Aunque no sean conocidas fuera de Cantabria, en los bosques cántabros podemos encontrar muchas y variadas especies de setas. Alumnos del instituto José del Campo han tenido ocasión de comprobarlo.

El trabajo de componer una muestra de setas para las VII Jornadas Micológicas del IES José del Campo fue uno de los miles que nos manda Pili (la profesora de Botánica). No era un trabajo muy difícil, pero tampoco muy fácil.

Teníamos que presentar un trabajo con setas naturales de nuestra zona. Para ello, lógicamente, tuvimos que ir al campo a recogerlas. De esta manera la gente podía saber un poco más lo que hay por esta zona.

La seta que más abunda es el pedo de lobo, una seta de gran tamaño; puede llegar a pesar cinco kilos o más. Son de color blanco. Hay que tener cuidado, porque si les das una patada explotan y tiran un polvo marrón. Esta seta se presentó en todos o casi todos los trabajos.

Uno de los principales problemas fue el mal tiempo que vino, puesto que pasamos del calor al frío de golpe, y apenas salieron setas. Mucha gente, para compensarlo, hizo paneles, trabajos o trajeron bebidas fabricadas con levaduras.

Las ganadores de este trabajo fueron José Manuel Galdós y Rosa Pagán. Ellos presentaron trabajo, paneles, setas al natural, bebidas, frutas con moho… Todo les llevó cuatro días aproximadamente; no les hizo falta ir muy lejos para recoger las setas.

«Lo pasamos muy mal», nos dijeron, «Yo iba con muletas y nos mojamos enteros cuando fuimos a buscar los helechos y los musgos, y para colmo de males el domingo estuvimos hasta las dos de la mañana pintando setas para el trabajo».

Otro trabajo también muy bueno fue el de Jéssica García y Leticia Garín. En este caso ellas presentaron paneles, setas y algunas recetas. Simplemente les llevó hacerlo una tarde. Les resultó bastante difícil, pues ellas, como todo el mundo, nunca habían hecho nada parecido. Sacaron la información de libros.

Y por fin, el trabajo de David Ruiz, que quedó el tercero. «Había hecho sur y luego nevó, y casi no había setas, así que me molesté menos en buscar setas y me puse a hacer paneles», según lo que nos ha contado David. Presentó tres paneles y había encontrado cinco setas diferentes. No se esperaba ganar ningún premio. Tardó dos tardes en hacerlo.

Ahora les contaremos nuestra propia experiencia. Tuvimos toda la tarde a amigos nuestros dando vueltas por el monte para al final sólo encontrar cinco setas diferentes. Para abultar un poco más pusimos queso y fruta podrida y presentamos un panel. Tampoco pudimos hacer gran cosa. Con esto queremos demostrar que tanto nosotras como los demás también nos hemos molestado y esforzado mucho en hacerlo.

Trabajo original