Los alumnos de 5º y 6º del Colegio Mata Linares de San Vicente de la Barquera realizaron en mayo el itinerario Aventura Joven en las Comunidades Autónomas de Castilla y León (Burgos, Salamanca Segovia y Ávila) y Madrid. Previamente, recopilaron información de las ciudades y lugares que iban a visitar.
1- SALAMANCA
Cuando llegamos a Salamanca, pasamos el viejo puente romano y vimos el toro de piedra que aparece en un episodio de El Lazarillo de Tormes …
…. «Ya el primer día, después de despedirse de su madre, iban atravesando un puente sobre el río Tormes. Había ,junto al puente, una estatua de piedra que tenía forma de toro. El ciego dijo a Lázaro:
– Apoya la oreja en la piedra y escucharás el rumor del río como si el toro estuviera mugiendo.
Y cuando Lázaro puso su cabeza junto a la estatua y su amo le propinó un formidable coscorrón y dijo el ciego:
– ¡Toma! Eso es lo primero que tienes que aprender: No debes confiar en nadie.
El Acueducto es una de las obras más grandiosas del Imperio Romano. Fue creado para llevar agua a la ciudad, nos pareció impresionante desde abajo.
La casa de los Picos: Recibe ese nombre porque antiguamente vivía en esa casa una familia judía que, cuando los Reyes Católicos expulsaron a los judíos de España, se tuvo que marchar y la casa fue comprada por un comerciante cristiano.
A pesar de esto se la seguía conociendo como la casa del judío. El dueño estaba harto y se puso en contacto con el arquitecto que hizo la casa de las Conchas de Salamanca y éste decidió ponerle a la casa unos picos de piedra en la fachada y desde entonces se la conoce como la casa de los Picos. También la visitamos por dentro, tiene un patio y pasillos en los que había una exposición de pintura moderna.
Saray Malo, 6ºB
Después de nuestro recorrido por el centro de Madrid, llegamos al Museo del Prado, famoso en todo el mundo por las obras expuestas en él. El edificio me pareció inmenso y con grandes ventanales, en el exterior había una estatua de Velázquez.
Nuestra primera impresión fueron las obras maestras de Goya, obras con un gran colorido. La obra El quitasol que habíamos interpretado en clase la habían cedido para una exposición en el extranjero. Luego vimos las Pinturas negras y los gestos de sus protagonistas que si se ven de cerca son perfectos, pero horribles. Después vimos La Tauromaquia, es decir, cuadros relacionados con los toros, pintados en blanco y negro y rojizos.
A continuación visitamos la sala de Velázquez, allí reconocimos todos los cuadros que habíamos trabajado en clase: me parecieron fascinantes.
Llegamos a Ávila sobre las once de la mañana, estuvimos observando las murallas y los balcones por los que se tiraba agua hirviendo a los guerreros enemigos durante las guerras castellanas.
Pasamos por la puerta de San Vicente y visitamos la catedral, donde vimos dos grandes agujeros en la fachada. La guía nos explicó la siguiente historia:
En los viejos tiempos, un sacristán habitaba en la parte alta de la catedral, allí tenía su propia granja: cerdos, gallinas…Pero tenía un pequeño problema: era muy vago y cuando sucedía algo, le llamaban y tenía que bajar, preguntar lo que pasaba y volver a subir.
Claro, eso era muy cansado porque además de no existir el ascensor había muchos escalones. El sacristán, a pesar de ser muy vago, era muy listo y un día se le ocurrió una idea. Cogió una gran bola de plomo, la ató a una cuerda e inventó el primer portero automático…¿Qué cómo lo hizo? Pues muy sencillo: lo colgó de la pared de la catedral a poco más de un metro del suelo de tal forma que cuando la gente quería algo llamaba y él tocaba las campanas.
Rodeamos la catedral y nos dijo la guía que metiésemos la mano en un agujero que había en la pared y se nos cumpliría un deseo. Metimos la mano todos, formulando nuestros deseos y luego la monitora nos explicó que era el WC de los curas y sacristanes.
Después bajamos a la casa donde nació Santa Teresa (ahora es una iglesia) y vimos la habitación en la que nació, de la que sólo se conservan los azulejos y un trozo de la huerta. Cerca había una pequeña tienda de recuerdos en la que se guardaba la reliquia de sus dedo (me dio mucho asco).
Alba Sueiro Román, 6º B