A todos nos parece normal contar con el suministro de energía en cualquier sitio: en casa, en el trabajo, en el instituto, en las calles, incluso cuando vamos de acampada… La escasez de combustible o los cortes de electricidad son algo raro en nuestra sociedad, aunque sirven para recordarnos que la energía es fundamental para el transporte, el calentamiento o la refrigeración de nuestros hogares y el funcionamiento de nuestras fábricas, granjas, escuelas y oficinas.

El consumo energético es cada día más elevado, pero muchos de los recursos energéticos que utilizamos son limitados siendo además su consumo, por lo general, una fuente de contaminación. El desarrollo sostenible exige utilizar menos combustibles fósiles de forma más inteligente.
En el Instituto hemos desarrollado durante este curso un proyecto que se titulaba Ahorrando (Dinero y Energía). Este proyecto intentaba difundir el conocimiento del consumo energético que se realiza en la actualidad, la procedencia de los recursos que se utilizan y las alternativas al mismo, a la vez que concienciar sobre la necesidad de realizar un uso razonable de la energía en todos los aspectos de nuestra vida diaria.
Dentro de este proyecto estaba prevista la realización de una exposición sobre las fuentes de energía, con especial atención a las energías renovables, fundamentalmente la solar, eólica y mareomotriz, pero… Surgió un problema. Al tratar del consumo y producción energética en la Unión Europea vimos que había algunos países un “poco extraños”, de los que apenas si sabíamos dónde estaban situados sobre el mapa de Europa.

Esta situación hizo plantearse a los profesores que desarrollaban el proyecto la conveniencia de analizar también la Geografía europea. Así se incorporó a la exposición el tema de la cartografía. Europa, el viejo continente, tiene una larga historia tras de sí. No siempre ha habido unas perspectivas halagüeñas para la convivencia entre los distintos pueblos que han ocupado sus tierras. El repaso a la Historia de Europa a través de los mapas puede servirnos para conocer un poco mejor las diferencias que nos han separado y los puntos de contacto que han servido para volver a unirnos.

El panorama que se presenta ante los europeos es, al fin, de convivencia, colaboración y respeto a las diferencias. La Unión Europea es ya una realidad esperanzadora que nos permite crecer juntos.
La exposición tenía tres partes diferenciadas:

  • Las energías renovables (pudimos ver los paneles solares y sus aplicaciones, comparar el consumo de una lámpara normal y otra de bajo consumo…) que tenían aplicaciones para experimentar y poder comprobar directamente los efectos de las energías en la vida diaria.
  • Europa en sus mapas
    Una amplia muestra de mapas de los países de la Unión Europea y mapas antiguos (algunos del siglo XIX) que nos permitieron ver cómo Turquía formaba parte de Europa en esa época, o cómo se han modificado las fronteras de Polonia desde entonces.
  • Presentaciones audiovisuales
    Se elaboraron dos. Una sobre Europa a través de los mapas, donde podía verse la evolución de nuestro continente desde hace 6000 años hasta la actualidad, y otra sobre el ahorro energético en la que se mostraban los distintos tipos de energías y las aplicaciones que podían tener, así como las formas de ahorrar energía en nuestra vida diaria.

Además había un juego llamado “Viaje a través de las energías” que podía manipularse en un ordenador, facilitado por el IDAE.
Durante los días que la exposición estuvo abierta, pasaron por ella unos mil alumnos con su profesorado, que pudieron utilizar las Sugerencias para una visita didáctica que se habían elaborado.

 

Trabajo original