Un grupo de alumnos del instituto Augusto González Linares, visitaron en Madrid el Salón de Informática y Mobiliario de Oficina SIMO 1999, pero sus expectativas no se vieron satisfechas. Este artículo es una crítica sobre esta famosa feria y sus fallos. 

El SIMO una exposición que teóricamente ha de reflejar todos los avances de la tecnología de la informática y que viendo el resultado, es mejor quedarse en casa y comprar cuatro o cinco revistas para enterarte de todos esos avances tecnológicos.

Según la mayoría de las opiniones derivadas del Salón de Informática y Mobiliario de Oficina de 1999, para lo único que ha servido el SIMO ha sido para que la gran mayoría venda su material que todo el mundo conoce y para que gente como los que fuimos de este instituto se marcharan para casa con cuatro o cinco kilos de papel que solo podría servir para reciclar y escribir notas.
El principal motivo de esta invasión de papeles era que la gente que se acercó hasta el Recinto Ferial Juan Carlos I pudiera conocer in situ los nuevos precios que inundan el mercado.
Un ejemplo muy claro de lo que estoy diciendo y que demuestra perfectamente que el SIMO es un cúmulo de despropósitos fue la presentación que realizó Panda de su ultima generación del antivirus en su versión 6.0 que llamaron Platinum. Este avance presentaba como última novedad el modo de detección de virus que entran en el sistema a través de internet que y se presentó en sociedad el día cinco de noviembre y resulta que el Sentinel (Centinela) lleva en el mercado más de un año.

En resumidas cuentas, he llegado a la conclusión de que el SIMO sólo vale para mayoristas ya que los pocos stands en los que una persona podía adquirir software o hardware para su uso personal siempre estaban a rebosar porque sólo había «cuatro» en toda la exposición.

Se supone que en la variedad está el gusto y por mucho que recorrimos la exposición nos fue imposible encontrar stands que de verdad se preocuparan por ofrecer «novedades» a usuarios y no como hacían todos a mayoristas, proveedores, etc. Y digo variedad porque la nota predominante del SIMO fue la presencia de firmas comerciales de plotters (impresoras de tamaño industrial y de precio mas que prohibitivo: 1.000.000 pts el más barato); telefonía móvil (solamente se vieron un par de aparatos que ofrecían nuevas prestaciones para los usuarios); internet (los de siempre: Uni2, Retenet, Telefónica; pero ni una sola cosa nueva que de verdad merezca la pena y para más choteo, lo que el usuario quiere oír les suena a risa); y mucha chica guapa que te ofrecía uno o varios papeles en una bolsita para que te lo lleves para casa y lo leas tranquilamente.

Por último, he de decir que es una gran idea la de realizar en nuestro país una exposición de nivel nacional o internacional de informática pero deberían centrarse más en los que de verdad mueven el mercado de los ordenadores que son los usuarios.

Además he de decir que el SIMO fue para mí una experiencia muy buena y que me gustaría repetir porque sí que hay cosas (las menos) que de verdad merece la pena ver.

Trabajo original