Cócteles molotov, actos violentos y un testigo: Damián. Sin embargo, la única persona que ha presenciado los hechos responde a las preguntas de la policía con un escueto comentario…

Damián circulaba por el centro de Bilbao cuando cinco individuos con aspecto lamentable, gritos esperpénticos y un lenguaje extraño para él, lanzaron tres cócteles molotov contra una sucursal bancaria para, después de terminar sus actos violentos de baja intensidad, dirigirse a un callejón y correr.

Al tiempo que esto sucedía, dos mal llamados policías autónomos que por allí circulaban, al ver lo ocurrido no iniciaron ningún tipo de represalia, sino que se encaminaron con paso sereno hacia Damián, que, al parecer, era la única persona que había visto lo sucedido.

Al llegar la policía a Damián y preguntarle qué es lo que había sucedido, éste simplemente dijo: «Estoy de paso». Y se marchó.

Trabajo original