Crónica de una muerte anunciada es la séptima novela de Gabriel García Márquez. Se publicó en 1981 y su éxito ha sido y sigue siendo muy notable. Constituye su obra más «realista» pues se basa en un hecho histórico ocurrido en su tierra natal, en Colombia. Comienza la novela por el final: diciendo que Santiago Nasar ya está muerto, y que lo mataron los hermanos Vicario para vengar el honor deshonrado de su hermana Ángela. El relato termina precisamente en el momento en el que Santiago Nasar muere.

Título: ‘Crónica de una muerte anunciada’.
Autor: Gabriel García Márquez.
Género: Novela.

La historia comienza a ser relato cuando Santiago Nasar se levanta a las 5,30 del día en que lo iban a matar. El era huérfano y dejó los estudios para hacerse cargo de la hacienda de la familia. Ese día todos los habitantes de aquel pueblo ya sabían cuál era el cruel destino de Santiago, había pocos que no lo sabían. Eran él y su familia.

Se había levantado después de sólo dormir dos horas, después de la gran boda efectuada el día anterior entre Bayardo San Román y la joven Ángela Vicario. El esposo ya había comprado una casa. Después de la ceremonia y la fiesta se fueron a su nueva morada donde ocurrió algo inimaginable y de desdicha: el marido fue a la casa de su suegro a devolverle a la novia ¡¡Por el mismo motivo que planearon matar a Santiago!!
Ese mismo día arribaba el obispo del pueblo, al que detestaban. Había mucha gente en el puerto con regalos para el obispo, pero este no bajó, sino que solo pasó saludando al borde del barco.
Era poco antes de las 7:00 de la mañana cuando Santiago se iba acercando a la tienda sin saber su trágico final. Le llegaron las malas noticias a él y a su familia de lo que iba a suceder. La madre preocupada preguntó a la sirvienta dónde se encontraba Santiago, pero ésta sin saberlo de fijo contestó que estaba en su cuarto.
Cuando Santiago echó a correr a su casa, golpeaba la puerta, pero su madre no lo abría por la confusión y fue allí donde le acuchillaron. Éstos salieron corriendo perseguidos por los árabes y fueron encarcelados durante tres años.
Santiago caminó hacia la cocina y fue allí donde murió.

Trabajo original