El miércoles de ceniza marca el principio de la Cuaresma, cuarenta días antes de la Pascua, una fecha muy importante para el mundo cristiano. Dos alumnas del colegio San Agustín nos cuentan cómo han vivido este día tan señalado.

El día 1 de marzo fue un día especial: el miércoles de ceniza. Ese día empezó la Cuaresma, y es el día en el que Jesús comenzó su preparación durante cuarenta días en el desierto sin comer. Nosotros no podemos, pero los adultos se abstienen de comer carne los viernes. Los niños no podemos, ya que estamos en pleno crecimiento; así que nos abstenemos de las chuches y dulces.

Jesús nos quiere a todos, sin dejar fuera a nadie; por eso nosotros debemos agradecérselo, portándonos bien y respetando a los demás.

Mª Luz

 

El día 1 de marzo los alumnos del colegio San Agustín fuimos a la capilla del colegio para celebrar el miércoles de ceniza. Un religioso nos explicó que ese miércoles comenzaba la Cuaresma, un tiempo que termina en Semana Santa. También nos dijo que tenemos que cambiar y abrir el corazón a los demás. Rezamos el Avemaría y nos contó un cuento sobre un espantapájaros: decía que había una vez un espantapájaros que alimentó a un conejo, a un pájaro y a un niño, y ayudó también a cambiar al dueño de la huerta dándole su corazón. Nosotros tenemos que ser como el espantapájaros: generosos con los demás. Por último, nos pusieron la ceniza encima de la cabeza. La ceniza nos recuerda que tenemos que cambiar nuestro corazón y ser cada día mejores.

Carmela

 

Trabajo original