El pasado viernes 22 de septiembre se celebró el ‘Día sin coche’ y Paco nos dio una sorpresa. Nos presentó a una chica muy simpática que nos iba a hablar de lo que significa este día.
Nos explicó que hace unos años las carreteras de Santander se llenaron de petróleo y ese día prohibieron circular a los coches. Lo que se intenta en este día es que la gente use el transporte público, las bicicletas o camine y deje el coche en sus casas. De esta manera se contamina menos y no hay tantos ruidos.
Leticia (que así se llamaba la chica con la que íbamos a trabajar) nos dividió en grupos de cuatro y comenzamos a realizar una serie de actividades. Nos dio unos folletos en los que había varios modelos de coches para que, entre todos los del grupo escogiéramos uno fijándonos en sus características. Mí grupo eligió el híbrido, un coche que funciona con gasóleo o energía eléctrica, porque era de todos el que menos contaminaba. Después nos dio a cada uno un mapa de Santander, en el que teníamos que marcar el recorrido de nuestras casas al colegio y anotar las ventajas e inconvenientes de ir andando o en coche.
Cuando terminamos, nos bajamos al patio con una tabla en la que teníamos que apuntar unos datos. Salimos a la calle, nos sentamos en unas escaleras que hay cerca del colegio y empezamos a contar: el número de coches, de peatones, de motos, autobuses y bicicletas. Todo esto era lo que había que anotar en la tabla. El resultado fue:
– Coches : 78 (mayoría con una persona)
– Peatones : 58
– Autobuses : 0
– Motos : 10
– Bicicletas : 0
Viendo el resultado nos dimos cuenta que hasta en el día sin coches son ellos los ganadores. Entonces, una buena medida para no contaminar tanto sería que la gente compartiese coche, por ejemplo, si hay gente que trabaja en el mismo sitio o cerca, ir cada día o semana en el de uno y luego en el de otro…
Por último nos inventamos un medio de transporte en el que nos gustaría venir al colegio. Nacho y yo nos inventamos un “sofá-cama-transportador-volador”, es un poco loca la idea, pero para el futuro estaría bien ¿no?
Después bajamos un rato al patio, leímos una lectura y salimos. Así se acabó la clase del viernes 22 de septiembre, “el día sin coche”.