Los bajos de Potes han sido unos locales de copas que, por motivos que no viene al caso, han dejado de funcionar. Con esta poesía Leire Blanco recoge lo mucho que los jóvenes los echan de menos.
Día 30 de octubre,
es sábado y salimos de fiesta,
pensarás que es como cualquier día,
pero no es así.
Cierran los bajos ¿Por qué?
Sin explicación, sin esperanza,
así nos quedamos, pero…
debemos disfrutar los últimos momentos
¡Ay! Adorables bajos de Potes,
bajos en los que tantos
buenos momentos hemos pasado,
de felicidad,
de desesperación cuando
ese pesado viene a bailar a tu lado
ese lugar donde tantos momentos y
encuentros con tus amigos que has saludado,
esos bajos que te dieron felicidad
junto a tus amigos.
Ese lugar donde lo pasabas bien,
donde discutiste con tu amiga
por ese chico que luego no os gustaba a ninguna
Bajos, a vosotros os dedicamos
el mejor sábado de la historia.
Gracias a vosotros descubrimos que
algunas miradas
pueden significar algo más
que una simple mirada.
Por eso os pedí que ese sábado,
entráseis con la sonrisa puesta
que os abrazásteis a puertas y columnas
dándoles la despedida que se merecían
y así recordar que no todo es definitivo,
sino que a veces puede decirse “hasta pronto, bajos”