Los alumnos del Santa Clara han aprovechado los cuatro días de su viaje de fin de curso para hacer un recorrido intensivo por Barcelona y sus alrededores. Diversión, cultura y ciencia narrados en forma de diario.
DOMINGO 24 DE MARZO
La mayoría de los alumnos de segundo ciclo de la ESO partimos hacia Salou. Por el camino paramos en áreas de servicio, en Zaragoza, donde comimos, y en Lérida. Llegamos muy tarde a nuestro destino pero, a pesar de eso, estábamos muy contentos.
En Zaragoza visitamos, como no, la Basílica del Pilar y la SEO y comimos cerca del Ebro.
En Lérida tuvimos un rato para dar un paseo por la ciudad y descansar.
LUNES 25 DE MARZO
Tuvimos que madrugar, pero todos lo hicimos gustosamente ya que iríamos a donde todos estábamos esperando, a Port Aventura.
Allí estuvimos todo el día, aunque nos pareció corto y nos quedamos con ganas de más. Aquello era grandioso, ni yo mismo creía que pudiera nunca divertirme tanto en un parque de atracciones. Tras pasárnoslo estupendamente, llegamos agotados al hotel, donde descansamos tranquilamente.
MARTES 26 DE MARZO
Ese día nos esperaba la gran ciudad que, tras un trayecto en autobús de hora y media, vimos a nuestros pies desde Montjuïc. Tras bajar de Montjuïc, visitamos el parque Güell, obra de Gaudí. A lo largo del día tuvimos la oportunidad de ver los edificios más emblemáticos de Barcelona. Antes de comer, fuimos al IMAX (junto al Maremagnum y al Acuario), donde tuvimos la oportunidad de disfrutar con una película en 3D generada por unos proyectores capaces de crear, gracias a una moderna tecnología, magníficos entornos virtuales.
Tras comer junto a la plaza de Colón y Las Ramblas, visitamos el Museo de la Ciencia, no sin antes descubrir la maravillosa obra inacabada de Gaudí, la Sagrada Familia (con sus inseparables andamios).
En las afueras de la ciudad nos encontramos un museo que en nada se parece a los convencionales, ya que no encontramos obras de arte como en otros museos, sino que encontramos curiosos experimentos y datos científicos que dejan boquiabierto a los visitantes del museo.
Nuevamente llegamos exhaustos a Salou, pero para algunos la noche aún era joven, ya que gran cantidad de nosotros nos atrevimos a dar una vuelta por la oscura ciudad.
MIÉRCOLES 27 DE MARZO
Contra toda previsión, aquella mañana la pasamos en torno al hotel aunque, por desgracia para los que pretendíamos bañarnos en la piscina, se puso a llover y nos «aguó» la fiesta. Tras comer tranquilamente en el hotel, nos dispusimos a abandonarle para emprender el viaje de regreso a nuestra querida ciudad. En ese trayecto apenas paramos a descansar pero, al ir más tranquilos, fue más llevadero que el de ida. Llegamos a Santander de noche, y poco tiempo después todos estábamos descansando en nuestras casas, y comenzando a guardar energía para el viaje del próximo año…