¿No deberíamos tener todos la posibilidad de, en un futuro, poder salvar la vida a nuestros hijos? Esto no está en manos de todo el mundo, sólo unos pocos privilegiados tienen la oportunidad de guardar en un banco las células del cordón umbilical para, en caso de enfermedad, poderle salvar la vida a su hijo.

El tema de las células madre lleva siendo discutido desde hace mucho tiempo, pero ha sido más comentado desde que saliera a la luz publica la noticia de que los Príncipes de Asturias mandaron a un banco de sangre de Arizona (EEUU) células madre sacadas del cordón umbilical de la infanta Leonor.

En España no existen bancos privados de células madre, aunque algunas empresas especializadas en este campo han mostrado su interés en crear uno, sin mucho éxito, ya que sus propuestas han sido rechazadas. Los servicios de este tipo de centros cuestan alrededor de unos 1.500 € de entrada y 100 € al mes, cosa que no todas las familias pueden permitirse.
En España lo que si existen son centros públicos donde conservar las células madre, pero no como uso exclusivo del niño del que proceden, sino como donaciones para uso de quien lo necesite. El Ministerio de Sanidad está barajando la posibilidad de legalizar los bancos de sangre de cordón umbilical, siempre y cuando se este dentro de los principios de solidaridad de la Organización Nacional de Trasplante.

Estas células madre sacadas del cordón umbilical son congeladas para, en un futuro, poder ser usadas en la lucha contra enfermedades tales como la leucemia, el linfoma o algunos tumores infantiles, ya que pueden generar los componentes esenciales de la sangre, la medula ósea o del sistema inmunológico. Las células madre son aquellas que pueden autorenovarse, crecer y diferenciarse, el uso de este tipo de células madre en la medicina regenerativa ha creado la esperanza de encontrar curas para enfermedades tan graves como la diabetes o el Parkinson. Y, además, tiene otra ventaja, no provoca ningún debate ético como si lo provocan las células madre embrionarias, es decir, sacadas de embriones muertos.

Aunque hay muchas esperanzas puestas en esta técnica, los especialistas consideran que aun no está totalmente desarrollada y que deben de madurarla más.

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