El Monte Dobra y sus joyas arquitectónicas y naturales están en peligro. A través de la visita de un arqueólogo al centro educativo, los estudiantes del IES Santa Cruz de Castañeda han entendido la importancia que tiene conservar este monte.

Nos ha visitado un arqueólogo, que nos ha dado una charla sobre el monte Dobra, en la antigua clase de Arte, en el Instituto viejo.

La charla trataba sobre antiguos asentamientos de personas en el monte Dobra, que es una cordillera formada en la parte norte por areniscas y en la sur por calizas.
Entre estas dos partes se aprecia una gran diferencia en el tipo y abundancia de vegetación.
La parte norte tiene gran cantidad de vegetación. Esta se encuentra en abundancia en las dolinas de disolución. Esta vegetación se llamo «relipta».
La idea principal de la charla era comentarnos que en dicha cordillera había antiguos asentamientos de los cantabros y que reciben el nombre de «castros».

LOS CASTROS DEL DOBRA

Hay en el Dobra tres castros conocidos, lo que hace que este monte sea un yacimiento rico, porque hay sólo 33 en todo Cantabria, concentrándose la mayoría de los castros en la zona sur.
Estos castros son poco conocidos a pesar de que forman parte de nuestro patrimonio.

Estos castros están alineados y son como campamentos que están situados en zonas estratégicas por su visualización y situación. Estaban situados en una especie de peñas que intentaban allanar y poner suelo f irme por medio de la construcción de grandes paredes. Allí construían cabañas de forma redonda con ramas entrelazadas y recubiertas de barro, con el hogar en el centro.Estas casas estaban apoyadas contra los grandes muros que protegían a sus habitantes de los vientos.
Un equipo catalán se interesó mucho por este monte y lo investigaron a fondo.

Además de estos castros existen otras «joyas» como las grutas subterráneas o grandes fosas o sumideros.

Todo esto se puede estropear por la mano del hombre, con sus canteras y explotaciones que crean un gran impacto en el medio.
Esto se intenta evitar con concentraciones en Torrelavega, pero sin grandes soluciones.

Una pregunta realizada por un compañero, nos sirvió para aclarar que la entrada a estos castros tenía forma de embudo por motivos de seguridad.

Por último, hay que decir que de estos castros sólo quedan canchales artificiales.

Trabajo original