Durante los días 5, 6, 7 y 8 de abril, seis chicos y seis chicas de la selección cántabra de balonmano (en categoría infantil), acudimos a Valladolid a una concentración de balonmano.
Se aprovecharon estas fechas para juntar a todos los chicos/as de España y observar el nivel que hay. Hubo cinco o seis concentraciones repartidas por toda España, y entre ellas, la de Valladolid. El fin de estas concentraciones es observar a los jugadores, y a los que tienen más posibilidades, les reúnen a todos en verano en una única concentración, y trabajar con ellos más en serio.
A la concentración de Valladolid, acudimos gente de Asturias, Castilla y León, Galicia y Cantabria. Estuvimos en una residencia (para este tipo de encuentros). El domingo, casi en la noche, llegamos todos los equipos.
El lunes y el martes tuvimos «jornada completa», entrenamos mañana y tarde. Ya el miércoles, por la mañana entrenamos y por la tarde, fuimos volviendo poco a poco, cada uno a su comunidad.
Fue una experiencia genial porque (a nivel de juego), juegas con gente que no conoces y te tienes que adaptar a ellos; además tus contrarios son mucho más duros y te tienes que entregar a fondo; acaba resultando un balonmano realmente bonito.
Esto a nivel de juego, pero luego en el aspecto de convivencia te lo pasas muy bien, conoces a mucha gente y te haces un montón de amigos.
Es una experiencia muy grata y espero que pueda volver a otra concentración de este estilo en un futuro.