Estas dos alumnas nos han remitido un trabajo sobre la relación de Alberti y Cossío, que se basó en el intercambio epistolar.

Si hablamos de Cossío es porque mantuvo una buena relación, amistosa y entrañable con Alberti. Son numerosas las cartas que ambos escribieron mandadas desde diversos lugares:

Madrid , Julio de 1926.
Madrid, de 1927.
Madrid, 29 de Octubre de 1928.
Berlín, 22 de Julio de 1932.
Madrid,17 de Mayo de 1933.
Moscú, 22 de Agosto de 1934.

Todas sus cartas comenzaban por «Queridísimo José María».
Cuando empezó la Guerra Civil Española, dejaron de escribirse cartas. Durante ese período (1936-39) Alberti había combatido en el bando republicano, que perdió la Guerra.

Gran parte de su amistad se basaba en las obras literarias que ambos se escribían. Cossío actuó como mecenas favoreciendo la publicación de obras literarias.

Ningún otro escritor ha contado con mayor ni más variado núcleo de relaciones, ninguno ha gozado de mayor popularidad y estimación en bien heterogéneos ambientes; conversador insuperable, captador -no exento de indulgencia- de todos los aspectos cómicos o absurdos de la realidad, abogado de causas difíciles en muy duros momentos, gustador entusiasta de la vida y de los versos, tremendo holgazán capaz de las más arduas tareas investigadoras, héroe y cronista de millones de anécdotas impagables, hidalgo de otros tiempos y de este: Don José María de Cossío, último señor de la casona de Tudanca.

Don José María de Cossío nació en Valladolid el 25 de marzo de1892 , siendo sólo un niño perdió a su madre y fue asistido por su abuela paterna.
Estudió el Bachillerato, hizo la carrera de Derecho completando su Doctorado en la Universidad de Madrid.

Frecuentador impenitente de tertulias y de mesas bien servidas, nunca descuidó la apasionada dedicación literaria. En 1931, la Academia Española otorgó el premio Fastenrath a la antología «Los toros en la poesía castellana».

Pocos años más tarde fue el siempre generoso don José María quien intervino para atenuar la rigurosa sentencia que pesó sobre el gran poeta al terminar la contienda española.

Después de la guerra, Don José María residió en Madrid, aunque jamás se privase de las temporadas anuales en Tudanca. En 1948 la Real Academia Española premió los méritos literarios y eruditos de Don José María. Hemos agregado otros títulos que evidencian la entrega eficaz y delicada de Cossío a la historia de nuestra literatura.

Fue presidente del Racing

La devoción de Cossío hacia la poesía se compaginaba con singulares aficiones a la tauromaquia y al fútbol. Durante algún tiempo fue Presidente del Real Racing Club santanderino

Sus obras: Los toros en la poesía castellana (1.931), Romancero popular de la Montaña (1.933), en colaboración con Tomás Maza Solano.

La obra literaria de Pereda (1.934), Romances de tradición oral (1.947), Fábulas Mitológicas de España (1.952), Cincuenta años de poesía española 1.850-1.900 (1.960), La enciclopedia Los Toros (1.943-61) y Rutas literarias de la Montaña son otras de sus obras.

En 1952 se concedió a Cossío la Medalla de Plata de la Provincia de Madrid. En estos últimos años fue Presidente del Ateneo madrileño, y enriquecía su espléndida colección de textos manuscritos con lo que él llamaba el Cancionero de Cossío, recopilación de autógrafos de los poetas españoles contemporáneos, que en el futuro constituirá un verdadero tesoro para los investigadores de la poesía, pues abundan en la magnífica cosecha poemas no incluidos por sus autores en ningún otro libro.

Proyectaba Cossío, con entusiasmo juvenil, un vasto estudio de los poetas modernistas españoles, pero los achaques de la edad le impidieron iniciar tan magno y útil propósito.

Murió don José María de Cossío en la Clínica Benito Meni, de Valladolid, el 24 de octubre de 1977, y parece ser que fueron muy pocas las personas que asistieron al sepelio de quien durante tantos años fue símbolo viviente de la cordialidad, del disfrute de la vida y del amor a las letras, virtudes tan penosamente amenazadas en nuestro momento histórico.

 

Fuente: estudio de Leopoldo Rodríguez Alcalde realizado en Santander en octubre de 1978.

Trabajo original