La ganadería ha sido siempre un pilar importante en Cantabria y actualmente se está abandonando. Tres alumnos del IES Manuel Gutiérrez Aragón nos dan su visión sobre un mundo que les resulta muy cercano.
EL DÍA A DÍA DEL GANADERO
Por Julio Gómez Cerro, alumno de 3º G de ESO del IES Manuel Gutiérrez Aragón de Viérnoles
En mi casa siempre ha habido ganado. Ya lo tenían mis abuelos, ahora lo tenemos mis padres y yo. Tenemos unas 25 vacas entre Tudancas y Mixtas. También tenemos yeguas de monte (unas 20), cabras, gallinas y pollos.
Cuando yo estoy en clase lo atienden mis padres, pero los fines de semana y vacaciones también tengo que ir con ellos. En verano, a hacer la hierba vamos todos.
A las ferias de año sólo llevamos las vacas a dos: el 21 de Marzo a la feria de San Benito en Quijas y el 6 de Diciembre a la de la Inmaculada en Ibio. Las llevamos andando por el monte y la carretera general.
Según me levanto los fines de semana, fiestas o vacaciones, voy al invernal a arreglar las vacas y les quito el abono. Después limpio los pesebres para echarles el pienso. Cuando ya lo han comido les echamos la hierba para, en cuanto la acaben, soltarlas a un cerrado que tenemos al lado de la cuadra para que no se les entumezcan las patas. Me voy a ver las yeguas y a soltar las cabras.
Cuando vengo de las cabras arreglo las gallinas y los pollos y me voy a comer. Cuando subo por la tarde les doy agua.
Poco antes de que anochezca las amarro y las echo el silo, voy a meter las cabras y después arreglo los perros y los gatos. Así todo el invierno hasta marzo o abril, que soltamos las estieles* a los prados para quedarse fuera. Las que están paridas las suelto más tarde porque si las suelto con las estieles hace mucho frío para las crías.
En mayo las subimos al monte y empezamos a hacer la hierba y el silo para el invierno. Durante el verano tenemos que ir a verlas cada 8 días. Después, a medio verano, se les quitan las crías para destetarlas para que recuperen las vacas de estar criando y las bajamos a casa a la cuadra para que se acostumbren a estar sin mamar. Las tenemos en el monte hasta últimos de octubre o primeros de noviembre, que las bajamos a pacer los prados. A la cuadra entran a primeros de diciembre para que pasen el invierno.
Las vacas van con campanos de feria y rosetas. Las llevamos como exposición porque no solemos vender ninguna.
* Las estieles son las reses vacunas que no conocen cría
UNA PROFESIÓN MUY IMPORTANTE
Por Rubén Pérez, alumno de 3º G de ESO del IES Manuel Gutiérrez Aragón de Viérnoles
La ganadería es la profesión dedicada a la crianza y mantenimiento de los animales. En la antigüedad era una profesión muy importante a la que se dedicaban gran número de personas, pero al ir aumentando el trabajo en las fábricas y comercios descendió en gran medida hasta el punto de que hoy en día sólo se dedican a ella la gente de los pueblos y poco más.
La ganadería es una profesión de mucha importancia ya que de ella sale la mayor parte de nuestra alimentación: carne, huevos, leche, queso…, productos que si no hubiera animales no los tendríamos.
La ganadería es muy importante, sólo que para los ganaderos de baja explotación los beneficios y ganancias obtenidos son escasos. Es un trabajo duro y esclavo, aunque en la actualidad tenemos muchas máquinas para hacer la vida en el campo más fácil.
Antiguamente, sin embargo, un ganadero que tenía 60 vacas de leche. Las tenía que ordeñar a mano, segar los prados o utilizar abono para aumentar en verde en el campo. Hoy en día, con las ordeñadoras, segadoras y tractores el trabajo en el campo es más sencillo, pero sigue teniendo sus complicaciones. No será un trabajo tan duro como antes, pero sí esclavo, ya que si un trabajador que se dedique a la construcción o a otros oficios tiene los fines de semana libres (y en algunos vacaciones y todas esas cosas), en la ganadería no los hay. No puedes tomarte todo un fin de semana libre ya que los animales hay que atenderlos, ordeñarlos y echarlos de comer todos los días. En el caso de las extraordinarias los ganaderos no las tiene, y se exponen a que un mes o un año tengas ganancias y otros no. La mayor parte de lo que ganas hay que dárselo otra vez a los animales. Además, el trabajo en el campo depende del tiempo que venga.
LO QUE MÁS BONITO HACE A LOS PUEBLOS
Por Julio Bardón Díaz, alumno de 3º B de ESO del IES Manuel Gutiérrez Aragón de Viérnoles
Os voy a contar la vida de un ganadero. Algunos piensan que se llevan buena vida pero yo creo, por experiencia, que si no es el peor trabajo que hay, es uno de los peores y el menos recompensado. Tan solo algunos ganaderos de vacas pintas sacan beneficios de la leche. Algunos nos tenemos que hartar de estar con ellas en el monte y a veces para nada, pues hay años que nos quedamos sin cobrar la subvención. A partir de noviembre, nos tenemos que levantar a las seis de la mañana para echar de mamar a los jatos y echarles de comer a las vacas. Después, con poco tiempo para desayunar, hay que llevar las vacas al prado para que pasten y tengan leche para los jatos y, si sobra, aprovecharla para hacer quesos. A continuación tienes que limpiar la cuadra e irte a comer para volver a recoger las vacas y llevarlas de nuevo a la cuadra hasta otro día para que vuelvan a salir.
Esto que os he contado es un día normal en la vida de un ganadero en los meses de invierno y primavera. En el mes de mayo, ya cerca de junio, se echan las vacas al monte. El día 15 de junio se suben a los puertos de Sejos. De mientras, como no nos podemos estar quietos, tenemos que hacer la hierba. Es un trabajo mejor que el de estar todo el día con el ganado, pues en la hierba si no hace sol no se hace nada; se va a ver las vacas al puerto y se les lleva un saco de sal gorda para que cuando vayas al día siguiente a verlas no tengas que andar mucho, y sólo con llamarlas van donde ti. Cuando se acaba la hierba y bajan las vacas con los jatos del puerto se baja el jato más ruin a la cuadra para engordarle y matarle en casa.
No os cuento nada más pues de aquí para adelante todos los años es la misma historia y el mismo trabajo. Los ganaderos, como sigan con el mismo desorden que están haciendo los veterinarios con el papeleo de las vacas, se van a acabar aburriendo de lo que más bonito hace a los pueblos, que es la ganadería.