Vamos a inventar un cuento entre todos. De forma encadenada, cada uno irá aportando su granito de arena, siguiendo el hilo de lo que otros vayan creando. Continúa la historia El perro listísimo como más te guste.

Érase una vez un espadachín, una rana y un perro. El espadachín era muy malo, la rana cariñosa y el perro bromista. Un día, el espadachín raptó a la rana.

El perro, como era muy bromista, para salvar a la rana le dijo al espadachín: yo soy ladrón y te puedo dar mucho oro. El espadachín le contestó: tráeme mucho oro.

El perro fue a la tienda de golosinas y compró diez mil monedas de chocolate y se las llevó al espadachín. Mientras el espadachín contaba las monedas el perro salvó a la rana. 

¿Quieres continuar la historia?

Entre todos podemos crear un cuento encadenado. Puedes continuar con los mismos protagonistas o dar un giro a la historia e incorporar otros nuevos a El perro listísimo.

 

Trabajo original