En ‘La sombra del águila’ de Arturo Pérez Reverte un grupo de españoles es reclutado a la fuerza para luchar del lado de los franceses. Tratan unirse al ejército ruso, pero malinterpretan sus movimientos y acaban siendo considerados héroes.
Título: ‘La sombra del águila’
Autor: Arturo Pérez-Reverte
Editorial: Alfaguara
Primera edición: Alfaguara, 1993
Este libro narra una historia basada en un hecho real que ocurrió en 1812 durante la campaña de Rusia de las tropas de Napoleón en la batalla de Sbodonovo. Un batallón de prisioneros españoles se ve enrolado en las filas del ejército que lucha por y para Francia. Los españoles no sienten nada por ese país, al contrario que los demás soldados, ellos quieren huir. El emperador francés, es decir Napoleón, cuenta con ellos para luchar contra Rusia. Lógicamente, los españoles harán todo lo posible por escaparse.
El batallón español se llama el 326 de Línea. Estos luchan forzosamente en el ejército, usados como carne de cañón en el frente. Anteriormente habían estado recluidos en un campo de concentración. Así que lo que realmente desean es cambiar de bando. Idean un plan, que consiste en aguantar en la batalla de Sbodonovo hasta el final acercándose a los puestos enemigos, los rusos, todo esto aunque cayeran decenas de hombres en el intento, para tratar de unirse al ejército ruso. Mientras, Napoleón, también llamado “le petit cabrón”, y sus ayudantes les observan desde cierta distancia, preguntándose el motivo de su extraño movimiento.
Pero en el último momento el plan se tuerce, ya que “le petit cabrón” interpreta este movimiento erróneamente, lo toma como un acto de heroísmo por amor hacia él y Francia; entonces les envía tropas para ayudarles.
Finalmente acaban siendo héroes para los franceses, recibiendo la ayuda por parte de estos, que les dejan regresar a España, como recompensa por su valentía. Pasan la noche en la ciudad conquistada. La mayoría de sus habitantes habían huido anteriormente. En un descuido la ciudad cae y mueren muchos españoles. En el resto del trayecto mueren casi todos los españoles. Los únicos que quedan, unos 4 o 5 hombres, atraviesan la frontera moribundos, cansados y ansiosos por llegar a su país, donde no esperaban la llegada de supervivientes.