Un pájaro al que no le gustaba volar y un caballero dominado por un hechizo en su espada son los protagonistas de los cuentos que nos envía una alumna de 5º de Primaria del CP Fernando de los Ríos.

UN PÁJARO RARO

Érase una vez un pájaro llamado Piolín, era un pájaro caribeño de colores muy bonitos y diferentes. No le gustaba volar por eso era raro y todos se reían de él. A él le gustaría estar tranquilo en la ciudad, allí no le intentarían comer y no se reirían.

Piolín pensaba que su sueño nunca se cumpliría pero no tenía razón. Un día fueron unos científicos a la isla cogieron algunas especies raras como la de Piolín y la de muchos animales más amigos de él. Piolín estaba feliz ¡por fin iba a ir a la ciudad!.

Todos estaban tristes porque sabían el problema al que se enfrentaban pero Piolín era muy cabezota y no hacía caso a los demás.

Al final no pudo dar su brazo a torcer y la cosa no acabó bien: Le obligaban a volar todos los días y él no sabía o no quería, ese era el problema. Al pobre pajarito Piolín le volvieron a llevar a su selva y se quedó sin amigos y sin ciudad.

 

EL CABALLERO DE LA ESPADA ROJA

Érase una vez un temible caballero. Era astuto, feroz y temido, todos le llamaban el Caballero de la Espada Roja. Lo que nadie sabía es que estaba dominado por un hechizo en su espada. Para romper el hechizo que aguardaba en su espada había que romper su espada antes de que cayese la última pluma de su gorro, si no se quedaría así para siempre. Mientras, el caballero seguía arrasando todos los pueblos que iba encontrando.

Pasaron muchos años y todos pensaban que era invencible. Cada cierto tiempo iba a la cueva del malvado mago Draquek que era el que dominaba el hechizo. Lo que no sabía era que se podía romper el hechizo puesto que pensaba que era invencible.

Llegó un momento en el que había conquistado casi toda la península. Cuando hubo un pequeño pueblo que se le resistió estuvieron varios meses en guerra hasta que el caballero huyó a la cueva del amo. Como ya había estado mucho tiempo fuera no conoció al mago y luchó contra él.

Entre magia y espadas el mago huyó y el caballero se quedó cansado y sin fuerzas. Mientras, los pueblerinos le siguieron y estaban en camino para vengarse de él. El caballero seguía débil. Pasaron unas horas, el caballero ya estaba bien y salió de nuevo y se encontró a los pueblerinos, lucharon, y el alcalde y el caballero se enfrentaron. El alcalde resistía y el caballero estaba perdiendo fuerzas. Cuando el alcalde tumbó al caballero, le quitó la espada. El caballero se desmayó y el alcalde rompió la espada y la tiró a un pozo. El caballero se despertó miró a alrededor y dijo: ¿Qué ha pasado? Nadie lo respondió, insistió, pero todos lo miraban atónitos. Una chica le dijo que se había desmayado cuando le quitaron la espada. El caballero exclamó ¡soy libre¡

Trabajo original