Los alumnos del Colegio La Paz se trasladaron a Bilbao para asistir en el teatro Arriaga a la representación de la obra ‘Los gemelos’, del autor clásico Plauto. Esta obra, entretenida, divertida, deleitable y sugerente en palabras de las autoras de este artículo, fue interpretada con gran maestría por un grupo de jóvenes actores.

El lunes 19 de Marzo no fue un día normal. Ese día fuimos a Bilbao a ver una obra de teatro titulada Los gemelos.
Casi después de comer nos reunimos todos para ver llegar el autobús que nos llevaría al teatro Arriaga. Tardó unos 10 minutos, pero la espera valió la pena porque el viaje se hizo corto y agradable.

A las cinco de la tarde llegamos a Bilbao y fuimos directos a nuestro destino. Allí en la puerta nos dieron la entrada a cada uno, y subimos presurosos a nuestro sitio del palco. Era un teatro precioso, elegante y clásico, con muchos detalles y ornamentos dorados.

La obra no se retrasó y tan pronto se hizo la oscuridad el teatro quedó en silencio y el público expectante esperó la aparición de los actores.

A pesar de tratarse de una obra clásica de Plauto, se trata de una obra muy agradable y amena en la que abundan comentarios agudos e irónicos basados en personajes, situaciones y programas de actualidad, que hicieron que, en más de una ocasión, la audiencia estallase en sonoras carcajadas.

 LA OBRA

La obra narra la búsqueda de dos hermanos gemelos separados cuando tenían 7 años, tras la desaparición de uno de ellos y la muerte de su padre, apenado tras perder al chico. A uno de ellos le esperan las más insospechadas aventuras con su mujer (que no puede evitar meterse en su vida continuamente), con una «misteriosa» vecina, de profesión cortesana, llamada Erotia y con su «parásito», cierto amigo que le acompaña y ayuda en los problemas en que inevitablemente acaba, a cambio, eso sí, de una suculenta comida. Paralelamente se producen otras no menos extrañas que vive su hermano, un «honrado» ciudadano epidanés, que por causalidad, llega un día con su esclavo a la ciudad donde vive su hermano. Tras varias confusiones y cruces, los dos hermanos finalmente se encuentran.

Entre broma y broma también había tiempo para interaccionar con los asistentes. Los actores bajaron del escenario en numerosas ocasiones repartiendo abrazos y provocado el revuelo del público.

Parte del reparto eran chicos de Educación Secundaria lo que hace la obra más especial y más cercana al público. Asimismo, utiliza un lenguaje claro y comprensible, amenizado, como ya dijimos, con numerosas bromas que hacen que la hacen más interesante y entretenida para los escolares asistentes a ella.

En resumen, una obra entretenida, divertida, deleitable y sugerente a la que realmente merece la pena asistir, y cuyo éxito se hizo patente en el momento en que el teatro estalló en un estruendo de aplausos, demostrando el esfuerzo y el buen hacer de los actores.

Trabajo original