Todos esperábamos impacientes el gran momento en el que partiríamos a Brañavieja; el lugar elegido para esquiar, se acercaba.

El domingo, día 3 de marzo, todos nos reunimos en el colegio. Partiríamos hacia nuestro destino a las 3:50 de la tarde. En el autobús yo me senté con Clara, una chica muy simpática de 5º curso.
Tardamos en llegar allí una hora aproximadamente. Salimos del autobús y nos dirigimos al alquiler, donde alquilamos las botas de esquiar. Tardamos mucho tiempo porque éramos dos colegios, setenta niños en total.
Después nos dirigimos a La Corza Blanca, el hotel donde nos alojamos. Julio, profesor de gimnasia y otras asignaturas, nos entregó las llaves de las taquillas, donde guardábamos las botas.
Pasado un rato, subimos a ver las habitaciones que nos habían tocado. Yo estaba con Luis y Raúl, dos chicos de 6º.

A las 9:10 de la noche fuimos a cenar. Había sopa y de segundo patatas con carne guisada. Cuando acabamos de cenar nos fuimos a dormir a las habitaciones.
Al despertarnos al día siguiente todos estábamos muy nerviosos, sobre todo los del primer año. Desayunamos y nos dirigimos a las pistas. Una vez allí conocimos a nuestro monitor, Oscar. Su apodo es Gaspa, pero como todavía no lo conocíamos bien nos pidió que lo llamáramos por su verdadero nombre.

Nuestro grupo estaba formado por Toni, Álvaro, Carlos, Clara, Carlos (el de sexto), María, Marina, Ela, Alba, Maribel, una profesora que venía acompañando a Balbí, una profesora que ya sabía esquiar. Dimos unas vueltas por un llano y luego bajamos cuestas con un poco de pendiente. Luego cogimos las perchas. Yo me caí la primera vez, pero luego conseguí no caerme.

Más tarde fuimos a comer y luego cogimos las botas, nos pusimos los esquís al llegar a las pistas y volvimos a las perchas.
Al llegar al hotel nos cambiamos. Después Ana nos reunió a todos para contarnos las cosas del día. Cenamos y nos fuimos a dormir.

El martes no pudimos esquiar. El viento era demasiado fuerte, así que aparte de comer, reunirnos, cenar… estuvimos pasando el rato en el hotel.

El miércoles por la mañana fue igual que el lunes, pero hubo una diferencia, por la tarde nos subimos a una pista azul. En La Corza Blanca seguimos nuestro horario normal. A las 7:30 nos dirigimos a animación, donde hicimos como casi todos los días, una serie de juegos.

La mañana del jueves nos gusto mucho a todos porque subimos en el tele-silla.
Nada más comer en las pistas realizamos la misma operación de la mañana, pero subimos más alto porque cogimos otro tele-silla.

El día siguiente un niño llamado Jaime con el apodo de Cresta se rompió un hueso, algunos cogieron un poco de miedo, pero el esquí fue divertido porque subimos en tele-silla y bajamos esquiando el Chivo Alto, una pista roja.

Al final, nuestro monitor, Gaspa, nos entregó las medallas de las pruebas. Estas fueron las posiciones: Clara 1ª, Carlos 2º, Ulises 3º. Nos entregaron los diplomas y nos fuimos al autobús, en el que regresaríamos al colegio. Aunque me alegré de volver a ver a mis padres y mi hermana…

¡¡Me gustaría volver el año que viene!!

Trabajo original