Los alumnos del CP Mata Linares de San Vicente de la Barquera han celebrado el Día de la Paz. Con este motivo, dos estudiantes de 6º de Primaria han escrito dos cuentos.

Como en cursos anteriores, el día 31 de enero celebramos en el centro el Día de la Paz realizando a lo largo de toda la semana distintas actividades: murales, composiciones escritas…. luego nos juntamos todos en las gradas del patio grande, cada uno llevaba su paloma de la paz, y entonamos la canción ‘Que canten los niños’ de José Luis Perales, con nuestros mejores deseos de paz para todos, especialmente para aquellos que más la necesitan.

‘EL SOLDADO QUE CREÍA EN LA PALOMA DE LA PAZ’

Érase una vez una guerra, en la que un guerrero decidió ponerse en medio del campo de batalla pidiendo la ‘PAZ’ tanto a sus compañeros como a sus enemigos. Explicó que sería mucho mejor para todos porque de ese modo todos volverían con su familia sin haber resultado heridos o muertos.

Haciendo caso a ese soldado, todos los hombres que iban dispuestos a luchar en la batalla se dieron la mano y comenzaron el camino de vuelta a sus casas.

Ese soldado recibió la medalla de honor por haber terminado con una batalla en la cual podían haber muerto muchos hombres. Agradecido por todos los aplausos que le habían dado comenzó un discurso:

– Un día antes de la batalla estuve pensando en mi esposa y en mis familiares y pensé: ¿Qué ocurriría si esta guerra se acabara sin ningún herido o muerto? Pues que todo sería mucho mejor y todos volveríamos a ver a nuestros familiares y que todos seríamos amigos, no enemigos.

Este soldado creó una asociación llamada: ACG Asociación Contra las Guerras. Desde entonces, el soldado viaja por todo el mundo poniéndose en medio de los campos de batalla para impedir que unos maten a otros.

El mensaje que este soldado quería mandar a todo el mundo era que siempre es mejor una paloma que una pistola, un buen corazón que un cañón y que haya paz en todo el mundo.

 

‘HISTORIA DE LA PAZ’

«Hubo una vez una guerra en la que había dos bandos que tenían las ideas totalmente diferentes. Luchaban por una figura que había en un país que no era de ninguno de los dos bandos. La figura era muy valiosa, cuenta la leyenda, en el país en el que se encontrara la figura nunca faltaría comida.

Estuvieron año tras año invadiendo el país y no encontraban la figura, ni rastro. Ya se estaban cansando de tanto buscar y no encontrar nada. Sólo un niño lo sabía, y los observaba con tristeza porque el niño sabía que la figura sólo era visible si había paz y todos eran amigos.

Entonces el niño ya muy cansado decidió escribirles una carta en la que decía que la figura no era visible si no había paz y todos eran amigos. Estuvieron leyendo y releyendo la carta durante 3 días.

Al final los dos bandos se pidieron perdón y llegaron a la conclusión de que si se unían podrían buscar la figura. Y así lo hicieron y la figura se hizo visible porque había paz y todos eran amigos. Cada año se intercambiaban la figura para que en los dos países nunca faltara paz comida y dinero”

Así nos contaba esta historia, como muchas más, un hombre mayor de 70 años, que nos enseñó y nos hizo entender que la paz era una de las cosas más importantes de el mundo.

Trabajo original