Me estoy ahogando en un oscuro pozo
que parece no tener fin.
Caigo y caigo al vacío,
y nada puedo hacer por ti.
Cuando miro lo que fuiste y eres ahora,
no puedo menos que sentir,
que ésta es la hora,
de que te vayas de aquí.
Con tus ojos ojerosos,
tus labios morados,
tu cara blanquecina y tu boca efervescente,
parece que unas veces te veo y otras
te disipas entre la gente.
Querido amigo,
que sabes que por ti daría la vida,
recapacita y abandona esto,
que te está produciendo semejante herida,
abandona las drogas,
pues más, mucho más, vale tu vida,
abandona esta zona,
y vuelve a sembrar en otra tu semilla.