Iron Maiden actuó el pasado sábado 24 de mayo en el Palacio de Deportes de Gijón, agotando las entradas puestas a la venta y dando un espectáculo inolvidable para todos los asistentes. Dos alumnos del IES Peñacastillo acudieron al concierto.
Tras un viaje de casi cuatro horas desde la capital cántabra llegamos impacientes al lugar del evento. Al bajar del autobús ya se respira en el aire la emoción del momento, por todas partes se ven a multitud de fans de la Doncella enfundados en sus típicas camisetas negras con eddie estampado en ellas.
El lugar estaba abarrotado de gente, aunque esta aun estaba esparcida por todo el edificio. A las 20:45 comenzaron a tocar los teloneros, unos tal «Stray». Un grupo poco conocido, pero que consiguió arrancar unos cuantos aplausos al público y caldear un poco el ambiente antes de la actuación de los maiden.
Al abandonar «Stray» el escenario el público comenzó a amontonarse en la pista y las gradas, no dejando un palmo de sitio libre.
Pasaban pocos minutos de las diez cuando se apagaron las luces y comenzó a sonar la intro de Number of the beast, con su típica voz cavernosa. Tras el terminó de esta comenzó el espectáculo, los músicos saltaron al escenario, el cual se iluminó por completo, incluyendo un enorme 666 al fondo, y sonando la famosa Number of the beast por los gigantescos altavoces.
Iron Maiden demostró de nuevo que no repara en gastos a la hora de dar su espectáculo. El escenario era tan elaborado como se esperaba, incluyendo rampas, un techo móvil, un juego de luces espectacular, además de un fondo por el que iban desfilando los diferentes eddies. El montaje también incluía un eddie mecánico gigante, el cual por desgracia se estropeo mientras salía, esta fue la única pega del concierto, pero totalmente perdonable. Este despliegue visual se unió al sonoro, dando a todos los asistentes un espectáculo inolvidable.
En cuanto a la parte musical, los maiden sonaron tan fuerte y tan bien como cabía esperar en ellos, y como solamente ellos saben sonar. El repertorio de canciones incluyó diecisiete de sus clásicos, incluyendo la mencionada Number of the beast, The trooper, Fear of the dark, Run to the hills, Hallowed be thy name, Iron maiden… etc.
También tocaron un tema de su disco nuevo, el cual aun no ha salido. La canción se llama Wildest dreams, y en mi opinión sonaba tan bien que daba gusto oírla.
En resumen, Dickinson y compañía dejaron boquiabiertos a su público, el cual se entregó a la Doncella desde la primera canción, y estuvo muy activo durante toda la actuación. Este despliegue de potencia musical demuestra que después de mas de veinte años dando caña, Iron Maiden sigue estando a la vanguardia del heavy metal internacional, siguen sonando tan bien como en sus comienzos, y que aun son y serán los reyes del heavy metal por mucho tiempo. Tan solo nos queda esperar su próximo disco, que saldrá en septiembre, y esperemos que suene tan bien como promete.