Una alumna del CP Mata Linares de San Vicente de la Barquera nos ha enviado La casa aventurera III, nueva entrega del cuento utilizando algunos de los elementos que proponíamos. ¿Te animas a continuar la historia?

 

CAPÍTULO III

Una semana después, los amigos ya estaban bien del todo. Fueron a desayunar un croissant a la confitería Ramos. A continuación fueron a dar una vuelta por la villa y subieron a la iglesia Santa María de los Ángeles. Se encontraron con una ardilla, que les guió hasta la muralla de San Vicente de la Barquera, donde les enseñó la madriguera que habían encontrado sus padres para ella.

Cuando bajaban a comer se encontraron con una vaca pastando en un prado y les invitó a comer, pero ellos dijeron que no eran herbívoros. Entonces la vaca les siguió hasta el supermercado para colarse y comer algo pero como la vaca era demasiado vistosa se quedó fuera para que los del supermercado no la vieran.

Al salir no podían andar de todo lo que pesaban por todo lo que habían comido. Se fueron al prado donde la vaca estaba pastando cuando la vieron y de repente todos menos la vaca se colaron por un agujero. La vaca no se dio cuenta y luego ella se cayó por un agujero por donde ella entraba y sobraba. Se encontró con los demás pero no sabían donde estaban. Todo estaba a oscuras y no veían nada.

Al amanecer todos, es decir: la casa, la avispa, los dados, el dinosaurio, el cangrejo, la llave, la niña, la vaca y la ardilla se separaron por grupos y uno era el grupo A y el otro el grupo B. El grupo B se encontró con una amapola. Sabían que era una amapola porque era de día y ellos sabían que las amapolas eran como la que había allí. 

La amapola les hablaba, pero no en español sino en un idioma inventado. Dijo una cosa parecida a ésta: SORAID. Pero ellos siguieron para adelante y no la hicieron caso. Pero al no hacerle caso la amapola se multiplicó. Les atacaban amapolas como soldados. 

Ellos fueron cada vez más para atrás hasta que vieron en el suelo una seta, la arrancaron del suelo y entonces el grupo B se hizo invisible y vacilaba a las amapolas soldados, hasta que la invisibilidad desapareció. El grupo A estaba atrapado y no podía irse hasta que de pronto chocaron con el equipo B y entonces todos estaban acorralados y decidieron intentar salir con la avispa pero la avispa sólo pudo marcharse con los dados que eran los que menos pesaban y entonces vieron una bicicleta. 

La bicicleta les dijo que subieran encima para salvar a los demás. Entonces se montaron los dos y pedalearon tan fuerte que aplastaron a todas las amapolas. 

Los amigos les dieron gracias a los tres a la avispa, a los dados y a la bicicleta y después siguieron caminando por el camino hasta que vieron dos caminos uno a la derecha y el otro a la izquierda. Se separaron como antes, equipo A y equipo B, y cada uno fue por un camino hasta que llego un momento que los dos equipos se juntaron y no había salida. 

Buscaron la salida por todas partes: por las paredes, por el suelo, por el techo ( la avispa) pero no encontraron nada, sólo una piedra grande y en forma de letras que ponía EXIT. Entonces intentaron moverla, pero no pudieron. Lo intentaron otra vez y la movieron y entonces se abrió el techo y salieron al aire fresco. 

Después de dar muchas vueltas por el parque se dieron cuenta de que crecían muchas amapolas y toda la gente iba vestida de amapola. Ellos se extrañaron al ver toda esa gente disfrazada de amapola, no lo entendían porque no era carnaval. Descubrieron que toda esa gente no iba disfrazada sino que eran amapolas. 

Echaron a correr hasta llegar a su casa pero no la encontraron porque todo estaba pintado del mismo verde y del mismo rojo. Decidieron volver por el túnel donde se habían metido antes, pero no pudieron porque las amapolas soldados del cuartel les perseguían. Entonces se camuflaron entre la hierba con el dinosaurio que les tapaba a todos.

Después, cuando las amapolas soldados se fueron porque no vieron a nadie todos se pusieron a hacer un barco e irse a otro lugar, al que fuera, pero navegando.

Cuando llegaron a un pueblo muy raro que se llamaba KUKUXUMUSU vieron que allí todo era normal, no como en el pueblo en el que ellos vivían antes todo verde y rojo y la gente convertida en amapolas. Allí la gente era muy distinta, era morena de pelo negro y muy trabajadora y agradable de vez en cuando.

 

continuará...

 

Trabajo original