinosa, Alejandro San Miguel Pérez, Paula Tamayo Cagigas

Las Marismas de Santoña fueron nombradas en 1992 Reserva Natural, al tratarse de una de las zonas húmedas más importantes de la Península Ibérica y un punto de especial importancia en las rutas migratorias de numerosas especies de aves.

Pero a pesar de todo, se han producido varias transformaciones en el paisaje de Santoña, que han perjudicado gravemente las marismas, como la construcción de una carretera, que bien, resultará muy práctica para los ciudadanos, pero muy perjudicial para las marismas, ya que la divide en dos, destruyendo por completo el ecosistema, además de todos los prejuicios que debió causarles durante su construcción.

Otra modificación que hemos visto, más o menos reciente, son las plataformas industriales que se han construido ganando terreno a las marismas, que también la ha perjudicado además de la contaminación que recibe. Las Marismas están perdiendo cada vez más extensión, por lo cual las consecuencias de que Santoña siga creciendo van a ser la desaparición de este valioso espacio natural.
Pero ahora que las Marismas han sido nombradas Reserva Natural, estos problemas no volverán a repetirse, aunque el daño que las han provocado, difícilmente será reparable.

Trabajo original