Acabamos de conmemorar el Día de la Mujer Trabajadora, y no el Día de la Mujer como mucha gente llama de forma errónea. En muchas ciudades del mundo se han realizado manifestaciones para reivindicar, una vez más y aprovechando esta fecha, la igualdad entre los dos sexos. Este día nos permite por una parte concienciarnos de si aun existen en el siglo XXI desigualdades que muchas mujeres han vivido y recordar por qué se eligió esta fecha para representar a todas las mujeres del mundo. Las mujeres en lucha.
Un 8 de marzo de 1857, una marcha pionera de obreras textiles recorrió los suburbios ricos de Nueva York para protestar por las condiciones miserables de trabajo.
El 5 de marzo del año 1908, en la misma ciudad, comenzó una nueva huelga de las obreras textiles, quienes reclamaban la igualdad salarial, la disminución de la jornada a diez horas y que se permitiese un tiempo para la lactancia.
Un suceso que aterrorizó al mundo entero, y que tuvo lugar en el contexto de esa huelga, ocurrió en la fábrica de Sirtwoot Cotton, donde más de 100 mujeres fueron abrasadas por el fuego provocado por el propio dueño de la fábrica, como respuesta a la toma pacifica del local por las obreras en huelga.
Con motivo de este suceso, la alemana Clara Ketkin, integrante del sindicato Internacional de Obreras de la Confección, propuso en el año 1910 escoger esta fecha del día de la mujer trabajadora para honrar la memoria y el testimonio de la lucha de las mujeres quemadas en la empresa textil norteamericana.
Por ello, en el año 1977, las Naciones Unidas declararon el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora; y el color lila con el que se identifica a este día se debe a que era el tono del tejido que estaban confeccionando las obreras el día que murieron.
Si apreciamos las cifras que acompañan esta fecha señalada, podemos tener una ligera idea de cuál es la situación actual de la mujer en el mundo. Las desigualdades que viven aun las mujeres por el solo hecho de haber nacido mujer muestran claramente que muchas barreras de desigualdad aun persisten a pesar de esta larga lucha emprendida desde hace siglos.
Entre el 50 y el 80 por ciento de la producción, la elaboración y la comercialización de alimentos corre a cargo de las mujeres (Naciones Unidas), las mujeres constituyen el 70 por ciento de los 1.300 millones de pobres absolutos del mundo (OIT) y cada año al menos dos millones de niñas entre 5 y 10 años son vendidas y compradas en el mundo como esclavas sexuales.
El panorama de la mujer en Europa es por supuesto diferente al anterior, pero se sigue protestando por la existencia de importantes diferencias entre el hombre y la mujer y aun queda un enorme camino por recorrer.
Desigualdades como el hecho de que cada 100 horas no remuneradas, 80 las hacen las mujeres, en cambio de cada 100 horas pagadas, sólo corresponden a las trabajadoras 31 y, además, con salario menor del que reciben los hombres por igual actividad.
El número de mujeres universitarias es superior al de hombres. Sin embargo, a pesar de tener estas carreras universitarias, los cargos superiores aun siguen ocupados en la gran mayoría por hombres.
En los países europeos la igualdad entre los sexos está asegurada por la ley, en la vida real las cosas siguen siendo muy diferentes y esto es aun más destacado en el resto del mundo.
Existen multitud de situaciones de desigualdad entre ambos sexos; como es la explotación laboral a países del tercer mundo por parte de algunos grupos españoles (Inditex Zara, Mango, Cortefiel e Induyco -El Corte Ingles-) y también de multinacionales deportivas (Nike, Adidas, Fila, Puma…) que explotan a millones de trabajadores de todo el mundo, la mayoría mujeres.
Estas mujeres reciben salarios miserables, realizan horas extraordinarias que no cobran y trabajan en condiciones higiénicas insalubles.
También está en la frontera chino-norcoreana el mercado de subasta y venta de mujeres ya que en Corea del Norte se pasa mucho hambre y en China faltan mujeres para millones de solteros y “ambas necesidades” han dado como solución el tráfico del sexo femenino.
India es otro país en el que la mujer es un ser menospreciado e inferior, en este país el aborto esta totalmente permitido, pero las presiones sociales, culturales y económicas empujan a millones de madres a terminar con la vida de sus fetos, sólo por el único hecho de descubrir que son niñas; otro hecho que ha sido denunciado en la fecha del 8 de marzo.
A lo que se suma la denuncia de todas las mujeres a la prensa, ya que promueve la prostitución de forma generalizada en la publicidad de los grandes diarios, los principales periódicos obtienen grandes beneficios anunciando la prostitución; estos colaboran con las mafias que explotan a la mayoría de estas mujeres insertando anuncios de prostitución. Por tanto temas como estos y otros como: el aborto, la pornografía, el maltrato de la mujer, el acoso laboral de la mujer son problemas que hay que seguir denunciando en fechas tan señaladas como puede ser esta del 8 de marzo o el 1 de mayo “Día del Trabajador”.
Sin salirnos de España, la brecha salarial se mantiene en el 40% y el numero de mujeres presentes en consejos de administración apenas supone el 2% de la dirección empresarial española
Debemos ser, a pesar de todo lo expuesto, esperanzadores y ver los grandes avances en el campo de la igualdad, pero también debemos ser realistas y continuar la labor para hacer realidad lo que ya lo es por ley, pero esto es un trabajo en el que todos debemos ir juntos, ya que eliminar las desigualdades es tarea de toda la sociedad y no sólo de las mujeres. Las mujeres en lucha por conseguir sus derechos.