Tener un Día Internacional de la Mujer Trabajadora no es un privilegio. Esto quiere decir que a pesar de que a los hombres se les abren las puertas en el campo laboral y profesional, a las mujeres se las sigue dejando en un segundo plano, pero esto debe cambiar.
Las mujeres tenemos que decidir qué hacer y cómo hacerlo sin que nadie nos impida expresar y realizar nuestros ideales. No podemos quedarnos con los brazos cruzados, es nuestra obligación intentar al menos, participar de forma activa en la sociedad, tomar la iniciativa conseguir nuestro merecido papel público… Nuestro mayor objetivo es hacer que todos los días del año sean el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Bien es cierto que esto no es nada nuevo, o sea, desde hace tiempo atrás, muchas mujeres llevan realizando este camino pero sin satisfactorias recompensas, por ello no debemos cesar en nuestro intento de buscar, reclamar y conseguir un mundo en el que no sólo sean los hombres los dueños del poder y la sociedad en todos los aspectos.