¿Cómo cambia la vida cuando hay una guerra? Unas alumnas lo imaginan escribiendo un diario.
Querido diario:
Soy uno de tantos niños que se encuentran solos sin casa, sin familia sin nada más que una vela y un pequeño diario en el que no entrarán todas las cosas que pienso de esta asquerosa guerra.
No hago más que ver gente muerta y niños como yo, llorando y llorando. Mis oídos están a punto de estallar a causa de los tiroteos y bombardeos, esto es horrible. No se lo desearía ni a mi peor enemigo.
¿Sabes lo que es levantarte por la mañana y ver a gente muerta sin poder hacer nada?. Pues yo si lo sé, es como un infierno, preferiría estar muerto antes de estar aquí.
Si no llega a ser por este campo de refugiados y por la comida que nos manda UNICEF estaría muerto.
Aquí me despido querido diario, hasta mañana, si Dios quiere.