La historia de la bruja Piripitujá, que decide salir de su castillo y comienza a descubrir todo lo que la rodea de la mano del mago Piritintirujú.
Erase una vez una bruja llamada Piripitujá. Ella siempre estaba metida en su castillo haciendo experimentos, nunca había salido de allí. Un día decidió salir de su castillo para ver cómo era un pueblo de verdad. Pero ten cuidado bruja Piripitujá.
Una vez fuera no sabía el nombre de las cosas, se asustaba de los carruajes y de las fuentes. De repente, un extraño viejo que estaba en buen estado le dijo a Piripitujá:
–Hola, bruja Piripitujá, yo te conozco, soy aquel búho que se sienta en la rama de tu pino y en la de tu dulce encina, yo soy el mago Piritintirujú, bruja Piritujá ¿me dejarías tu trabajar contigo?.
Eso fue lo que le dijo. La bruja se lo pensó dos veces y dijo:
–Esta bien mago Piritintirujú pero antes tendrás que hacerme un favor .
-Lo que yo quiero es, he, hum… que me enseñes los objetos estos, los nombres y las costumbres.
-Yo acepto.
Los dos trabajando juntos se lo pasaban muy bien, pero ¿a que no os habéis preguntado una cosa?¿Por qué querría Piritintirujú trabajar con Piripitujá? Nadie nunca lo supo.