En este pequeño, pero interesante reportaje, tres de nuestras colaboradoras nos muestran por dentro uno de los lugares más interesantes de la capital cántabra, aunque quizá sea un gran desconocido: su Museo Marítimo del Cantábrico. Esperamos que os incite a visitarlo y a conocer los secretos de nuestro Mar Cantábrico.

El Museo Marítimo del Cantábrico tiene actualmente en uso dos plantas: la planta baja, se dedica a la biología marina y en ella se encuentran los acuarios, y la primera planta se dedica a la etnología pesquera e historia naval.

En el siguiente plano de la planta baja, se pueden encontrar, las siguientes zonas:
a) Laboratorio de Augusto González de Linares.
b) Diferentes especies de peces disecados.
c) Acuarios.
d) Invertebrados marinos.
e) Esqueletos e información de cetáceos marinos.
f) Aves marinas disecadas.
g) Diferentes especies de seres vivos de arena, fango y roca, y factores ambientales del mar.
h) Maqueta de un barco de arrastre de gran altura, pez abisal disecado, que vive entre 400 y 4000 m de profundidad y maqueta de los caladeros.
En los acuarios podemos observar diversos tipos de peces y otros animales marinos: cangrejo mazuigano, erizo de mar, jargo, lenguado, escorpión de mar, anémona, ballesta, tortuga careta, cabracho, lubina, pintarrojas, cangrejo ermitaño, aguja de mar, etc.
Los acuarios están colocados de mayor a menor profundidad y representan las diferentes zonas de profundidad del mar con sus tipos de seres vivos.

En el Museo Marítimo del Cantábrico, hay un laboratorio de la Estación de Biología Marina de Santander, que fue creado por Augusto González de Linares, que nació en el Valle de Cabuérniga en 1845. Estudió hasta los 10 años en su escuela municipal, luego en los Escolapios de Villacarriedo y en el Instituto Cántabro de Santander. A los 16 años ingresó en la Universidad de Valladolid matriculado en Derecho y Ciencias Naturales. En1864 va a la Universidad de Madrid a la docencia universitaria en Santiago de Compostela. En 1866 formó la Estación de Biología Marina de Santander. Augusto González de Linares murió en 1904 de una pulmonía.

En otra parte del museo, hay vitrinas con clases variadas de invertebrados. Entre ellos podemos encontrar:

Crustáceos: nécora, bogavante, centollo, cangrejo, etc…
Celentéreos: medusas (luminosas, cerrabela, portuguesa) y pólipos (anémona, coral blanco)
Moluscos: gasterópodos (bígaro, escaloria), cefalópodos (pulpo blanco, calamar) y bivalvos (almeja fina, ostra común)
Equinodermos: erizo de mar y estrella marina.
Espongiarios: esponja de baño y copa de venus.

Hay otras vitrinas con animales conocidos como rodaballos, palometas, besugos, bonitos, cabras, lubinas jargos, doradas, incluso una sardina de dos cabezas; y unos paneles con los factores ambientales del ecosistema marino: luz, presión, corrientes marinas, oleaje, salinidad, temperatura, mareas,…

Además de todo esto podemos encontrar otros seres vivos marinos.
Entre las aves hay 2 clases, las costeras (cormorán, alca común, frailecillo, charrán, gaviotas). En los reptiles hay diversos tipos de tortugas: laúd, boba, kempi, verde y carey. Por último, con los mamíferos podemos ver delfines, cachalotes, orcas, ballenas y focas.

En la 1ª planta hay una gran cantidad de construcciones navales, entre ellas el «Don Juan» y el «Real Felipe».

El Real Felipe fue construido en 1732 por Gantañeta. Tenía 114 cañones y fue el navío más importante y valeroso en el combate de Tolón el 12-II-1744. En dicho combate tuvo que ser remolcado, por el navío Santa Isabel, a puerto. Asistió a otra batalla en la que intentaron quemarlo sin conseguirlo.

El Don Juan es una fragata mercante de 100 toneladas; fue la última fragata construida en Cantabria, entre 1570 y 1872 por Bernardo Lavín, joven forjador que luego puso una herrería en «La Planchada».

Trabajo original