El jugador Pedro Munitis parece que ha llamado la atención de Tottenham, Sheffield, Juventus, Valencia, Deportivo y Real Madrid. ¿Dónde terminará el racinguista?

Ver su camiseta vuelta del revés con la grada en pie gritando: «¡gol!». No puede ser otro que el genial «Pedrín» Munitis.

Ahora ya no le hace falta reivindicar su nombre con esa forma de celebrar los tantos, ahora media Europa sabe quien es y conoce sus goles, sus recortes imposibles y sus asistencias inimaginables.

Con apenas un metro setenta de estatura hace falta ser muy bueno, uno de esos que llaman crack, de los que marcan la diferencia y pasan a la historia.

Con esa altura, y en el fútbol actual, solamente los maradonas pueden actuar y este genio lo es, sobre todo gracias al esfuerzo.

Una delicia en los entrenamientos

Ver entrenar a Munitis es una delicia, disputa hasta entrar en la ducha primero, todo lo contrario que cierto jugador de la actual plantilla del Racing, que sólo se preocupa de que en los controles anti-doping no se le detecten las borracheras que desde este año que recalara en las filas del conjunto cántabro se ha metido para su cuerpo. Un jugador de este tipo en un club lo único que hace es crear problemas en el vestuario, incluso el admirado Munitis que ha sido víctima de su envidia.

Volviendo al tema, debemos de destacar la paliza que se metió Munitis en la fatídica eliminatoria de copa frente al Real Madrid con todo más que decidido con el único propósito de dejar el pabellón cántabro bien alto.

Sensación de la temporada

Este chico se ha convertido en la sensación de la temporada. Ha cumplido su sueño de estar en la selección española, que le reconozcan como uno de los mejores delanteros de nuestra liga.

Sin duda es uno de esos afortunados de los que piden poco a la vida, y ésta les responde entregándoles más de lo que nunca soñaron, aunque se lo merezcan.

Debutó con el primer equipo en la temporada 94/95, entonces ya prometía mucho fútbol pero le condenaron a pudrirse en la tercera división, una categoría por la que nunca debería haber pasado pero que le ha curtido como un gladiador.

Tuvo que emigrar al Badajoz, donde marcó 10 goles en 28 partidos y fue considerado mejor jugador de Segunda para poder curtirse como futbolista y tener un hueco en su equipo/ nuestro equipo: el Racing.

Los pacenses se enamoraron tanto de su maestría y goles que no nos le querían devolver. ¿A quién le hubiera gustado desprenderse de semejante joya? Pero hasta nosotros nos tendremos que hacer a la idea.

En el Racing, menos que un caramelo

En el Racing va a durar menos que un caramelo que a la puerta de un colegio, los equipos grandes están a sus pies y 1300 millones no son nada para un delantero de primera clase.

Él dice que llevará el Racing siempre en el corazón siempre… y lo dice con el alma. Aquí deja una peña recién estrenada y una región que le ha coronado como rey.

GRACIAS POR TU FÚTBOL.

¡AÚPA RACING!

Trabajo original