Los alumnos de 1º de ESO tuvimos el pasado viernes 3 de marzo la salida del segundo trimestre. Nos acompañaron los profesores Pili, Gema, Emilio y José Javier. El destino fue la localidad de Santillana del Mar. Salimos del colegio divididos en dos autocares, con la esperanza de que no nos lloviese. El primer destino fue el Museo de Altamira.
Tras llegar al Museo Altamira nos dividimos en cuatro grupos para que todo resultase más fácil y tuviésemos la oportunidad de verlo todo con detalle. En el Museo de Santillana realizamos diferentes actividades: la visita a la Neocueva, trabajar una guía didáctica en unas salas concretas del museo y poner a prueba nuestro espíritu de supervivencia en los talleres.
Entramos a la Neocueva acompañados por una guía, que primeramente nos enseña un vídeo para ubicarnos en lo que vamos a visitar. Se trata de la reproducción de la cueva de Altamira, ya que la cueva real está cerrada, y descubrimos que en la cueva hubo dos ocupaciones, las dos comprendidas durante el Paleolítico Superior. Bajamos a la cueva, y allí fuimos realizando diversas paradas para observar lo que teníamos a nuestro alrededor: la entrada, los materiales, las técnicas que utilizaban….
Nos explicaron que el suelo había sido rebajado, pues el techo original era demasiado bajo y no nos hubiese permitido apreciar bien las obras. Pudimos ver un montón de animales y signos, especialmente bisontes, junto a otros como caballos y ciervos, cuya representación aprovechaba los volúmenes de la roca, y también otras pinturas que nos llamaban la atención, como manos y figuras humanas, y todo realizado con diversas técnicas que la guía nos iba explicando.
En el museo, tuvimos que buscar diferentes pistas a través de los paneles, que nos fueron conduciendo hasta una pieza del museo: un aerógrafo, un hueso hueco con el que pintaban las paredes de las cuevas.
Los talleres fue el momento más esperado de la mañana, siendo diferentes para cada grupo. El taller de caza nos enseñó cómo se fabricaba la lanza, la importancia que tenía el propulsor y lo más importante como se cazaba; El taller de pintura consistió en convertirnos por unos momentos en auténticos artistas del Paleolítico. Aprendimos cómo se elaboraban los colores y como se pintaban; el taller del fuego nos hizo ver la importancia que tenía éste en la Prehistoria y lo difícil que es obtenerlo; y finalmente, el taller de la piedra donde estuvimos tallando buriles y raspadores con silex.
Después de comer nos dirigimos al Zoo, también en Santillana del Mar. Allí vimos una gran variedad de animales, desde loros y búhos hasta nutrias y jabalís, si bien lo que más abundaba eran las aves. Nos pudimos adentrar también en un insectario, donde pudimos conocer algunas especies que a más de uno le hicieron apartar la mirada. Y finalmente llegamos a los monos, que se convirtieron en el centro de atención y nos dedicaron alguna que otra escena simpática.
Anécdotas aparte, destacar el buen ambiente que reinó durante todo el día, jornada en la que quedó patente que divertirse y aprender son dos conceptos que pueden ir de la mano a la perfección.